Capítulo 7

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Valeria

No puedo dormir, son las 3:30 a.m. y sigo despierta, no sé si tenga ánimos para ir a la escuela. Reviso mi móvil, Adam dejo de llamar y mandar mensajes exactamente a las 2:15 a.m. No me dejaría en paz hasta que le contara lo que paso, pero no quiero hablar con nadie de lo ocurrido. Doy vueltas en la cama hasta que logro conciliar el sueño.

Solo logre dormir dos horas. No tengo hambre, no tengo ganas de nada. Pero no me puedo dar el lujo de faltar, no llevo ni una semana de clases. Tomo una ducha con todas las ganas del mundo, y me pongo lo primero que veo en mi armario.

De camino a la escuela, no dejo de pensar en el beso, debo de admitir que me gusto, tiene una forma algo extravagante de besar, no lo voy a negar, me gusto. Pero, vamos Valeria deja de pensar en ello, a ti te gustan los hombres, y aunque de verdad fueses lesbiana, no puedes tener algo serio con ella es tu maestra. No funcionaria.

Trato de no pensar en ello escuchando música. Oprimo al azar para escuchar cualquier cosa.

Can't be sleeping,
Keep on waking without that woman next to me,
Guilt is burning,
Inside I'm hurting,
This ain't a feeling I can keep,
So blame it on the night,
Don't blame it on me,
Don't blame it on me,
Blame it on the night,
Don't blame it on me,
Don't blame it on me.

Genial, Blame de Calvin Harris Ft. John Newman. Me quito los audífonos. Y sigo caminando, mirando cualquier cosa para distraerme. Llego a la escuela faltando casi una jodida hora para el inicio de clases. No debi de haber venido, pero ya estoy aquí. Me compro un café, y cuando voy de regreso a la mesa, veo a Adam, lo que me faltaba, no estaba lista para contarle lo que paso, pero se que aun así debo hacerlo.

Tomo asiento y Adam lo hace unos segundos después.

—Fui a buscarte a tu casa, me dijo tu mamá que ya te habías ido —dijo con la respiración agitada—. Corrí para tratar de alcanzarte, pero mujer caminas muy rápido. Ya me dirás que paso. ¿y porque mierda no contestaste ninguna llamada ni mis mensajes ayer? Me tenías preocupado —añadió enojado.

Lo mire con cara de frustración, tenía que decirle, a él no le oculto nada. Pero como explicarle que ella me beso y no hice nada, en vez de eso le seguí el beso.

—¿Y bien? —pregunto esperando una respuesta.

Guarde silencio unos minutos.

—Cuando llegue al laboratorio, me acordaba de lo que había hecho el mes pasado, pero menos de lo que le tenía que decir, así que le dije lo primero que se me venía a la mente. Le conté que tenía miedo de que tú me dejaras de hablar cuando te dijera la verdad sobre mis gustos sexuales, me contestó: Ehm, ¿y puedo saber cómo porque me dices esto a mí? Se supone que es tu mejor amigo. No creo que te deje de hablar solo porque seas lesbiana. Tampoco creo que vaya por allí diciéndolo —le conté citando exactamente lo que me dijo.

El solo escuchaba atentamente.

—Después que me contestara eso, no le dije nada más. Guarde silencio por un buen rato. Yo estaba recargada con mis brazos en su escritorio, estaba en frente de ella. Cuando menos me lo espere, ya tenía sus labios sobre los míos.

—Por favor dime que no le seguiste el beso —espeto esperando que le dijera que no.

Solo asentí

—Reaccione cuando mordió ligeramente mis labios. Salí corriendo y me fui al baño. Estuve encerrada en un cubículo por una hora y después fue cuando me dirigí al salón para retirarme. No pensé que la apuesta fuese a llegar hasta ese punto —dije con los ojos humedecidos.

El me abrazo para consolarme.

—Ya tranquila, no pienses en ello.

No paraba de llorar, no sabía qué hacer. Sinceramente solo quería regresar el tiempo y nunca haber ido al laboratorio.

—Bésame, por favor —le rogué a Adam.

El solo me miro extrañado.

—Por favor, quiero convencerme a mí misma que no me gusto ese beso, quiero convencerme que en verdad me gustan los hombres. Porque te juro que no deje de pensar en su manera de besarme en toda la noche —dije suplicante.

Me limpio las lágrimas y me beso. Fue un tierno beso. Pero no se sentía igual, no era lo mismo. Le seguí el beso, pero, no, no era lo mismo. Introduce su lengua en mi boca, me muerde los labios, pero sigue sin sentirse igual. No era lo mismo, maldición. Intento convencerme pero no puedo. Aun así no me detengo, y sigo besándolo. Pongo mis manos sobre su cuello, para que siga besándome, y él lo sigue haciendo, hasta me apega más a él. Vamos Valeria tu puedes, tienes que lograrlo. Convéncete a ti misma que esto es mejor que el beso con ella de ayer. No lo logró. ¿Porque mierda me es tan difícil?

Seguimos besándonos por unos minutos más, hasta que nos separamos por la falta de aire. El solo me sonríe y besa mi frente. Después me abraza, y noto que ella está parada en la entrada de la cafetería, no sé cuánto tiempo lleve allí. Pero supongo que el suficiente, ya que cuando la observo me doy cuenta que tiene los ojos humedecidos. Mierda.

Magdalena

Llego antes a la escuela ya que tengo que recoger unos papeles en la dirección, pero antes voy a la cafetería, ya que se me apetece un café. Pero en ese instante me arrepiento de haber entrado a la cafetería. Me encuentro a Adam besándola. Y ella no hace nada, se ve que está disfrutándolo ya que hasta acomoda sus manos en su cuello de él. El solo la apega más a su cuerpo. No sé porque sigo observando esto. Después de unos minutos dejan de besarse, y no sé porque me quede mirando cómo le devoraba los labios. Adam le sonríe y besa su frente, para después abrazarla. En ese instante ella voltea a donde estoy.

Se me humedecen los ojos, pensé que lo que me dijo ayer era verdad, pero con esto compruebo que no es así. Todo fue un juego.

Prefiero no seguir allí. Doy la vuelta y me voy.

I'm a lesbianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora