Capítulo 18 ·La boda no tan perfecta·

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-Barry por cuarta vez... –dije por teléfono- estoy bien ¿hablamos más tarde? Tengo que hacer algo importante ¡Adiós hermanito! -entre a la jefatura y fui de frente a la oficina de Quentin, abrí la puerta y él me vio con sorpresa.

-¡____! –se levantó y me abrazo- ¿cómo estás, pequeña?

-he estado mejor –dije- ¿cómo estás tú?

-mejor –dijo- aunque me es difícil olvidar que tengo amenaza de paro cardiaco

-y no lo olvides –dije sería- lo último que quiero es que te pase algo porque te prometo que estaré muy muy molesta si te pasa algo

-gracias –sonrió- ¿qué te trae por acá?

-vine porque quería hablar de Laurel –dije, él se puso serio- Quentin, ella no te lo dijo porque tenía miedo que te suceda algo entiéndelo

-me ocultó la muerte de mi propia hija –dijo serio- eso es algo que no puedo perdonar tan sencillo, ________

-¿también estás molesto conmigo por ocultarlo? -pregunté viéndolo

-_______...

-entonces no deberías ser tan duro con Laurel... entiendo que estés dolido lo entiendo completamente, pero es Laurel de quien hablamos Quentin, tú sabes como es ella

-lo sé –dijo él bajando la mirada

-por favor intenta hablar con ella –dije- poco a poco quizá sea la mejor opción... solo no le hagas creer que la odias o algo así... -él asintió sin decir algo

-no te prometo mucho pero lo intentaré

-gracias –sonreí- eso es todo lo que quería escuchar

-me enteré lo de tu entrenamiento –sonrió- felicidades detective

-muchas gracias –dije sonriendo- espero que me vaya bien... yo no buscaba un trabajo así, pero... parece que funciona conmigo

-con ese cerebrito tuyo y tus habilidades con la pistola serán más que suficientes –sonrió

-gracias por el voto de confianza –me reí

Extrañaba estos momentos con Quentin, cuando lo conocías bien era muy divertido y un padre sustituto increíble. Me dolía no poder visitarlo tan a menudo, es un hombre muy solitario aunque no parezca, pero es alguien que da todo por sus hijas y lo orgullosa que me siento de que me quiera como una de ellas.


El gran día llegó, John y Lyla por fin dirán que si, me alegraba por ellos, han pasado por mucho y que siga su amor tan fuerte es realmente hermoso. Para la ocasión me puse un vestido color azul marino como me sugirió Laurel, muy graciosa su elección. Legue algo temprano a la boda por lo que vi al padrino, Oliver, caminando de un lado a otro junto con un muy nervioso John.

-así que ¿nervios? –dije mientras me acercaba a ellos

-solo un poco –dijo John, pero al momento de apoyarse en una de las mesas esta se fue al suelo casi con él

-veo que solo un poco -le vi intentando no reír

-¿qué si Lyla no viene?

-está aquí –dije riéndome- ya la fui a saludar, todo está bien tu tranquilo

John suspiró aliviado y se fue un momento a hablar con algún familiar que empezaba a llegar, de un momento a otro apareció Felicity muy bien acompañada de un hombre. Este debería ser Ray Palmer, la miré de costado sonriéndole, sí que era muy apuesto.

-Ray ella es ______ Allen, _____ te presento a Ray Palmer –sonrió Felicity

-es un gusto –dije extendiendo mi mano y sonriéndome

Los Hermanos Allen ✔️ {EN EDICIÓN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora