Capitulo 10 amores

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Me encontraba sentada en mi cama, estaba tan cansada de todo, mi mente estaba revuelta, había sido todo tan rápido que no me detuve a pensar sobre lo que significaba ser viridi , ¿qué pasaría si todos se enteraran de lo que soy? ¿Me rechazarían? Mi padre, ¿qué pensaría de mi? Soy una doncella y tengo que casarme para quedar en cinta y tener un heredero y no podía ser una sorti de un día para otro ¿qué iba hacer?

—Mori,Mori,Mori, ¡MORI! —gritó Negro.

—Lo siento, estaba pensando en algo.

—Bueno, si quieres pensar en vez de comer, está bien —dijo Negro un poco desesperado.

—Si, ya voy. Oye ¿dónde está Blanco?

—Se fue a ver a Fer.

—Por alguna razón, no me sorprende.

—Ni a mi.

Negro y yo salimos del cuarto encaminándonos al comedor, el parecía estar pensando en muchas cosas, llevaba días así, todo desde que siguió a Fer. Mis amigas nos estaban esperando y fuimos con ellas.

—Buenos días.

—Buenos días Mori y Negro —dijo Ame, mire ha Ayami que estaba mirando a Negro, él estaba muy distraído hoy. Nos sentamos en las sillas que nos habían guardado.

—Oye Anly y ¿cómo te fue con Jace? —le pregunté algo curiosa, Anly me miró y se sonrojó.

—Bi-bien supongo.

—Oye Akai —dijo Ame muy risueña, mirando a la otra mesa de atrás— Ko te está viendo.

—No es cierto —leve sonrojo apareció en sus mejillas.

—No es mentira, ¿verdad Mori?

—Ahora que lo pienso, creo que te ve mucho —y me reí.

—Y tú, bien pegada con Negro, Ayami.

—Es porque somos una pareja feliz, ¿verdad Negro? —Negro no contesto, Ayami al ver eso le volvió a repetir— ¿verdad Negro?

—Ah, ¿mande?

—Que somos muy felices.

—Mmm, si.

—Ves Anly, somos muy felices, oigan hablando de eso, ¿vamos en la tarde al pueblo?

—¡Si! —dijo Ame parándose de su silla.

Después de haber comido, todas nos fuimos al pueblo, Negro le dijo a Ayami que lo siguiera para hablar, Ayami lo siguió y nosotras los seguimos, ellos se detuvieron en un lugar con unas cuantas plantas y flores, Ayami se veía tan nerviosa y emocionada, ya que a esa edad muchos príncipes le piden matrimonio a su novia para empezar los arreglos de la boda.

—Ayami —dijo Negro serio— te quería dar las gracias, por todo lo que me has dado. Eres hermosa, la chica más linda con la que he estado, tienes los ojos más sinceros y amorosos. Antes de que tú llegaras a mi vida, yo no sabía que era el amor, pero tú estabas ahí y desde el primer momento en que te vi pensé que eras tú. Pasamos por los momentos muy divertidos, y yo me reí como nunca pensé que lo haría, pero sabes... yo...

—Negro, no tienes que ser tan formal. Si quieres pedirme algo, solo dilo —murmuró Ayami, tan feliz y sonrojada.

—Mira yo te quiero, pero conocí a alguien muy especial y no pude evitarlo, este sentimiento nunca lo olvidaré, esos momento que pasé contigo, jamás los olvidaré, pero ya no siento lo mismo por ti —poco a poco la bella sonrisa de Ayami se fue borrando de su cara y sus ojos empezaron a enrojecer, escamas salían de su brazos y rostro.

—¿Qué quieres decir, que n-no soy suficiente?

—Ayami, sé que tú me amas, pero no puedo seguir fingiendo, estoy enamorado de otra persona, lo siento...

—Pero, yo, yo te amo y sabes eso. Puedo cambiar, no te vayas, mira si es por mi manera de ser o algo dímelo, pero no, no...—la voz de Ayami empezó a bajar de volumen casi no se escuchaba nada, era como un susurro, su cara estaba llena de lágrimas y sus ojos eran tan cristalinos que se podía ver el cielo a travez de ellos— sólo quédate a mi lado...

—No puedo, si sigo así te lastimaré a ti. Necesito tiempo para aclarar mi mente, pero aun así, ya no siento lo mismo por ti... —la voz de Negro empezó a quebrarse, en su rostro se reflejaba la tristeza y lo duro que era para él hacer esto— lo siento, adiós.

—No. Por favor, quédate —pero era demasiado tarde, Negro ya se había dado la vuelta y se había ido, Ayami no pudo más consigo misma y calló de rodillas en la tierra, ensuciando su vestido, las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos, parecía que se iba a secar sus ojos.

Yo no pude más y corrí hacia ella, seguida por Ame, Akai y Anly para ayudar a Ayami, que no quería pararse, la intentamos levantar pero ella se rehusaba y caí de nuevo.

—Chicas, ¿por qué a mí me pasa esto? ¿qué hice mal? Le di todo el amor que pude ¿qué hice mal? —las escamas salían y Ayami parecía necesitar agua.

—Ayami —murmuró Ame llorando y abrazándola— lo siento.

—¿Por qué a mí?

Esas fueron las últimas palabras de Ayami, antes de que todas empezáramos a llorar y su guardaespaldas la cargara para llevarla al agua.

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Pasaron 4 días antes de que Ayami quisiera salir de su habitación y Negro no había aparecido esos días, tampoco Fer. Blanco estaba muy preocupado por Negro y yo estuve al pendiente de Ayami, pero también fui con él, le conté todo lo que pasó y el solo me dio un abrazo, el cual hizo acelerar mi corazón, no pude evitar sorprenderme, esa era la primera vez que me pasaba eso, creí que me estaba enfermando, tenía que ir al doctor a que me revise, eso era extraño porque no me pasaba con nadie más, pero en fin eso no debe importar.

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