Ya hace unos días que estaba de vuelta en mi ciudad, Nueva York. Tenía en mis manos un café de Starbucks que había comprado temprano en la mañana.
Estaba en la sala de mi casa esperando a que Taylor terminara de arreglarse para ir a la escuela.
Tenía mucho que contarle a Lorraine. Luego, recordé que estábamos peleadas. Así que primero tenía que arreglar las cosas con ella.
Diez minutos después Taylor bajó de su habitación.
-Ya estoy lista–dijo energéticamente.
-¡Al fin!–le dije dandole un palmadita en la espalda.
Nos dirigimos al auto y una vez dentro Taylor habló.
-Luke me ha enviado un mensaje–dijo sin más.
-¿Que te ha dicho?–pregunté.
-Míralo por ti misma–dijo mientras me extendía su teléfono.
Se que las cosas entre nosotros no acabaron bien. Pero quiero que nos demos otra oportunidad. Perdóname por todo. Me encantaría salir contigo. Sábado a las 8:00pm pasó por ti ¿que crees? ¿Aceptas?
-¿Qué? ¿Como se atreve?–pregunté.
-No se que le pasa. Cuando rompimos dijo que jamás me perdonaría y que no quería volver a verme. ¿Y ahora me invita a salir? No entiendo los hombres–dijo mientras encendía el auto y comenzaba a manejar.
-Taylor el problema de que Luke se te acerqué es mucho peor–dije sin más. Taylor merecía saber la verdad.
-Hailey, ¿que tienes que decirme?–dijo Taylor comprendiendo la fuerza en mis anteriores palabras.
-Lorainne cree estar embarazada de Luke–solté.
-¿Qué?–paró Taylor de cantazo.
-¡Taylor nos vas a matar!–grité.
Taylor comenzó a respirar fuertemente. Ambas estábamos asustadas por el fuerte frenazo.
-Luke es un imbécil. ¿Como puede acercarse a mí cuando ni siquiera sabe si Lorraine esta embarazada de él o no? ¿Que rayos le pasa?
-Eso es justo lo que no sé–dije suspirando.
Una vez dentro del colegio me despedí de Taylor para buscar a mi amiga. Me dirigí a la aula 150. Suspiré y entre. Tal como me lo esperaba Lorraine estaba dentro.
-Hola–dije tímidamente.
-Hola–contestó.
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El Secreto de las Gemelas
Teen FictionMi nombre es Hailey Evans Collins y tengo una hermana gemela, somos totalmente diferentes, no solo porque no soy la favorita de la casa, si no porque seré la primera en morir, para ser exactos a los 16 años; gracias a que tengo "gemeltitis"- es una...