III

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Pasaron dos días después de su cita, Piccoro la extrañaba a cada segundo, no podía olvidar el besó que le dio en la mejilla. Natalia por su parte, había regresado a su rutina normal, iba a la universidad, salía con amigos e iba a visitar a su madre. En sus momentos libres pensaba en Piccoro, cuando su rostro se dibujaba en su mente, sentía mariposas en el estómago.

La razón por la que Piccoro no había visitado a Nati, era por que Goten le aconsejó que no la viera tan seguido, por que ella creería que la acosaba, él pensaba que no podría resistirlo por mucho tiempo, así que fue a verla.

Nati caminaba a la universidad oyendo música con los audífonos, Piccoro la vio y decidió llegar por detrás para sorprenderla, llegó al suelo y empezó a seguirla, ella sintió que la observaban pero no volteó, él le tocó el hombro, Nati, asustada lo tomó del brazo y lo tiró al suelo.

-¡Auch! Solo quería saludar- dijo Piccoro, aún tirado en el suelo.

-Perdóname- lo ayudo a levantarse- creí que era alguien más.

Se miraron fijamente durante unos segundos.

-¿Por qué no has venido a verme?- preguntó ella.

-En realidad, no lo sé.

-¡Ay no! Me gustaría quedarme más tiempo contigo, pero ya se me hizo tarde.

-¿Adonde vas?

-A la universidad, pero nos vemos en la tarde ¿Si?- le tomó las manos- sería genial que pudiéramos pasar tiempo juntos, eres un amigo muy especial.

-Tu también eres especial- también tomó sus manos y le sonrió, ahora era el corazón de Natalia el que se aceleraba descontroladamente.

-Bue...bueno debo ir...irme- tartamudeó y se despidió agitando su mano mientras se alejaba.

"¿Qué me pasa? Me puse muy nerviosa hace unos segundos, será que... No, no puede ser, es imposible enamorarse de alguien tan rápido, aunque tengo un sentimiento mucho más fuerte de cuando me gustaba Damián." Pensaba mientras caminaba a la escuela.

La mañana pasó un tanto aburrida, Natalia se la pasaba dibujando corazones en sus libretas, algunos con "N+P" a dentro, en lugar de poner atención a sus clases. Hasta que unos de sus profesores se dio cuenta de su falta de concentración.

-Señorita Jones, ¿puede repetir lo que acabo de decir?

-Claro...Eh- no tenia la más mínima idea de lo que estaba diciendo el maestro- lo siento, me distraje por unos momentos y...

-¿Acaso le aburro?- se acercó a su lugar y tomó su libreta- Mmm... interesante- la hojeó- retírese de mi clase.

-¡No por favor! Le prometo que pondré más atención- suplicó, ella era una buena estudiante desde siempre, no podía empezar a fallar.

-Váyase o la enviare con el subdirector.

-Está bien- se levantó, tomó sus cosas y se salió del salón.

Si se quedaba en el pasillo seguramente algún superior la vería, así que fue al patio y se sentó en una banca.

-Que mal, nunca me habían sacado de ninguna clase- se dijo.

-Son muy estrictos aquí ¿no lo crees?- dijo una voz detrás de ella.

-¡Ahhhh!- gritó pero ella misma se tapó la boca- ¿Qué haces aquí?

-Me dio curiosidad de saber como estudiabas- dijo Piccoro.

- No vayas a creer que me la paso afuera todo el tiempo jaja n///n- se puso una mano detrás de la cabeza.

Piccolo... in love?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora