Secreto

Capitulo 1 arboles

" Era un lugar obscuro y alguien me abrazaba tan fuerte que dolía, estaba muy lastimada y mis lágrimas recorrían mis mejillas.

—No me olvi.... —todo se veía más obscuro, mi corazón latía muy fuerte... esa voz me seguía hablando y gritando."

—¡Mori despierta! —la voz insistente me gritaba de nuevo— Mori ya es hora del desayuno, tu padre te habla y sabes que no le gustan los retrasos, aún que tú ya naciste así —abrí un ojo y después el otro, limpie mis lágrimas, poco a poco note que la persona que me hablaba era Blanco, un chico alto de cabello plateado, ojos color cerúleo y un físico de todo un guerrero joven, pálido, con pecas y delgado. Un gran leopardo de la Nieves y uno de los mejores guerreros del reino, además que sus padres eran grandes amigos de los míos y poseían una gran riqueza, me sonrío y observe que detrás de él se encontraba Negro. Alto al igual que Blanco con ojos esmeralda, tez bronceada, delgado, fuerte y muy simpático. Él también era uno de los mejores guerreros, con una familia con una gran riqueza. Ellos eran muy populares, guapos y siempre tenían chicas junto a ellos.

—¡Ya despierta floja! ¿Por que lloras? Levantarse temprano sé que es difícil, pero no para llorar —me levanté de la cama y puse mi pie en el tibio piso, Negro abrió las cortinas y limpió mis lágrimas, era un día soleado, no me gustaban mucho los días soleados, sinceramente, prefería los nublados, no sabía porque.

—Ya me desperté y no me digas floja, gracias Negro —le saqué la lengua a Blanco, y el sonido de la puerta abrirse interrumpió nuestra pequeña pelea, entraron las señoritas de la limpieza y me entregaron el vestido que tenía que usar y se retiraron, pero antes de cerrar la puerta, miraron a Blanco y a Negro dedicándoles una sonrisa. Mmmm como siempre— adiós chicos, me tengo que cambiar —Negro salió de la habitación y Blanco se quedó mirándome.

—¿Me puedo quedar viendo? —no pude evitar sonrojarme un poco, Blanco y yo eramos amigos desde la infancia, pero tenía que aceptar que estaba guapo.

—Okay pervertido, sal —él me sonrió.

—Como quiera no hay mucho que ver. —río y salió de la habitación, pero antes de cerrar la puerta vi que las chicas de limpieza se acercaban a ellos.

Me puse el vestido rosa; a mi padre le encantaba cómo lucía con los vestidos rosas, porque era muy pálida y tenía el cabello color menta, además mis ojos azules con toques morados, no podía evitar llamar la atención en el reino. Mi madre decía que era la más bonita de todas, a mí me daba igual, pero no me dejaban salir porque todos se me acercaban queriendo verme en forma animal y eso me incomodaba, porque no tenía un animal dentro de mi, era la vergüenza de la familia...

Por eso mis padres siempre me mandaban con Negro y Blanco, si no, obligarían a mi padre a sacarme del palacio, ya que todas las personas que no tenían un animal dentro las sacaban, además que podrían enamorarse y reproducirse con otras personas normales y nacerían más de ellos sin animal, así que los expulsaban.

Ya había terminado de ponerme el vestido rosa con diamantes de todo tipo y unos guantes, porque si eres de la realeza o noble tienes que tener guantes hasta los codos, si eres de buenas tierras o un guerrero muy bueno, tienes que utilizar guantes hasta las muñecas y si no eres nada de eso nos es necesario que los uses— Listo, ya terminé.

Salí del cuarto y vi que Negro y Blanco estaban besándose con las señoritas, que por cierto hoy tenían cita con otras chicas.

—Ya tenemos que ir a desayunar —ellos se despidieron de ellas y empezaron a caminar junto a mí— ¿Qué tenemos que hacer hoy? —Negro miró.

—Tenemos que visitar al reino más a cercano a nosotros, dicen que hay sequía de árboles y es donde se realizará la junta de príncipes, ya saben, no tomar demasiado ¿recuerdan el año pasado que Blanco se peleó con un principe y lo sacaron? —Negro soltó una carcajada al recordarlo— fue el mejor año.