CAPITULO XXIV

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REY

Contemplo la imagen que me regresa la mirada, mi amada, tan bella excepcional y única para mí, maldita muerte por habérmela arrebatado de los brazos, ojala estuvieras aquí conmigo en este momento, mi cabeza es un caos, me siento más cansado y viejo, ya no puedo llevar las riendas de este reino como quisiera, y si fuera eso poco no puedo controlar a nuestra hija........ Bueno no es como decirlo, pero ya lo sabes tú, perdón por engañarte pero estabas muy delicada y no quise causante más penas, me partía el alma verte de esa manera.

-Perdón mi querida amada, perdón por hacerte creer que Dita era nuestra hija, debes de entenderme por favor.

Doy un sorbo más a la botella que tengo en mi mano, el líquido quema mi garganta pero siento que me tranquiliza un poco.

-Esa muchacha se parece tanto a ti, pero no sé qué pensar, yo creí que había muerto, todas las posibilidades eran esas de que no sobreviviría, estaba tan débil pequeña y no se movía........perdóname querida, perdona, no sé si ella sea nuestra hija, pero que puedo hacer, dime qué hago???, no puedo destrozarle la vida a nuestra Dita, bueno a Dita, ella creció ante mis ojos, para mi ella es nuestra hija, dime que debo hacer??

Oigo un ruido y volteo hacia la ventana, la cual está abierta, muy raro si nunca se abre esta habitación y mucho menos la ventana, veo como el viento sopla fuerte y ondea la cortina a su paso, me paro pero me tambaleo, maldita sea eh bebido un poco de mas, doy pequeños pasos hasta que una voz me detiene.

-No puedo creer que hayas hecho eso.

Mi sangre se hela por completo, pero mi visión se vuelve borrosa, tanto de enfocar el origen de esa voz.

-Que quien......quien habla??

-No puedo creer que no me reconozcas.

Volteo hacia la ventana y ahí parada esta mí reina.

-No no puede ser, pero cómo??, tu estas muerta, tu, tu.....

-Me has hablado, quieres una respuesta, y aquí estoy, no puedo creer que hicieras tal cosa, no puedo creer que regalaras a nuestra hija.

-Perdóname cariño, perdóname.

Me hinco de golpe con la cabeza agachada.

-Pero porque, era mi hija, mi hija!!

-Lo sé, lo sé, pero es que te vi muy mal y nuestra hija no nació del todo sana.

-Cállate!, te das cuenta de lo que dices?, a un hijo no lo puedes remplazar, es sangre de tu sangre, con qué clase de persona me fui a casar, como diablos piensas así.

-No no te enojes, perdóname, pienso arreglarlo, creo que la encontré.

-La encontraste??

-Sí, ella es esposa de uno de mis caballeros.

-Como como se llama?

-Katherine Jane.

-Katherine...

Escucho como susurra su nombre.

-Te das cuenta todo el daño que me has hecho, morí creyendo que mi hija era Dita, quiero que cambies eso, ella es la dueña de este lugar y lo sabes, es la única princesa.

-Yo yo lo sé, pero prometo arreglarlo, te lo juro amor mío, pero no te enojes conmigo.

-Lo siento pero si estoy disgustada contigo, no puedo creer que pasara eso.

-Entiende mi impotencia.

-Realmente no la entiendo.

-Ella tiene un problema.

...Devuélveme a la Vida... [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora