CAPITULO 24
Sorpresa no era la palabra suficiente como para englobar todo lo que Liam sentía en ese instante, miró a su madre de nuevo y se levantó asintiendo. La dama lo espero unos segundos antes de empezar a caminar hacia la sala y le indico a su único hijo que se sentara en la silla, Liam aún muy aturdido lo hizo, acto continuo la mujer se sentó en la silla continua.
-No he visto a Dante estos días ¿Han peleado luego de que se hubieran besado?- susurró bajito la rubia, Liam aún la miraba incrédulo, preguntándose porque su madre hablaba o desde cuando, y ¿Por qué justamente de ese tema tan delicado? ¿Acaso él se había vuelto loco o estaba soñando?
El rubio parpadeo varias veces mirando a Felicia aún sin creerlo.
-Siempre he podido hablar- susurró bajito, Liam no entendía porque su madre susurraba.
-Entonces... ¿Por qué nunca...?- apenas pudo articular, tratando de darse a explicar. La dama tomo su mano con delicadeza.
-Mi voz es demasiado grave- susurró aún bajito. El joven parpadeó varias veces tratando de comprender que tenía eso que ver con que no hablara nunca. Él había supuesto que era muda, todos lo decían ¿Acaso su madre se avergonzaba de su voz? ¿Eso era?
-No tienes porque avergonzarte de tu voz...- susurró aún sin comprender, Felicia sonrió un poco y acarició su mano pensando como decir lo que quería decir sonando lo más normal posible.
-Sé que sabes que yo en algún momento tuve un hermano- murmuró -Era tan parecido a mi que con solo ponerle un vestido se podía jurar que eramos exactamente iguales- la mujer suspiró como pensando mientras que su hijo la miraba con insistencia.
-¿Por qué me cuentas esto?- el rubio se removió incomodo pero no soltó la mano de su madre, la mujer suspiró nerviosa.
-Su nombre era Felipe y estaba enamorado de tu padre- se mordió el labio nerviosa, Liam iba a decir algo pero la dama lo calló con suavidad, si la interrumpía no iba a llegar a donde quería -Voy a contarlo en tercera persona ¿Okey?- el rubio asintió sin entender el nerviosismo de su madre – Felipe quedo muy devastado por la muerte de sus padres, Felicia enfermó gravemente pocos días después y a él le tocó ser fuerte. Agarraba la mano de su hermana por horas y le hablaba, Felicia le dijo que fuera feliz como hiciera falta, que ella no se sentiría ofendida por nada. Cuando Felipe le contó su plan a su hermana esta no pudo más que sonreír, pero el joven lloraba. Le dijo a su hermana que “no quería tener una oportunidad para ser feliz con la muerte de ella, que no quería que muriera, quería que viviera” pero Felicia le dijo que debía sacar algo bueno de todo esto.
Felicia ya estaba en sus últimos días y solo quería que su hermano resurgiera de las cenizas como pudiera, así que le dio la mayor oportunidad de su vida. Le dijo que se cambiaran de ropa, que él se pusiera un vestido y que ella llevaría el traje, ambos gemelos cambiaron de lugar y solamente el médico fue cómplice de ello.
Cumpliendo el último deseo de Felicia informó a todos sus familiares que quien había muerto era Felipe y no la bella joven como era en la realidad. - terminó su relato suspirando al pesadamente.
Liam lo miró asombrado.
-¿Tu eres... eres- casi tartamudeo.
-Soy un chico.- dijo más alto apretando la mano de su hijo con delicadeza -Y tu padre lo supo desde el comienzo, nunca tuve el corazón para mentirle a él como hice con todo el mundo- afirmó.
El rubio más joven lo miró a la cara como tratando de notar algo, pero no había nada.
-¿Soy... adoptado?- dijo luego de largos segundos de silencio.
.
Iván arrugo su nariz en señal de molestia cuando notó al pequeño papel doblado bajo el banco que pertenecía a Sebastián, el castaño le sonrió tratando de ignorar el papel que estaba entre sus cuadernos y siguió copiando lo que había en el pizarrón.
El pelinegro seguía escribiendo pero de vez en vez miraba la nota que su novio aún no había tirado por permanecer copiando lo que el profesor escribía en la pizarra. Era increíble que un pedazo de papel pudiera molestarlo tanto, pero sentía como que si eso estuviera totalmente fuera de lugar, ese papel no debería existir.
Tal vez no era rabia contra el papel en si, si no contra quien lo escribía.
Sebastián ya era su novio, no entendía porque alguien creía que podía separarlos por medio de notas, es decir, no es que estuviera seguro totalmente que las cosas iban a durar para siempre. Sebastián y él estaban trazando su camino, no sabían a ciencia cierta si en el futuro el amor se iría desgastando o no. Pero por ahora Sebastián lo había elegido a él.
Suspiró un poco y miró a Sebastián, dudando levemente agarro la mano que este no estaba utilizando para escribir, cambiando él de mano ya que era ambidiestro. El castaño lo miró unos segundos algo sorprendido pero luego le sonrió entrelazando sus dedos, Iván suspiró levemente empezando a escribir rápidamente de nuevo mientras Sebastián acariciaba con cuidado su diestra.
-Yo sigo creyendo que son muy monos- susurró Luciano mirándolos desde su banco.
-Callate y solo copia- murmuró Dante de mal humor mientras escribía rápidamente, Luciano rodó los ojso murmurando un “malhumorado” antes de volver a copiar.
.
El ocho de diciembre llegó y con él el feriado, así que esa mañana no había escuela.
Dentro de la casa de Sebastián todo estaba bastante desordenado en el comedor, los adornos del arbolito estaban en la mesa ya limpios mientras que una mujer de ojos marrones y cabello castaño que le llegaba a la cintura acomodaba las ramas del árbol, un hombre de cabello castaño oscuro traía una caja que estaba llena de lucecitas de navidad enredadas.
Sebastián rio un poco mientras ayudaba a su hermana a revisar los adornos, para verificar que ninguno estuviera roto.
-¡El año pasado no se rompió ninguno!- exclamó la joven riendo un poco, limpiando un adorno que tenía forma de corazón.
-Cassy, no sueltes ninguno- sonrió el castaño más joven haciendo que la chica le sacará la lengua divertida.
-Niños no peleen- sonrió el mayor revolviendo los cabellos de la jovencita.
-¡Papá!- reclamó Cassy al momento.
-Iván puede venir más tarde ¿O tu irás a su casa?- sonrió la mujer mientras trataba de desenredar las luces.
-¡Yo te ayudo!- rio Sebastián yendo a su lado, tratando de desenredar las luces también -Y luego iré a la casa de Iván un rato- sonrió.
-Bien, bien. Pero primero hay que desenredar esto- sonrió.
-¡Vamos a estar desenredando esto todo el día!- negó con la cabeza la chica más joven.
-Oh, vamos. Nosotros podemos.- dijo optimista su padre poniéndole una mano en el hombro.
-Si, podemos- sonrió Sebastián.
-Pues dejen de hablar y ayuden- exclamó su madre antes de que los cuatro empezaran a reír para luego poner manos a la obra.
.
En la casa de Iván una mujer de cabellos negros y con lentes sacaba unas cajas que adentro tenían otras perfectamente ordenadas. El hombre de cabello negro traía otra caja y al abrirlas saco las lucecitas perfectamente desesnredadas, sonrió.
-Ya falta poco para terminar.- sonrió Iván mientras terminaba de acomodar las ramas de los arboles, Miguel rodó los ojos mientras empezaba a ponerle los adornos con mucho cuidado.
-Recuerda, no se debe repetir, si arriba hay adorno dorado el de abajo debe ser de otro color- habló la dama acomodándose los lentes.
-Si, mamá- sonrió Miguel mientras seguía las indicaciones, Iván rio bajito mientras empezaba a ayudarlo.
El hombre se acercó empezando a poner las luces con mucho cuidado.
-¡Papá, cuidado!- sonrió el mayor de los hermanos tratando de que los adornos no se cayeran.
-Tu has puesto los adornos de manera muy floja.- sonrió el mayor negando con la cabeza.
-Ya, ambos cuidado- habló la mujer sonriendo.
-Bastante, o habrá que empezar de nuevo- sonrió Iván mirándolos.
-En esta casa solo los hombres trabajamos- dijo Miguel dramáticamente poniéndose una mano en el corazón. La mujer dejo escapar una risita y negó con la cabeza.
-Tu madre trae el sustento de la casa, alguien de ser el padre de hogar.- rio el hombre acomodándose el cabello besando rápidamente a su esposa – Ayuda a los niños a terminar, yo iré a preparar la merienda- sonrió antes de desaparecer hacia la cocina.
-Bien, hay que terminar aquí antes de comer- sonrió la dama mientras empezaba a ayudar a sus hijos a terminar los últimos detalles.
.
-¡Qué así no!- reclamó la dama enseguida moviendo su varilla contra su mano.
-Tranquila, querida- habló Jeremy sonriéndole.
-¿Tranquila? El árbol debe ser perfecto ¡Perfecto!- reclamó la dama moviendo sus brazos. El árbol era inmenso, estaba adornado con adornos dorados y plateados y una hermosa estrella dorada estaba en la punta.
-Esta perfecto, mamá- sonrió Fede mientras bajaba vestido de traje.
-Aún no lo es- reclamó la dama negando con la cabeza.
-Es hermoso, querida- le sonrió el hombre besando su mejilla -Eres muy buena eligiendo como quedará- la halago agarrando su mano.
-Gracias- suspiró sonriendo hacia ambos.
-¡Ahora ya podemos comer y luego iré a ver a Ian!- sonrió bellamente Fede pero fue agarrado del brazo por la dama.
-¡Tu te quedas aquí!
-Pero mamá- reclamó haciendo puchero.
-Es mejor que hagas caso- le sonrió Jeremy acariciando su cabello.
Fede hizo una mueca cruzándose de brazos pero asintió, sonriendo un poco luego.
-Ya esta hecho el árbol ¿Podemos al menos comer?- dijo mirando a sus padres, ambos le sonrieron y asintieron antes de que el chico saliera corriendo al comedor.
-¿Me costaría mucho matar a Ian?
-Si, querida- sonrió algo divertido el hombre agarrando mejor la mano de su mujer -Vamos-
.
-¿Por qué nuestro árbol es blanco?- alzó la ceja Dante.
-Por qué este año esta de moda el blanco- sonrió la dama mientras veía muy sonriente el gran árbol blanco decorado con esferas plateadas y azules.
-Pero los arboles son verdes...- dijo Dante aún mirando el árbol.
-Si quieres hacemos un árbol en tu habitación que se verde, este es mi árbol- reclamó la dama.
-Mamá, es nuestro
-Si no te gusta el blanco es mío- reclamó la dama enseguida.
-No es que no me guste el blanco pero... es extraño.- sonrió de lado el joven.
-¡Es hermoso!- dijo la dama señalándolo.
Dante rio y abrazó a su madre.
-Si, lo es-
.
-¡Ese es mi adorno!- reclamó enseguida Ian agarrando el mismo adorno que su hermano gemelo.
-¡Que es mío!- dijo Brian enseguida tratando de quitarle a Ian el adorno sin conseguirlo.
-No, es mío- dijo empezando a correr.
-¡No! ¡Mamá! ¡Me quitó el adorno!- dijo antes de correr atrás de su gemelo que escapaba.
La mujer de largos cabellos rubios miró negando con la cabeza por donde sus dos retoños habían salido.
-Son iguales a ti- sonrió un hombre de cabellos negros y ojos grises, la mujer bufó un poco.
-Si, claro-
.
Liam miró a su madre ¿o segundo padre? Era la primera vez que lo veía vestido de chico, el rubio mayor ordenaba con cuidado algunos adornos.
-Deja de mirarlo tanto, lo vas a gastar- bromeó su padre mientras revolvía su pelo.
-Nunca lo había visto vestido de chico- murmuró Liam -Al final no me dijo si era adoptado o que- dijo mirando hacia su padre.
El hombre negó con la cabeza.
-Te quedarás con la duda un rato más- dijo besando su frente -Vamos, ayudemos a “mamá” a hacer el arbolito- habló antes de acercarse a Felipe quien les sonrío.
.
-¡Atrapalo!- alzó la voz Luciano tirando un adorno hacia las manos de Laura quien rio y lo agarró.
-¡Buen tiro, hermano!- sonrió y lo puso en el árbol.
-¡Laura, Laura!- gritó Luis antes de saltar cerca de ella agarrando un adorno del arbolito y cambiándolo de rama.
-¡Luis!- reclamó la dama. Lautaro empezó a reír y agarró otro adorno poniéndolo en alguna rama aún vacía.
-¡Yo quiero poner la estrella!- sonrió Luciano mientras agarraba la estrella.
-¡Me toca a mi!- enseguida reclamó Luis -¡El año pasado fuiste tu!
-¡Mentira, me toca a mi!- se metió Lautaro, la chica alzó la ceja divertida sacándoles la estrella, parándose en una silla la puso ella.
-Oh, Laura- dijeron los tres haciendo un puchero. La chica rio.
-¡Apúrense que pronto llega mamá!- dijo Laura palmeando sus manos antes de prender la música, empezando a terminar de adornar el arbolito con sus hermanos mientras semi bailaban por la música.
.
.
Feliz ocho de diciembre :D espero que este capitulo les haya gustado. Gracias a los que votan y comentan :3

ESTÁS LEYENDO
Piezas de una misma historia /Yaoi/
De TodoLa portada fue hecha portada por @HelloDebi , realmente gracias! . Dante empieza a mitad de año en una nueva escuela, ahí conoce a Iván con quien no se lleva del todo bien. Iván esta saliendo con Sebastián. Liam es el mejor amigo de Dante y su prim...