ATENCIÓN: CAPÍTULO CON CONTENIDO SEXUAL
Natalia abrió los ojos, lo primero que vio fue las hojas de un gran árbol, la luz del sol se filtraba y le daba justo en la cara, aun que no le molestaba, le parecía reconfortante. Pero su tranquilidad se vio interrumpida cuando recordó el torneo. Se levantó de golpe y a su lado estaba Piccoro, mirándola preocupado.
-¿Te sientes mejor?- le preguntó, ella no respondió- Te desmayaste, Vegeta dice que es por que tu cuerpo aún no puede soportar tanta energía.
-Debo irme- se levantó, pero no pudo mantenerse de pie mucho tiempo. Piccoro la sujetó, ella trataba de zafarse, todo era inútil, por que seguía estando débil.
-¿Por qué te portas así?- le dijo mientras la tenía en sus brazos- Yo te sigo amando, incluso más que antes, sé que sientes lo mismo- Nati lo miró a los ojos, él se acercó más, provocando que ella se sonrojara y desviara la mirada.
-Creo que la respuesta es muy obvia- levantó con dificultad su brazo y puso su mano en su pecho-¿No puedes escuchar como mi corazón se acelera? Mi respiración entrecortada, me pongo muy nerviosa, soy muy débil, y todo por que estás aquí, tan cerca.
-No es suficiente, necesito que salga de tus labios.
La mirada de Nati se volvió vidriosa, una lágrima se escapó y resbaló, entonces se acercó a él, sus rostros se quedaron a unos cuantos centímetros, sus labios casi se tocaron, pero no lo besó, juntó su mejilla contra la de Piccoro y le habló al oído.
-Te amo- dijo con voz suave- pero ahora soy yo la que tiene miedo- más lágrimas se escaparon involuntariamente- no quiero perderte de nuevo, moriría si eso pasara- se retiró un poco para poder verlo a los ojos.
-Nunca volveré a irme, te lo juro- acarició su cabello rojo.
Tomó suavemente su rostro entre sus manos, se acercó a ella y la besó. Nati rodeó su cuello con sus brazos, aferrándose a los labios de Piccoro. No querían separarse pero a ella empezaba a faltarle la respiración, se tomó unos segundos para reponerse.
-No sabía que un beso podía durar tanto- sonrió.
-Lástima que olvidaste respirar por la nariz- besó tiernamente su frente.
Se quedaron abrazados por unos momentos, a Nati le gustaba estar recargada en el pecho de él, podía escuchar cada uno de sus latidos y sentir su calidez. Pero había algo que le preocupaba, no podía recordar que era, sabía que era importante, cuando de repente dio un salto.
-¡Akemi!- dijo.
-¿Qué pasa con ella?
-No...nada- sacudió la cabeza- es que a veces me voy de casa por unos días y ella me extraña mucho.
-Entonces vamos con ella de inmediato- cargó a Nati.
-Ya no es necesario que me cargues- dijo sonriendo- mi tío Goku me enseño a volar.
-¿Tu "tío Goku", así le dices?- se rieron- No importa, me gusta tenerte cerca, a menos de que no quieras- la dejó en el suelo.
-Me gusta volar- extendió su mano, Piccoro la tomó- pero si tu vienes conmigo.
Ahora los dos flotaron juntos agarrados de las manos, unos minutos después de empezar a volar, Nati se soltó de la mano de Piccoro y dio vueltas alrededor de él.
-Mira lo hábil que soy- se rió y se dirigió a él para darle un beso en la mejilla.
-Ah si... eres genial- se sonrojó, ella soltó una pequeña risita.
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Piccolo... in love?
FanfictionLo que comenzó como un acto de ayuda, terminará como la más grande aventura que el guerrero Piccoro haya tenido: enamorarse. *Publicado originalmente en fanfic.es (2010)*