CAPITULO X

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-La vas a despertar, no grites.

Oigo de repente voces que susurran a lo lejos.

-No estoy gritando, solo me alegre de que ya despertara, y no me estés regañando, si sigues así me voy a cobrar cada uno de los favores que te eh hecho.

-No, perdón, pero es que aun sigue cansada y quisiera que descansara lo mas que pueda, para que mejore.

Abro los ojos y en mi campo de visión veo a Cole y a una señora más baja que él, un poco llenita, con unos risos rubios cobrizo, blanca y ojos color miel, tiene las manos en la cintura y está enfrente de el, en un momento Cole voltea a verme.

-Vez ya la despertaste.

La señora se lleva las manos al regazo y me ve muy sonriente.

-Jovencita no sabes lo alegre que estoy de que por fin despertaras.

Veo como se acerca más a verme, y pone una mano en mi frente.

-Como te sientes querida?, te duele algo?

-No, estoy bien, y gracias, por, todo.

-No agradezcas jovencita, me da gusto saber que mis cuidados aun sirven para ayudar alguien.

Yo solo le sonrió.

-Debes de tener hambre, verdad?

Yo solo asiento con la cabeza.

-Lo sabía, traje un poco de gachas dulces, te van a encantar.

Se aleja a donde eh supuesto es la cocina, y entra en mi campo de visión Cole.

-Buenos días Kate.

-Buenos días.

-Te ves mucho mejor hoy, ahora si descansaste mucho mejor verdad?

Yo me sonrojo, es inevitable, cada que me dice algún tipo de comentario que se que no es intencionado siento que mis mejillas se calientan un poco.

-Sí, me siento mejor.

Nuestro dialogo es interrumpido por la señora que entra con un tazón humeante y que huele delicioso.

-Ten muchacha, tienes que alimentarte bien.

-Gracias.

-Cole, necesito que pongas algún recipiente grande con agua al fuego.

-Sí, lo voy a poner en la chimenea.

-Te gustaron las gachas?, mi marido dice que son las mejores de estos rumbos.

-Sí, están muy ricas, gracias.

-En cuanto termines, creo que ya estas lista para que te levantes un poco y poderte ayudarte a darte un baño, no quiero que tus heridas se infecten.

Palidezco ante sus palabras, levantarme, no me puedo levantar, como le digo que no puedo.

-Muchacha que te pasa?, te has puesto pálida, te siente mal.

-No, yo...estoy bien.

-No te preocupes yo te ayudare a refregarte, no quiero que te lastimes la espalda nuevamente.

-No yo....

Empiezo a temblar y siento las lagrimas empiezan a correr por mis mejillas.

-Pero que eh dicho, por dios muchacha no me preocupes, te duele algo.

Empiezo a tartamudear y siento que mi voz falla pero le tengo que decir.

-Yo....no....puedo....levantarme.....no....puedo....caminar.

...Devuélveme a la Vida... [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora