Capítulo 12

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Mientras yo estaba en medio de la encrucijada Federic y su novio estaban en un hotel disfrutando de la vista que daba el hermoso edificio a la ciudad...
Bueno, no.
Ian había apresado a su novio contra la mesa mientras se besaban, el celular del pelinegro vibraba fuertemente sobre la mesa pero ninguno de los dos le prestaba atención. Fede terminó sentando sobre el mueble mientras se seguían besando y su novio deslizaba sus manos debajo de su camisa haciendo que el chico suspirara.
El celular dejo de vibrar para empezar a sonar.
Ian quedo sin la camisa mientras Fede la tenía abierta, el castaño oscuro empezó a besar el cuello de su pareja mientras desabrochaba el pantalón ajeno.
El celular había dejado de hacer ruido, pero en seguida volvió hacerlo siendo ignorado por tercera vez por ambos jóvenes.
Fede se aferró a los hombros de su pareja cuando este introdujo dos dedos en él mientras se mordía el labio tratando de parar los sonidos que salían de sus labios.
-Agg ¡Ian!- jadeó.
El celular cayó al suelo apretando el botón de aceptar llamada al caer sobre la alfombra.
El pelinegro tenía las piernas enredadas en las caderas de su novio mientras este embestía contra él haciéndolo sentir como una masa débil llena de emociones. Ya sin inhibición alguna dejaba escapar algunos gemidos sin reparo alguno.
-¿¡Federic!? ¿¡Qué rayos estás haciendo!?- la voz de la madre del pelinegro se escuchó a travez del teléfono deteniendo a ambos jóvenes, Fede trató de alejarse de su novio pero la mesa se lo impidió, ahogando un gemido de frustración el castaño se alejó de él para alcanzarle el celular que gracias al cielo no estaba en video llamada. Luego, volvió a rodear con sus brazos la cintura de su pareja en silencio.
-¡Hola, mamá!- dijo agitado sonrojándose furiosamente al sentir el abrazo de su pareja.
-¿¡Qué estabas haciendo!?
-Nada- balbuceó nervioso, Ian estaba en silencio y quieto para no meter en más líos a su novio.
-¡Escuché lo que hacías jovencito! ¿¡Con quien rayos estás?!
-¡Con nadie!
-¡Lo escuché!
-¡Estaba viendo porno!- gritó histérico, ella se quedo callada por unos segundos y Fede se preguntó si le estaba creyendo o no.
-¿Y porque estás agitado?
-Sabes lo que uno hace cuando lo ve...- murmuró sonrojado y avergonzado, su madre pareció satisfecha con esa explicación.
-¿¡Y porque rayos se escuchaban los gemidos de dos hombres!?- gritó, o tal vez no estaba tan convencida.
-¡Eran de chica! ¡Ella tenía voz grave en el video!- dijo inseguro.
-¡Voy a creerte! ¡Pero te quiero ahora mismo en casa o te castigo por lo que queda del año! ¿¡Qué rayos haces viendo pornografía sin ir a la escuela!?
-¡Salimos temprano!
-¡Que vuelvas a casa!- gritó ella enojada, Federic asintió dócilmente como que si pudiera verlo y luego cortó.
-Creo que vamos a tener que resolver nuestros problemas por separado- casi tarareo Ian mientras acariciaba los muslos de su amante.
-¡Imbécil! ¡Debo volver a casa!- balbuceó sonrojado.
-Terminamos y ya esta- murmuró besando su cuello.
-Bueno...- suspiró sonrojado mientras se daba vuelta para dejarse besar por su novio.
.
Luciano suspiró pensativo, desde el encuentro con Miguel las cosas habían estado muy extrañas.
No es como que si negara que alguna vez le atrajo el hermano de su amigo de alguna forma pero todo era culpa de Iván por meterle esas ideas raras en la cabeza.
Eso no estaba nada bien.
Incluso si tratara algo ¿No estaría aprovechándose de la reciente debilidad del pelinegro por su ruptura?
Se mordió el labio nervioso, eso lo haría una persona mala. No quería ser una mala persona.
Mordió el lápiz mientras seguía copiando en su carpeta lo que el profesor escribía en el pizarrón, yo lo miré de reojo porque realmente parecía nervioso.
Luciano seguía sumido en sus pensamientos mientras su cuerpo iba en automático.
Las cosas estaban complicadas, pero la verdadera pregunta para él era... ¿Realmente sentía algo por Miguel o solo se encontraba confundido?
.
Iván caminaba tranquilamente por la vereda yendo hacia la parada de colectivo, Sebastián no lo acompañaba porque debía ir al médico. Notó en seguida que un auto lo seguía por la calle pero prefirió no alarmarse, luego de un rato el auto paró a su lado abriendo la puerta.
-Entra al auto- habló Liam, Iván rodó los ojos.
-¿Acaso crees que estamos en una película? ¡Por supuesto que no!- se quejó mientras caminaba más rápido.
-¡Oye!- reclamó Liam mientras salía del auto y le ponía la alarma para seguirlo.
-¡Deja de seguirme!- se quejó Iván enojado.
-¡Debo hacerte unas preguntas!- reclamó Liam haciendo un puchero, no acostumbraba ir tras la gente, la gente debía ir tras él. Iván paró cuando llegó a la parada del colectivo, Liam también paró a su lado.
-¿Qué quieres?- habló de mal humor.
-¿Que pasó entre tu y Dante cuando iban hacia tu casa?- peguntó con cierto tono celoso en su voz mientras fruncía el ceño.
-Nada
-¡Lo golpeaste!- Liam reclamó pensando en miles de escenarios ¿Acaso yo había intentado besar a Iván? ¿O había intentado sobrepasarme con él? ¿O acaso no era un golpe? No supo porque sintió un nudo en el estomago al pensarlo.
-¡Por supuesto! No me gusta que la gente me quede mirando- habló enojado, Liam parpadeó mientras espantaba los pensamientos innecesarios que rondaban su mente.
-¿Eso es todo?- dijo incrédulo.
-¡Si! ¡Tengo novio y lo amo, no estoy interesado para nada en el tuyo!- dijo apretando sus puños, si algo realmente odiaba Iván era que alguien dudara de su fidelidad en lo más mínimo.
-¡Dante no es mi novio!- chilló sonrojado el rubio.
-¡Pero lo estás celando!
-¡no lo estoy!
-¡Dante te gusta!- rodó los ojos Iván mientras levantaba su mano para detener al colectivo que debía tomar, Liam abrió la boca para contestar pero cuando el micro se detuvo cerca de la vereda prefirió callarse. Miró al pelinegro entrar y se quedó un rato más mientras pensaba.
¿Yo le gustaba o eran celos normales de amigos?

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