Capitulo 11 la busqueda

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—Negro ¿dónde estabas? —pregunté al ver a Negro entrar a mi cuarto. Parecía nervioso, más bien preocupado.

—Yo, yo estaba buscando a alguien especial.

—¿A quién?

—Mira, no sé si me creas pero, me enamoré de una chica que no recuerdo, y que según yo vi.

—Entonces te enamoraste de una chica que pensaste que conocías, pero no la recuerdas y tú la quieres buscar por no sé dónde y como no la recuerdas, pasaste 4 días fuera del castillo preocupándonos a todos, ¡¿sólo por una chica que no recuerdas?!

—Emm, bueno si lo dices de esa manera suena tonto... pero sí me enamoré así que la buscaré.

—Mmm, bueno, tal vez te ayude. Pero no he olvidado lo que le hiciste a la pobre de Ayami, ¿no la has ido a visitar?

—¿Para qué? Solo la lastimaría más, yo la vi hablando con Alex. Creo que me está superando.

—Solo porque eres mi amigo, creo que vi a Fer con una chica de cabellos dorados.

—¿En serio? Bueno, gracias, me voy.

—Adiós, pero antes ¿dónde está Fer? ¿Negro?

—No sé, pero yo la buscaré por todo el castillo.

—Buena suerte —terminando estas palabras Negro ya había cruzado la puerta y Blanco apareció.

—Hola Negro.

—Hola y adiós —dijo Negro en el pasillo.

—Hola Mori ¿qué le pasa a Negro?

—Se fue a buscar a Fer.

—¿Qué, se enamoro de ella? Sabía que algo malo tenía que pasar, ¡ella es mi presa! me voy a vengar y ella se enamorará de mí y yo la lastimare con una chica más linda.

—Solo la fue a buscar para preguntarle algo, está buscando a una chica.

—Ah, sí pues...Yo...Mmm. ¿No tienes hambre?

—Sí, vamos. Uuhhhh...con que venganza, ¿eh?

—Si —dijo soltando una risa.

—Bueno yo tengo... —el sonido de la puerta al abrirse hizo que Blanco dejara de hablar.

—La encontré.

—Hola chicos ¿por qué me traes aquí? —preguntó Fer un poco enojada.

—Bueno, te quería preguntar ¿si has visto a una chica de ojos amarillos, cabello dorado como el oro, rizado y corto? —le preguntó Negro un poco cansado, se veía que había corrido mucho.

—¡Mori! ¿Cómo, ya les dijiste?

—¿Decirnos qué Mori? —dijeron al unísono Blanco y Negro.

—Ehhhh, pues yo...

—Volvió a encontrar a su mejor amiga de la infancia.

—Si. Eso, pero no sé dónde está —rasque mi nariz.

—¿Entonces la chica que me gusta es tu amiga de la infancia?

—¿Negro, te gusta alguien? —preguntó Blanco sorprendido.

—No es que me guste, si no que me interesa. Pero Mori ¿por qué no me dijiste? ¿cómo se llama?

—Emily...

—¿Emily, la chica que sacaron del castillo? ahora que lo recuerdo, si, si se parece —dijo Negro un poco confundido.

—¿De qué hablan todos? —preguntó Blanco un poco frustrado.

—Ah, ¿estabas aquí? Ni si quiera te noté, ja —mencionó Fer, lo que hizo que Blanco frunciera el ceño.

—Pff, ¿cómo que no me notaste? Soy como una estrella en la oscuridad, soy genial...

—A nadie le importa —dijo Fer un poco cansada.

—Bueno chicos ya, ¿Mori, dónde está Emily? —preguntó Negro.

—No sé, la última vez que la vi por aquí fue hace muchos días.

—Y tú Fer ¿las has visto?

—No.

Negro se pasó preguntándole cosas a Fer sobre Emily y ella solo respondía que no sabía, por mi parte no quería decir nada, Blanco solo se les quedaba viendo atentamente a ambos. Pasaron horas y ya no puede, me escabullí y salí al pasillo, donde me encontré a Ame y Jake.

—Ame ¿por qué no me saludas? ¿te olvidaste de mí?

—No, pero tú estabas con tus amigos, además ¿por qué te saludaría?

—Por qué yo te quiero...

—N-no me digas mentiras.

—Si fuera una mentira ¿por qué te sonrojarías tanto? —miré a la cara de Ame y era completamente un tomate, estaba muy nerviosa.

—Creo que me tengo que ir.

—Esta bien, pero esperare tu respuesta.

—¡No hay respuesta sin una pregunta!

—¿Quieres ser mi...? No te vayas —Ame había corrido tan lejos que Jake tuvo que ir tras ella.

Yo solo seguí mi camino, vi a Anly alrededor de puros chicos, y cuando menos me lo esperé Jace ya había llegado a pelearse con ellos.

—Maldita sea ¿por qué nadie entiende que ella es mía? ¡Fuera de aquí malditos!

—Tranquilo Jace solo eran amigos.

—Ahora son todos tus amigos, no, ellos venían con otras intenciones.

—Bueno, lo siento...

Así es como todos notan el amor entre ellos, mientras Akai y Ayami comían con Ko y Alex, hablaban de cosas que no pude lograr escuchar, así que seguí mi camino. Llegué al árbol, lo saludé a él y empece hablar sobre todos mis problemas.

—Dime ¿cómo te ha ido? —él solo me hizo una seña de que bien— ¿sabes? de vez en cuando quisiera escuchar tu voz, hablar contigo, jugar, salir al pueblo y hacer cosas, muchas cosas, como ir a comer pastel, ¿sabes? del pueblo de donde vengo hay una tienda de postres que siempre quise visitar, pero no me dejan salir, solo con Negro y Blanco, pero ellos no quieren ir porque las chicas que trabajan ahí son sus ex novias y digamos que ellas no les tienen mucho cariño...

Me la pasé hablando con él sobre pasteles y muchas cosas, pero en todo ese momento me sentí cómoda, protegida y un poco nerviosa, pero no sé por qué quise estar más tiempo con él y escuchar su voz, le diré sobre eso a Fer. Me encaminé hasta el castillo, pensando en él, quisiera ayudarlo. Sentí como si alguien me siguiera, camine más rápido, pero vi una sombra y retrocedí, empecé a escuchar una voz grave.

—Tranquila princesa, se buena.

Cuando me di cuenta sentí un gran golpe en la cabeza y no recordé más.

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