Capítulo 2

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Después de caminar al lugar más alejado de la cafetería, nos sentamos en el pasto cerca de un árbol donde siempre platicamos, ya que el sol estaba como para derretir todo lo que se le pusiera enfrente.

—Espero y no me hayas traído aquí a base de engaños para intentar besarme otra vez —dije fingiendo temor.

—No, claro que no. En verdad quiero hacer una apuesta contigo —dijo mostrando algo de seriedad, y para ser sincera es lo más serio que lo he visto actuar desde que lo conozco.

—Bueno, entonces ¿cual es la dichosa apuesta? —pregunte mostrando un poco de interés.

—Si sabes que la maestra de Biología, es lesbiana ¿no?

—Sí, ella que tiene que ver en todo esto.

—¿En verdad nunca lo has notado?

—¿Notar que cosa Adam? Podrias dejarte de rodeos y decírmelo ya —espete desesperada.

—Sé que eres distraída, pero jamás pensé que tanto —dijo burlón—. Ella siempre te observa mientras estas mirando a otro lado, observa cada movimiento que haces, y no lo digo exagerando. Y creo que soy el único que se da cuenta que siempre te utiliza para sus ejemplos, recuerdas aquella clase del semestre pasado, cuando nos explicó sobre los genes hereditarios.

Solo moví la cabeza de manera afirmativa.

—Buena ella dijo: creo que Valeria sería un buen ejemplo de los genes hereditarios, como pueden notar es más alta que las chicas promedio —espeto citando exactamente como la maestra lo dijo—. Y debo de admitirlo Valeria me encanta que seas más alta que las chicas promedio —dijo saliéndose del tema.

Solo le mire mal.

—Mejor continuo. Mientras decía que serias un buen ejemplo, ella te observo detenidamente mientras hacia un movimiento con las manos como que tratando de moldear tu bien formada figura en el aire. Siempre te observa detenidamente, tratando de aprenderse cada detalle de ti —dijo recordando exactamente cada detalle de aquella escena—. Es como una acosadora pasiva.

—Dime que estás jugando —dije sorprendida—. He notado a veces sus miradas, pero ella sólo hace como si viera a alguien más y desvía la mirada.

En serio tenía que prestar más atención a mí alrededor. Soy muy distraída, tanto que después de un año en esta escuela no note que a ella le llamo la atención de cierta manera. No es que me resulte repugnante, jamás en mi vida juzgaría a alguien homosexual, pero me resulta extraño. No logro saber porque exactamente pero me resulta extraño.

—No, no estoy jugando —soltó de repente Adam sacándome de mis pensamientos.

—Es que no me lo puedo creer Adam. Es imposible que ella quisiera tener algo conmigo.

—¿Entonces si quieres hacer la apuesta? —pregunto entusiasmado.

—No lo sé, si me lo dejas pensar mañana te traeré una respuesta —dije algo dudosa aún —. Pero te advierto de una buena vez que no quiero que me estés molestando toda la jodida noche con esto, ¿esta bien? —le advertí, ya que él acostumbra a molestar con lo mismo por un buen rato.

—Lo prometo por mi sensualidad — contesto poniendo una mano en su corazón.

Ya sabía yo que esto de la seriedad en él era demasiado para ser verdad.

No dijimos nada más, solo nos acostamos en el pasto, hasta que timbraron para regresar a clases.

Lo único que quería era irme a mi casa y escuchar música. Y al parecer mis plegarias fueron escuchadas, ya que la última clase se canceló.

—¿Vale no vienes? —pregunta Emmanuel.

—No, gracias estoy bien. Solo quiero irme a casa —dije algo agotada.

—Está bien. Si te apetece ir a los videos juegos mañana o cualquier otro día, avísame —me guiño un ojo y se fue.

Prefiero caminar a casa en vez de tomar el autobús. Dicen que a veces es bueno caminar para pensar un poco, así que aquí estoy. Todo lo que me dijo Adam me tiene algo desconcertada, de cierto modo nunca pensé que ella estuviera enamorada de mi, bueno no se realmente si está enamorada de mí, tal vez sea solo una leve atracción la que sienta ella. La verdad es todo tan confuso.

Llego a mi casa y me voy directamente a mi cuarto, lo único que necesito es dormir, ya haré la tarea mañana. Y eso es lo que hago. Apenas me acuesto y caigo rendida.

Despierto y para ser honesta no tengo ganas de ir a la escuela, no después de todo lo que me contó ayer Adam, no es que sea gran cosa, no es que sea un gran problema, pero no les resultaría incomodo estar en el mismo lugar con la persona que esta enamorada de ti, pero que esa persona no se imagina que tu sabes lo que siente hacia ti. No podre mirar a la maestra de la misma manera.

I'm a lesbianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora