Capítulo 20

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N/A: Gracias mil por seguir la historia y por los comentarios positivos hacia ella. Obvio los negativos también se agradecen para mejorar (como he dicho otras veces), pero claro, los positivos me alegran más jaja

Espero que os guste este capítulo, y los que le sigan.



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Entro al dormitorio de mi hija, que se remueve entre las sábanas. La luz del sol se filtra tras las cortinas.

-Despierta pequeñaja - le digo, sentándome en el borde de la cama.

-No soy pequeñaja - se queja al mismo tiempo que esboza una pequeña sonrisa, despertando.

-¿Ah no? ¿Estás segura? - comienzo a hacerle cosquillas mientras ella intenta evitarlas, riendo.

Finalmente paro y me tumbo a su lado.

-Mami, anoche no viniste - dice, cambiando el tono de voz.

-Lo sé mi amor, mami estaba trabajando.

-Pensaba que tú también te habías marchado - rodea mi cintura con sus bracitos y apoya la cabeza sobre mi abultado vientre.

-Nunca haría eso.

-Pero papi...

-Cielo, ¿sabes que papi no nos ha abandonado, verdad? - Ella asiente, sin embargo no parece quedar muy convencida - Él no quería irse, pero tuvo que hacerlo. Tuvo que arreglar unas cosas para protegernos.

-¿Igual que tú en tu trabajo?

-Más o menos.

-Pero yo echo de menos a papi, quiero que venga ya.

-Yo también lo echo de menos - le confieso - Echo de menos cuando estábamos los tres tumbados en la cama. Sus besos. Su risa...

-O cuando nos hacía cosquillas y nosotras le tirábamos los cojines encima - dice riendo.

-Si... - acaricio su cabello suave, deslizándolo entre mis dedos mientras intento que el recuerdo de Castle me de fuerzas.

-O cuando no me apetecía lavarme los dientes y guardábamos el secreto para que no te enterases - dice, inclinándose y mirándome con una sonrisa traviesa.

-¿Qué hicisteis qué? - le digo, fingiendo enfado mientras frunzo el ceño.

Ella comienza a reírse a carcajadas y se baja rápidamente de la cama, huyendo de mis cosquillas.

-Venga a desayunar, o llegarás tarde al cole - digo entre risas mientras me bajo yo también de la cama.

Cuando salimos a la cocina, mi padre está sirviéndose café en una taza. Me ofrece un poco, pero yo niego con la cabeza. A pesar de que con el embarazo no he dejado la cafeína del todo, evito tomar mi café por las mañanas ya que siempre acababa dándome nauseas.

-¿Cómo te encuentras? - me dice, mientras vuelco los cereales de Emily en su pequeño bol de Pepa Pig.

-Mejor - le muestro una pequeña sonrisa para que vea que es cierto. Me encuentro mejor físicamente, aunque lo cierto es que estoy aterrada por lo que pueda pasar esta noche con Castle.

Le ofrezco a Emily su tazón con cereales mientras está sentada a la mesa, entretenida con una muñeca de Frozen. Observo cómo mi padre la mira con un deje de preocupación.

-Estaba preocupada por mí - digo, apoyándome en la encimera, al lado de mi padre.

-Anoche no quise decirte nada para no preocuparte más, pero se durmió llorando. Pensaba que tampoco ibas a volver.

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