Capítulo 10

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Valeria

Seguía sin moverse, así que camine hacia él, y lo bese. Al principio no hizo nada, pero después me siguió el beso. Las cosas empezaron a subir de nivel. Toma uno de mis pechos en su mano, mientras con la otra agarra mi trasero. El beso empieza a volverse apasionado, me agarra con sus manos el trasero y me sienta en el lavamanos.

Esto no está bien, es muy inhumano de mi parte, porque lo estoy utilizando de la peor manera, pero entonces, ¿que hago? No sé qué hacer sinceramente.

Con timidez mete su mano debajo del vestido y empieza a acariciar mi intimidad, de un momento a otro me baja del lavamanos y me ayuda a quitarme el vestido, quedo en bragas nada más, lo ayudo a quitarse la camisa, y le bajo el pantalón, el al igual que yo queda en ropa interior. Me pega a la pared y pongo mis piernas en su cintura. Siento su erección en mi intimidad, y empiezo a moverme. Bajo mis piernas para quitarle el bóxer, y él hace lo mismo conmigo. Miro su erección, abro los ojos a tope, ¿todo eso va a entrar en mí? Ya no soy virgen, pero llevo buen tiempo sin tener relaciones sexuales.

Me vuelve a pegar contra la pared, y vuelvo a colocar mis piernas alrededor de su cintura. Me mira con lujuria, el en verdad desea esto, posiblemente lo haya estado esperando desde hace mucho. Maldición que estoy haciendo.

Me vuelve a besar, le sigo el beso, y con cuidado entra en mí.

—¡Ah! —gimo. Me ha dolido.

—¿Te he lastimado? —pregunta mirándome con preocupación.

—No, tu sigue, por favor —le conteste suplicante.

El solo asiente, y me vuelve a embestir, esta vez haciéndolo más bruscamente. Esto deja de sentirse raro, pero aun así no me sentiré bien conmigo misma.

Las embestidas se vuelven más rápidas y bruscas. Lo único que se puede escuchar en el baño son los gemidos que casi van al ritmo de las embestidas.

Besa mi cuello, para después besar mis pechos.

Empiezo a sentir los espasmos, estoy a punto de llegar al orgasmo.

—¡Por favor no pares! —dije jadeante.

Sigue embistiéndome, lo hacía cada vez más y más rápido, al parecer él también estaba a punto de llegar al orgasmo.

—¡Ah! ¡Ah! —gemi y acabe. A los pocos segundos él termino también.

Nos quedamos un rato abrazados. Bajo mis piernas de su cintura. Me cubro con la única toalla que está allí. Me acerco y beso tiernamente sus labios. El solo me sonríe. Me siento en el inodoro.

—¿Te ha gustado? —pregunta tímidamente.

Lo he disfrutado, pero eso no quita él hecho de que éste mal lo que hice.

—Sí, lo he disfrutado —dije sonriendo como pude.

Me miro al espejo, rayos. Tengo el maquillaje corrido por el sudor. No puedo salir así, tengo que buscar a Fany. Me empiezo a vestir.

—¿Todo bien? —pregunta mirándome extraño.

—Sí, es que no vez como tengo la cara, tengo el maquillaje corrido —espete terminándome de poner el vestido.

—Para mí estas hermosa —dice poniéndose el pantalón.

Me sonrojo. Espero a que se termine de vestir, pero antes de salir me lavo la cara y me peino un poco.

Salimos y los que estaban en el pasillo, nos ignoran por completo. Nos dirigimos al patio trasero, Fany tenía que andar por allí. Logre encontrarla con la vista en la mesa de aperitivos. Iba a por ella, pero Marcos me detiene.

I'm a lesbianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora