CAPITULO VIII

288 17 2
                                    

La lluvia comienza a menguar poco a poco, yo sigo viendo hacia mi choza, esperando alguna noticia de la señora Julia, ya ha pasado un tiempo y no se a salido para nada, eso ya comienza a preocuparme.

-Esa mujer ya tardo bastante.

-Sí, no sé que estará pasando ahí adentro.

-Mi Julia es muy cuidadosa, debe de estarse tomando las cosas con calma.

-Yo creo que con demasiada calma.

De repente vemos que la puerta se abre, y automáticamente los dos nos ponemos de pie y caminamos en su encuentro.

-Y bien como esta??

-Está muy mal herida, la eh curado lo mas que pude, le puse algunas hiervas y ungüentos, pero algunas de sus heridas están muy profundas, yo no quisiera preocuparte Cole, pero creo que todo dependerá de las siguientes horas, te deje un recipiente con agua y algunos trapos porque lo más probable es que le un poco de de fiebre más tarde, para que la refresques un poco.

-Sí lo haré no se preocupe, yo me encargo de ella, y muchas gracias Julia, pero tengo un problema, solo puedo cuidarla hoy y mañana, ya que comenzaran los entrenamientos de las tropas y tengo que estar al mando, no puedo faltar, se volverían locos sin estar yo al mando.

-Lo sé, y me gustaría cuidarla yo, pero no será bien visto si me ven salir y entrar de tu choza a cada momento, los cotilleos aquí corren rápido lo sabes.

-Pero mujer, como puedes pensar en eso, si tu ya eres una mujer mayor y para además casada.

-Por dios Warren, no seas tan machista, y que no te piensas que yo puedo aun despertar pasiones por ahí si me lo propusiera, eh?, y además este caballero de aquí está muy bien parecido, cualquiera sería feliz de compartir el lecho con él.

Veo la cara roja de Warren y yo contengo una risa al verlos pelear.

-Pero por dios mujer, que te ha pasado?, y como piensas que Cole es bien parecido?, a mi me decías a mi lo mismo, que ya se te olvido?

-No me digas que estas celoso queridito, por dios, con estos hombres de hoy en día.

No aguanto más y empiezo a reír muy discretamente.

-Y a ti que no se te infle el ego, me oyes, porque como se les hace costumbre a ustedes los hombres sentirse como pavorreales por ahí donde andan.

-Oh señora, a mi me ofende con eso, ya sabe que yo soy muy humilde en ese pensar.

-Ja si claro.

-Bueno bueno creo que ya nos salimos del tema, estábamos hablando de la dama que está en tus aposentos, no es cierto mi señora?

-Claro mi señor, y disculpe por dar fruto a mi imaginación, y bueno, veré lo posible por cuidarla mientras estas de entrenamiento no te preocupes, ya se me ocurrirá algo para que no sospechen nada, y tenemos que hacer lo posible para que despierte y coma algo, necesita algo de nutrimento porque está demasiado delgada, y así no podrá recuperarse del todo, mañana en temprano iré a verlos y le revisare de nuevo sus heridas.

-Gracias Julia, por todo.

-Por ti no lo hago y tú lo sabes, lo hago por esa jovencita, me dio mucha pena verla de esa manera, y no te preocupes se que te estás arriesgando mucho por tenerla aquí e tu choza, así que de nuestra parte no saldrá ninguna palabra de ella, pero cuando se recupere necesitas ver que aras, porque si el rey sabe algo de esto, tu título de caballero me temo que te será despojado.

...Devuélveme a la Vida... [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora