#31: "¿Las palabras mágicas?"

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Capítulo 31

Suspiré y miré la hora en mi celular. Oriana se estaba tardando más de lo que esperaba.

Finalmente le había propuesto a Oriana si quería salir un rato de casa, no me pareció una mala idea después de todo y si rechazaba mi propuesta yo seguiría insistiendo hasta que aceptara.

Aceptó no muy convencida y yo salí de su habitación para que se vistiera.

El único problema era, que Oriana se estaba tardando más tiempo de lo deseado. Y yo, me empezaba a aburrir.

El sonido de una puerta abriéndose sigilosamente se escuchó apenas por la casa. Volteé la cabeza y noté que era Oriana saliendo de su habitación. Iba vestida con una remera corta brillante y unos pantalones blancos.

Sonreí. Ella se veía linda con todo.

-Di-disculpa la demora- tartamudeó dulcemente. Ordenó un mechón de su cabello y bajó la mirada en dirección a sus zapatos.

-¿Vamos a desayunar?- le pregunté señalando que bajáramos del segundo piso. Quería ir a desayunar con ella afuera, en algún lugar cálido y de comida de buena calidad, como una...pequeña cita.

-¿En casa, cierto?- me preguntó, destruyendo todas mis ilusiones rápidamente-. No quiero desayunar afuera, digo, si no te molesta.

Suspiré y sonreí. Todo por ella.

-En casa, está bien- dije yo, empezando a bajar las escaleras.

Alcancé a escuchar cómo suspiraba profundamente y bajó las escaleras también, siguiéndome hasta la cocina. Al llegar, Dusty estaba encima de la mesa, caminando de un lado a otro en el mesón para cocinar.

Me sorprendía la normalidad de mi gato.

-Hola, Dusty- saltó de inmediato la voz de Oriana.

Dusty brincó hasta llegar al piso y acarició las piernas de la chica que había a mi lado con su  felpudo cuerpo, actuando cariñosamente. Sinceramente no comprendía a mi propio gato, odiaba a mis novias y cuando llegaba Oriana prácticamente luchaba por estar con ella.

Definitivamente no era muy bueno comprendiendo a los animales.

-¿Qué vamos a desayunar?- preguntó Oriana alzando la mirada y fijándola en la mía.

Ojos verdes, unos hermosos ojos verdes.

-Podemos hacer crepes. Aprendí a hacerlos hace un tiempo- respondí yo, pensando en algo a último momento.

Ella arqueó ambas cejas sorprendida.

-No sabía que supieras repostería- comentó acomodando sus gafas.

Sonreí inevitablemente y me encogí de hombros, contagiando en ella también una pequeña sonrisa. Saqué los ingredientes que necesitaba y empecé a cocinar, mientras que Oriana observaba cómo lo hacía.

Sinceramente me gustaba hacer crepes, y me concentraba bastante normalmente, pero sintiendo cómo Oriana seguía cada movimiento que hacía, sintiendo el cuerpo de ella al lado del mío, sintiéndola tan cerca, no podía concentrarme demasiado.

-¿Puedo intentar hacer uno?- preguntó tímidamente.

La miré por el rabillo del ojo y ella me miraba con sus dulces ojos verdes. Mierda, con ella no podía negarme a nada.

-Está bien- dije mientras me apartaba para que ella tomara mi lugar en la cocina.

Me alegré al ver que le saqué una sonrisa tan sincera y emocionada.

Viviendo con la nerd | Orian | AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora