Nuestro Camino

Capitulo 6 ¡El pasado! Parte I

Capitulo 6

¡El pasado! Parte I

Sakuno se encontraba en su nueva habitación, sus dos trenzas caían en sus hombros, su uniforme era azul marino, conjunto de saco y falda y corbata roja, segundo de secundaria, el rector le había pedido que llevara su uniforme de tenis y sus raquetas, dos rosas y una roja, ella se disgusto por el simple hecho que el rector la esperaba afuera de su habitación, al salir ambos caminaron hasta lo más recóndito del instituto, una cancha de tenis recién fabricada, en el centro una maquina de lanza pelotas activada y un monje devolviéndolas todas a la cesta, el asombro la tenía congelada pero también le hacía recordar a Ryoma.

El monje se percato de la presencia de ellos y se detuvo, camino hasta ella y esta solo se escondió a espaldas de su rector, ambos hombres vieron la acción de la chica y las risas explotaron

— Pequeña, no te asustes, mi nombre es Nanjiro Echizen...

— ¡Mucho gusto!, soy Sakuno Ryusaki — soltó la cobriza con la cara roja y haciendo una leve reverencia a como estaba acostumbrada, comenzó a analizar las palabras dichas

— ¡La nieta de la vieja!

— ¡El padre de Ryoma! — contestaron ambos pero se lograron entender, el rector solo sonrió y se fue, Nanjiro le explico lo que sucedía, los torneos mantendrían ocupado a Ryoma y no podría vivir con ellos, cada fin de semana el viajaría a EE.UU para convivir con su hijo pero su esposa había decidido viajar con él hasta Alemania, ella se avergonzó y pidió disculpas.

Los días comenzaron a correr y ella entrenaba duramente, Rinko solo les llevaba algo de almorzar dado que por las tardes ella solía ir con ellos a comer, Rinko se emocionaba pues ella no había tenido hijas y bueno sus dos hijos nunca estaban, en el caso de Sakuno jamás tuvo una madre, era verdad que tenía a su abuela pero ella se dedicaba al trabajo, Ambos padres de Ryoma viajaban por los viernes en la noche y regresaban los Lunes en la madrugada, constantemente Rinko le compraba gran cantidad de ropa, trajes y accesorios.

Su condición fue mejorando, diario debía correr, hacer ejercicios para fortalecer sus extremidades, en los estudios Rinko le ayudaba pues no era muy buena con el inglés, decidió cortarse su larga cabellera y dejarla a la mitad de su espalda, de alguna manera Ryoma tenía razón, una tarde mientras entrenaba sus saques con Nanjiro este último se percato que el cabello de la cobriza comenzaba a estorbarle, al sudar unos mechones se pegaban al rostro de ella, detuvo el entrenamiento y la sentó en la banca.

— Cuando entrenes, has una coleta alta y después una trenza con el sobrante, así no te estorbara — Nanjiro continuaba peinándola, antes de terminar extendió una diadema de tela por su cabeza libero su flequillo y esta mas se avergonzó.

— Gra... gracias... — tartamudeo

— Está bien, no des gracias...

Al retomar el entrenamiento Sakuno comenzó a cambiar de actitud, cuando salían a comer Sakuno observaba de reojo a las personas y este aprovechaba para burlarse de ella, constantemente le hacía insinuaciones con los chicos de su salón, dado que unos le pedían apuntes o simplemente que les ayudara con materias, el tiempo retomo su camino y Sakuno no se avergonzaba con las bromas si no al contrario seguía el juego de su entrenador, si ella no quería hacer algo solo bastaba con decir la palabra "tesoros" y este solo la miraba mal y dejaba de hacerlo, sabía de antemano que Rinko y su aprendiz se llevaban bastante bien.

Sumiré sabía que su nieta había retomado el tenis pero lo que nunca supo quien era su entrenador, después de un año, Sakuno tuvo que quedarse un tiempo sola para entrenar puesto que su entrenador tenía que arreglar un asunto con su hijo y no tenían fecha para volver, le pidió a su rector que le ayudara a mejorar su rapidez y la resistencia. El rector dudo pero ante la terquedad de ella, logro aceptar.

Su apodo fue dado por una chica de volibol; fénix, sucedió que no era buena con los reflejos su entrenador le pidió que durante su ausencia practicara natación, volibol y boxeo, en natación mejoro su respiración y su concentración, en box sus reflejos, resistencia y en volibol mejoro la fuerza de brazos puesto que sus contrincantes jamás se contuvieron con ella, muchos golpes en brazos y cuerpo, caía exhausta.

Después de meses ella mejoro y ahora el torneo de volibol ella participaría, durante el encuentro de dobles la trenza que sostenía su cabello se desato y su largo cabello se dejo ver llamando la atención del público, desde ese momento la llamaron Fénix por su larga cabellara rojo cobrizo y su piel blanca.

CONTINUARA

Gracias por leer, espero y haya sido de su agrado nos leemos hasta el siguiente capítulo.