Jessamine - La hija de Malec

Volvemos a Brooklyn. cap.8

La luz se posó en mi cara, despertándome. Busqué mi telefono con la mirada y lo encontré a mi lado en la mesa de luz. Lo tomé y me fijé la hora, era tarde, faltaba una hora para que el desayuno del hotel terminara y empezaran a preparar el almuerzo.
Me levanté y fui hasta Ian. Éste dormía con la boca abierta. "Se ve tan tierno" pensé. Lo sacudi un poco para que despertara, pero solo se quejó y se dio vuelta, quedando de espalda a mi. Lo empecé a tocar con mi dedo índice en la espalda, haciendo que bulbucee algo que no entendí. Luego se dio vuelta, haciendo que mi dedo tocara su boca en ves de su espalda. Abrió los ojos extrañado y yo bajé mi mano rápidamente.

-¿que hacías? -preguntó con la voz adormilada y los ojos entrecerrados.

- Y-yo -tartamudeé- te e-esta...ba tratando de... Despertar.

-okay... -dijo divertido por mi forma de hablar- ¿y por que?

-por que falta una hora para que termine el desayuno -dije y logré no trabarme al hablar- digo, puede que quieras desayunar.

-si, así viajamos con antes haber comido algo -dijo mirando el piso y luego se levantó y yo me fui a buscar algo que ponerme para bajar a desayunar y viajar comoda. Tomé una remera de tirantes verde agua, unos jeans blancos y para completar mis vans blancas y verdes.

-bañate tú primero -dijo Ian tirándose en la cama- yo espero aquí.

Asentí y me dirigí al baño, cerré la puerta detrás de mí y deje la ropa en una silla de madera que había allí. Me devestí y me metí a la ducha.
Luego de quedar limpia, cerré la ducha y agarré una toalla que estaba colgaba al lado de la ducha. Me Sequé y me fui a vestir, pero me di cuenta de que me faltaba la remera. Miré debajo de la silla y asi confirmé que se me abría caído antes de entrar al baño.

-mierda -susurré. Me puse mis jeans y una toalla al rededor de mi torso y salí del baño. Caminé hasta el armario y vi que la remera estaba en el piso. La traté de agarrar, pero se me resbalaba la toalla. Así que me agache y agarre la remera con una mano y antes de que se me resbale la toalla, la puse sobre mi hombro.
Escuche la risa de Ian y me sonroje. Dirigí mi mirada a Ian y éste estaba mirándome divertido. Apreté más el agarre de mi toalla y me paré. Fui casi corriendo al baño, entré y cerré la puerta de golpe.
Me puse la remera y las zapatillas y salí.
Ian se levantó sonriente y paso a mi lado, entrando al baño. Fui y me tiré a la cama a mirar tv, estaba puesto un canal de cocina.
"¿Le gustará cocinar?" me pregunté y cepillé mi cabello, dejaría que se seque al natural.
Minutos después salió Ian con el pelo mojado.
me vije la hora en el celular y faltaba solo media hora para que el desayuno termine.

-vamos -dije levantándome. Ian asintió y se dirigió a la puerta.

***
Ya en el restaurante del hotel. Estaba pidiendo un café y pastel de vainilla frutilla y crema, a la mesera. Ian pidió lo mismo, pero en vez de pastel de vainilla, pidió de chocolate con nutella. La mesera asintió y le guiñó un ojo a Ian, que pareció no notarlo. Yo levante una ceja enojada e Ian sonrió, mientras miraba sus manos en la mesa. Eso me dijo que sí notó el gesto de la mesera y también mi ceja levantada.
Luego de diez minutos en puro silencio, llegó la mesera con nuestros pedidos, y cómo no, miraba sonriente a Ian. Éste solo esperó a que su plato se posara en frente de él. Yo carraspeé y la mesera me miro con una ceja levantada, dejó mi plato frente a mí y se fue.

-¿te molesta que me mire? -preguntó Ian, con la taza de café en la boca.

-no -dije- solo me molesta que si hubiera sido tu novia, (y ella no sabe que no lo soy), ella hubiera quedado bastante desubicada.

-buena respuesta -dijo dejando la taza de café en la mesa. Yo agarré la cuchara y probé el pastel, Ian hizo lo mismo que yo. Estaba delicioso.

-mmmh -dijimos Ian y yo, al mismo tiempo.

-de seguro el mío es más delicioso que el tuyo -dijo Ian, apuntándome con la cuchara.

Yo negué con la cabeza- ¿y por qué el tuyo sería mas rico que el mío? -pregunté.

-porque el mío es de chocolate -dijo y me acercó a la cara una cucharada de su pastel- mira, prueba.

Yo comí lo que me ofreció y me di cuenta de que en otra situación, esto parecería algo romántico. Su pastel de chocolate estaba rico. Pero seguía prefiriendo el mío.

-es rico, pero prefiero el mío -dije y le ofrecí una cucharada de pastel, como él hizo con migo. Él comió lo que le ofrecí y rascó su barbilla.

-yo creo que... -dijo mirándome con los ojos entrecerrados- ahora el pastel de vainilla, con frutilla y crema es mi preferido.

Yo reí y el me siguió- te lo dije -lo apunté con mi cuchara- te-lo-dije.

El solo siguió riendo y negando con la cabeza. Yo lo mire sonriendo. Él se percató de mi mirada y dejó de reír, mirándome divertido.
Rapidamente corrí mi mirada y me dediqué a tomar mi café. Él hizo lo mismo sin dejar de mirarme. "Lo hace a propósito" pensé "le gusta hacerme sonrojar".

-y... Cuando lleguemos a Brooklyn -dije para romper el hielo- ¿tu que harás? Digo, supongo que no eres de Brooklin.

Ian asintió y dejó la taza en la mesa- yo soy del instituto de Canadá. Y pues, había venido a visitar a mi familia de aquí, mis primos y tíos -miró sus manos- supongo que ahora tengo la misión de ayudarte y cuando ya no te sirva en nada, volveré a Canadá.

Yo me sentí triste... Asenti y mire mis manos- quería darte las gracias, por todo lo que estas haciendo por mi...

-no tienes que agradecerme -me interrumpió- yo te ayudo porque quiero.

-y, ¿por qué quieres ayudarme?

-porque -dijo y me miró- necesitas ayuda y yo puedo dartela.

-gracias -volví a decir, no muy convencida por su respuesta, Ian sonrió de lado.

***
Ya en el piso de Magnus, golpeé la puerta y esperé a que me abran.
La puerta se abrió dejando a la vista a un Alec despeinado. Éste me miró y sonrió, luego me dio un abrazo de oso. Nos separamos y Magnus apareció detrás de Alec.

-llegaron -dijo Magnus sonriente, mientras empujaba a Alec, para abrazarme.

***
Ya en la sala, Magnus nos hizo a mí y a Ian un té.

-cuéntamelo todo -dijo Magnus con una mano en su barbilla.

-okay... -dije suspirando- aquí vamos...