Capítulo 18

2.7K 141 7
                                    

N/A: Es un capítulo muy breve, pero si no lo actualizaba ya, iba a estar varios días más sin poder escribir nada, así que breve, pero espero que suficiente.

Gracias por las reviews, como siempre digo, ayudan mucho a continuar con la historia. Cuántas más reviews más ganas de escribir y antes escribiré, así que ya sabéis :)



.
Cierro el cuento y lo dejo sobre la mesita de noche, arropando después a Emily.

-Mami, ¿puedo dormir contigo? - pregunta en un susurro.

-No cielo, tienes que dormir en tu propia cama.

La tenue luz, provocada por la pequeña lámpara que utiliza para dormir, me permite vislumbrar su cara poniéndome ojitos.

-Por fa, es que echo de menos a papi - dice, y continúa mirándome con esos ojitos, expresión que ha adoptado gracias a Castle, al igual que su poder de persuasión.

Le miro con ternura, pues me es imposible decirle que no cuando se trata de esa mirada. Sin embargo... yo también echo de menos a Castle.

-Hacemos una cosa, yo me quedo aquí contigo hasta que te duermas, ¿vale?

-Vale - dice, ahora en un tono más alto de voz, y con una sonrisa en su rostro.

Ruedo los ojos y me tumbo a su lado. Ella se abraza a mí, colocando su mano sobre mi vientre.

-Buenas noches - susurra, posando después sus labios sobre mi vientre, dándole así un cálido beso al bebé.

No puedo evitar inclinarme y darle un beso sobre la cabeza, agradecida de que esté feliz con la idea de tener un hermanito o hermanita. Entendería si estuviese recelosa por ello, sin embargo, ya tengo suficiente por lo que preocuparme, y me enorgullece que ella esté siendo de ayuda.

Con cuidado, consigo deslizarme entre las sábanas y salir del dormitorio sin que ella se despierte.

Camino hacia mi habitación y me tumbo en la cama, cogiendo después el libro que guardo bajo mi almohada.

Me muerdo el labio tras leer cómo Nikki y Rook se dan un apasionado beso. Sé que Rick escribió ese libro pensando en nosotros. Pensó en esos personajes, en su historia, antes incluso de que nosotros comenzáramos a salir.

De alguna manera, leer sus libros me hace sentirlo cerca.

Cierro el libro cuando los dos personajes se empiezan a quitar la ropa frenéticamente. Suspiro, mirando el techo del dormitorio. Cierro los ojos e intento pensar en otra cosa, sin embargo... solo veo a Rick, con una pícara sonrisa en su rostro. Y por si fuera poco... su torso desnudo.

Maldita sea mi imaginación y maldita sea la falta de sexo - pienso - ¿Por qué me haces esto, Rick?

Vuelvo a morderme el labio y rápidamente agarro el libro. Apenas me lleva unos minutos leer la escena completa. Vuelvo a cerrar el libro y esta vez apago la luz, con la absurda intención de intentar dormir.

La escena de sexo entre Nikki y Rook, o entre mí y Rick, se repite una y otra vez en mi mente.

Deslizo mi mano por debajo de mi ya abultado vientre, colocándola por debajo de mi ropa interior, hasta llegar al punto exacto que necesito. Con los ojos cerrados, dejo que la escena se repita una y otra vez en mi mente y simplemente me dejo llevar.

-Rick - mis labios se mueven, casi de una manera inconsciente, susurrando su nombre cuando consigo llegar al punto de placer que necesitaba.

Echo la cabeza hacia atrás, suspirando. No tiene comparación a cuando es él el que me provoca ese placer, sin embargo... algo es algo, supongo.

Llevo la mano hasta mi mesita de noche, tratando de deslizar el dedo sobre la pantalla para parar el molesto sonido de la alarma. Tardo unos segundos en comprender que no se trata de la alarma, sino de una llamada telefónica.

Me hago con el móvil, observando que se trata de un número desconocido.

Cuando me remuevo un poco, noto un cuerpecito pequeño pegado a mí. Sacudo la cabeza al ver que Emily está durmiendo en mi cama, a pesar de no saber en qué momento de la noche se ha escapado de la suya para venir conmigo.

Salgo de mi dormitorio para no despertarla, y descuelgo el teléfono, caminando hacia mi rincón en la ventana del salón.

-¿Quién es? - Pregunto al escuchar el silencio al otro lado del teléfono. Mi voz suena áspera y entrecortada, dejando en evidencia que me acabo de despertar.

-Katherine - la voz ronca que pronuncia mi nombre hace que me sobresalte rápidamente. Sin duda reconozco al investigador privado, amigo personal de Castle y al cuál le debía un par de favores, que me está ayudando.

-¿Tienes algo? - Pregunto con nerviosismo -¿Lo has encontrado?

-Antes que nada, siento llamar a estas horas, pero he encontrado algo y he supuesto que te gustaría saberlo.

La tranquilidad que utiliza para hablar me resulta molesta y me pone todavía más nerviosa. Hace una semana que contacté con él, y todavía no había tenido una repuesta con algún avance en la investigación, por supuesto que no me importa la hora que sea.

-¿Qué es lo que has encontrado? - digo, ahorrándome cualquier palabra de más.

-Veo que vas directa - dice. Por la pausa que hace después y el sonido de su garganta, imagino que está fumando - Vayamos por pasos. Averigüé dónde está Rick, hace unos días.

-¿Lo sabes desde hace unos días y no me habías dicho nada?

-Sé dónde está, pero no tenía nada que te pudiese ayudar a que salga de ahí - Suspiro, cabreada, y no digo nada. Supongo que eso es suficiente para hacerle continuar - Tal y como tú pensabas, no está retenido en contra de su voluntad.

-Claro que no, está ahí porque esos hijos de puta amenazaron con acercarse a nosotras.

-Sin embargo, tiene varios ojos en su espalda que lo controlan continuamente, con lo cual le resultaría muy difícil hacer cualquier movimiento sospechoso.

-Pero tiene que haber alguna manera de ayudarle, ¿has encontrado algo?

-No algo, sino alguien - dice, haciendo después una pausa misteriosa.

-¿Alguien? ¿Qué quieres decir?

-Digamos que hay alguien más interesado en los pasos de esta mafia, y más en concreto, en los pasos del escritor.

-¿Otro investigador?

-Llevo demasiados años en la profesión como para reconocer a uno de los míos. No, no se trata de un investigador. Se trata de un agente del FBI.

-¿Un agente del FBI, crees que está intentando destapar el desentramado de la mafia?

-No sabría decir cuáles son sus objetivos, lo que sí te puedo decir es que debería tener más cuidado. Pone demasiado interés en que ellos no lo descubran, pero no observa el peligro a su alrededor.

-¿Quién es, cómo puedo contactar con él?

-No es él, es ella. Te acabo de enviar un email con una foto y la dirección donde puedes encontrarla.

-Gracias - le digo, desesperada por cortar la llamada y comprobar mi correo.

-Siento haber podido llegar solo hasta aquí. Tienen todo demasiado controlado, pero tengo la corazonada, de que ella te podrá ayudar.

-Castle te estará agradecido.

-Si quieres un consejo... La paciencia es una gran virtud que a veces nos ayuda a llegar más rápido a nuestros objetivos.

Tras esto, es él quien corta la llamada, así que rápidamente me dirijo a mi bandeja de entrada, abriendo el email que acabo de recibir.

-No me lo puedo creer - susurro cuando abro la fotografía y descubro de quién se trata.

Confia en miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora