Capítulo 23 Cenizas

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—¿A dónde vamos? —reí, la mano de Yun temblaba tanto que su vestido me hacía cosquillas.

—Ya te lo dije 3 veces, con alguien que te quiere ver.

—Si, ya me dijiste eso, pero mi pregunta era ¿a dónde? Ya sabes hay muchos lugares en el mundo...

—Haces muchas preguntas ¿no lo crees? —Yun me miró de reojo.

—Mmm creo que si...

—No te preocupes, pero es mi turno de hacer preguntas —yo acepté— ¿qué piensas de Sota? Digo lo ves mucho.

Reí por su pregunta, estaba muy mareada y cansada que no sabia si lo pensaba o decía— La verdad según mi mamá me gusta Sota, bueno... es guapo —reí y mis mejillas se sonrojaron, Yun me veía sería— pero... ¿Sota tiene una novia? Es que siempre menciona a alguien y pues me da curiosidad.

—Bueno... —rió y apretó mi mano— algo así, la ama tanto que haría todo por ella y cuando digo todo es todo, es un idiota, no se da cuenta de nada y siempre comete el mismo error, pero mierda... es tan idiota. —Yun parecía enojada, mientras lo único que podía escuchar era el sonido de algo romperse en mi interior— Llegamos.

Era un lugar obscuro y sucio, habían cosas viejas y una cocina antigua. La puerta de madera se había cerrado, me sentía muy nerviosa y me quería ir.

—Esto parece un almacén... creo que no podemos estar aquí Yun...

—Bienvenida princesa Mori es un honor verte, te estuve esperando —era una voz gélida que me causó un escalofrío, me di la vuelta y lo miré.

—Rey... ¿usted me quería ver? —mire a Yun, ella parecía distante.

—Exacto, toma asiento —habían unos sillones viejos y un poco rotos— lamento las condiciones, pero era el único lugar donde nadie frecuenta y donde nadie pude escuchar.

—No se preocupe por las condiciones —sonreí— mi padre aún tiene unos sillones viejos de mis antepasados en la sala, les tiene mucho cariño.

—Si lo sé, bueno Mori espero que te guste el lugar ya que estarás aquí mucho tiempo —río y miró a Yun— ¿no le explicaste?

—No, señor no tuve tiempo...

—Calla inútil. Mori te he mandado a llamar para que hagas una tarea que solo tú puedes hacer —el rey se paró de su asiento y destapó una botella, la cual tenía algo parecido a cenizas— está es Antonieta —su voz cambió— mi querida y hermosa esposa, la amo tanto.

—No entiendo... —rasqué mi cabeza.

—¡Ahhhh! Yun, has tu trabajo —el rey gruñó y me miró— es mejor que te lo explique ella, princesa.

—Mori... el sabe que eres una bruja verde.

—Aún no comprendo...

—Las brujas verdes son una de las brujas más poderosas por qué se encargan de dar vida y regresarla —Yun me veía mucho, pero evitaba mis ojos— mientras las negras de quitarlas ¿comprendes?

—No...

—¡Que le vas a regresar la vida a mi esposa! Y si no lo haces, tendrás que acostumbrarte a este lugar, porque no te irás de aquí —soltó una risa si lo haces rápido, te daré un regalo de consideración —el rey tenía muchas arrugas y canas, su cara daba miedo, tuve un escalofrío de nuevo "no confíes en nadie" ¿acaso Sota sabía de esto? Me sentía traicionada.

—Es que no sé cómo hacerlo, no sé cómo —mi voz se apagaba y mi corazón latía muy rápido.

—Ten —el rey me dio las cenizas y antes de salir de el cuarto me miró— cuídalas, valen más que tú.

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