CAPITULO XXVII

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COLE

Abro los ojos y siento una respiración sobre mi pecho, al bajar la mirada veo que Kate está dormida profundamente, el aroma de su pelo impregna el ambiente, huele delicioso, acaricio su espalda lentamente dibujando círculos con mis dedos y siento como suspira lentamente, le doy un beso sobre la coronilla y siento como se mueve un poco.

-Shhh duerme hermosa.

Veo como sonríe con los ojos cerrados.

-Si me lo estas ordenando y es para estar sobre tu pecho, yo soy feliz obedeciendo.

-Pequeña diablita, pero que ha pasado con esa pequeña tímida de la que me enamore.

Voltea a verme y la noto sorprendida, y veo como baja la mirada.

-Sabes hubo un tiempo en el que estaba resignada a vivir de esa manera, todo el tiempo fue maltrato, gritos, humillaciones, pero aun así trate de no darme por vencido, siempre al despertar rogaba que esas personas malas se olvidaran de mi existencia y me dejaran en paz, quería algún día despertar sin miedo, quería sentirme tranquila y feliz, nunca creí que eso que deseaba con todo mi ser se me cumpliría algún día.......hoy puedo decir que soy feliz, tú me haces sentir tranquila y sobre todo nunca creí que alguien me querría tal como soy.

Yo le doy un abrazo y comienzo a bajarme para estar a la misma altura de sus ojos, veo que tiene unas lágrimas deslizando por sus mejillas, me acerco y le doy un beso.

-Quiero que olvides todo lo demás y solo vivas el presente aquí conmigo, yo te prometí que te aria feliz y dichosa y lo are Kate, todo ese dolor y sufrimiento lo borrare de tu corazón, y como no te voy a querer si eres maravillosa por dentro y por fuera, y eres mi dulce esposa.

Ella sonríe y se inclina para darme un beso.

-Gracias Cole, tú también eres un hombre maravilloso y lo mejor es que eres mi dulce esposo.

Eso me hace sonreír y pego mi frente a la de ella para verla directamente a los ojos.

-Sabes que es lo peor de todo.

Ella me ve extrañada y niega haciendo una mueca.

-Que tengo que hacer unas cosas en el pueblo y no lo quiero hacerlo porque estoy sumamente cómodo aquí contigo, pero tengo que hacerlo, si no creme que te enseñaría uno de los muchos talentos que tiene tu afame esposo.

Se sonroja de esa manera que me encanta, me inclino y le doy un dulce y tierno beso, me levanto a duras penas y comienzo a vestirme, volteo a verla y está observando todos mis movimientos, estoy a punto de decirle algo cuando escucho que tocan la puerta, me sorprende que alguien llegue tan temprano así que me apresuro y abro la puerta.

-Buen día señor espero no interrumpir.

-No claro que no, me imagino que viene a ver a Kate?

-Sí, vengo a dale su te de hierbas, tenía que venir temprano porque más tarde tengo otras cosas que hacer y no sé cuánto me tarde en regresar, puedo verla??

-Claro, pase, incluso tengo que irme, pero se queda usted en su casa.

-Gracias!

Camino hacia donde esta Kate.

-Kate cariño, es la curandera, yo vendré lo más pronto posible.

-Está bien.

Le doy un beso en la frente y me marcho, no sin antes darle una ligera inclinación de cabeza a la curandera.

...Devuélveme a la Vida... [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora