I'm a lesbian

Capítulo 3

Llego a la escuela, por fin tengo mi horario, ¡SORPRESA! Me toca clases con ella todos los días. Genial. Estupendo.

Y otra vez soy la primera en la escuela, joder.

Me vuelvo a acomodar en la silla, me pongo los audífonos y pongo mi cara sobre mis brazos, en mis oídos retumba la melodía de Beautiful Now de Zedd.

Canto mentalmente la canción.

I see what you're wearing,
There's nothing beneath it,
Forgive me for staring,
Forgive me for breathing,
We might not know why,
We might not know how,
But baby, tonight, we're beautiful now,

We're beautiful now,
We're beautiful now.

We might not know why,
we might not know how,
But baby, tonight, we're beautiful now,
We'll light up the sky,
We'll open the clouds,
Because baby, tonight, we're beautiful now,
We're beautiful...

Alguien me interrumpe tocando ligeramente mi hombro, así que levanto lentamente la cabeza, rogando por que no sea ella, y para mi buenisima suerte si es ella. Iniciando él segundo día de clases con lo que no quería que pasará.

—Disculpa si te interrumpí —dijo algo apenada.

—No se preocupe —dije algo incomoda y al parecer ella lo notó así que fue directo al grano.

—¿Puedo preguntarte algo?

—Claro —respondí dudosa.

—¿Te gusta Adam? —dijo rápidamente que apenas y le pude entender —. No es que sea de mi incumbencia tu vida amorosa ni nada, pero me llama la atención desde que son mis alumnos ustedes son muy unidos, y para ser sincera todos piensan que son novios —dijo sonando algo ¿celosa?

—Ehm, ¿y a qué viene esa pregunta? —respondí secamente—. Uno no puede pasar mucho tiempo con alguien porque ya piensan que tienen una relación amorosa, pero mi pregunta es porque no piensan los mismo de las mejores amigas, o de los mejores amigos, no estoy en contra se la homosexualidad, pero porque no piensan lo mismo de ese tipo de amistades, siempre tienen que pensar que son pareja los mejores amigos (hombre y mujer) —conteste enojada—. Y no, no me gusta, no me he besado con él, ni nada por él estilo si eso desea saber.

Ella solo guardo silencio y se paró, pero al hacerlo tiro mi celular, me inclino para agarrarlo, pero ella lo hace también, esto parece una de esas típicas escenas de película, solo falta que nos demos el beso. Aunque ahora que estamos en este momento, me tomo la libertad de observar detalladamente sus rasgos faciales, lo que más me llamo la atención fue su color de ojos, un hermoso color miel, combinaba perfectamente con su cabello rojizo, nunca la había observado desde este punto, o bueno más bien nunca la había tenido tan cerca de mí.

Alguien entra al salón, gracias. Para mi buenísima suerte es Adam, lo que me faltaba, ahora querrá tomar su papel de agente del FBI para interrogarme. En estos momentos quiero salir corriendo y aventarme de un puente y ser comida de animales acuáticos.

Ella solo se levanta y me da mi celular. Adam solo entra al salón y pone una cara de cuestionamiento, como queriendo saber que paso.

Yo hago como que no pasó nada, y la maestra se va del salón

—Que yo sepa aun no cerramos la apuesta —dijo en tono burlón.

—¡Cállate! —conteste furiosa—. No creí que fuese a entrar alguien, y menos que pasaría todo eso.

—Dime que paso, porque ella estaba a unos centímetros de rozar tus labios —dijo aun sorprendido por lo que vio.

—Ya se, es que no lo sé, ni yo sé que acaba de pasar —dije desconcertada.

Ya no volvió a preguntar nada más. Le dije que nos sentáramos hasta atrás, digamos que en este salón nadie tiene su lugar definido, según la profesora de Historia somos nómadas, porque todos los días tomamos asientos diferentes. Así que no creo que a los maestros les importe mucho que estemos hasta acá atrás.

En su clase no hice nada más que mirar por la ventana. No me dijo nada de mi distracción, bueno al final de todo no nos dirigimos las miradas en ningún momento, o quizás solo yo no la voltee a ver.