Capítulo 11

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Días después...

Parecía que lo más importante de aquel día quedaría en el olvido por un tiempo más...

No resistí seguir un segundo más allí.

Tal vez el habernos retirado de aquella reunión no fue lo más correcto, pero después de haber hablado con Sonic lo vimos por completo necesario. Los chicos nos habían entregado el resto de los vídeos para poder verlos en casa cuando me sintiera mejor; parecía ser que esos que no logré ver se habían tratado del tiempo en que comencé mi relación con el azul.

Incluso agradezco por no haber visto todo aquel día...

Guardé mis manos en los bolsillos de la chaqueta negra que vestía; me encontraba caminando por uno de los senderos de aquel enorme parque, buscando algún rincón en el cual hubiese por lo menos una pequeña pizca de paz o silencio. Aquella frustración y ansiedad no se habían ido de mi mente desde aquel día, incluso ahora me sentía aún peor.

Miré una banca al fondo, al lado contrario de donde siempre solía pasar el rato; este lugar en especial era un tanto más desolado que el anterior. Fui allí tomando asiento en la vieja banca, mirando a mi alrededor al parecerme tan extraño la enorme tranquilidad que inundaba el lugar.

Crucé mis brazos sobre mi pecho, cerrando por un momento los ojos, sintiendo la suave brisa chocar con mi rostro y resonar en mis orejas.

Por fin, paz...

« Entonces, ¿qué haremos? »

« No tengo ni la menor idea... Tal vez, hablar con Sonic o con Mephiles, pueda que logre retomar los estudios y volver a ser arquitecto o trabajar en otra cosa. No lo sé. »

« Y sobre el otro asunto, ¿qué pasará? Ya sabes, los bebés, Sonic, tu antigua vida. »

« Sabes que nada podrá ser como antes, no sigas con lo mismo. »

« Shadow, si no te esfuerzas, menos lograremos algo. Todos están haciendo lo más que está en sus manos, cada uno de tus amigos está procurando ayudarte. »

« ¡Lo sé perfectamente!... »

— Es solo que, no tengo ni la menor idea de qué haré —siseé abriendo mis ojos, inclinándome para apoyarme en mis codos, colocando estos en mis rodillas.

Tenía unas inmensas ganas de salir corriendo, ya darme por vencido sin sentir carga en mis hombros por siquiera pensarlo. Estaba harto.

« Los bebés no tienen la culpa, él tampoco, deberías darte la oportunidad solamente... Tú...»

« Y ¿qué hay de mí? Yo tampoco tengo la culpa ¡no tengo el porqué hacerlo!, piensa también en eso. »

Gruñí mientras frotaba mis manos contra mi rostro, como si eso me ayudara a quitar un poco de aquel coraje. Me detuve mirando al frente, el que no pasase mucha gente por aquí ayudaba bastante a hacer lo que quisiese sin sentirme observado.

— ¡Oye, Tails, ven aquí! —escuché a lo lejos del sendero, giré la mirada hacia allá, mirando al zorrito que había visto hace unos días en aquella reunión y detrás de él venía aquella chica, la ardilla que miré días atrás. Bueno, con la que había chocado.

— ¡Alcanzame! —el chico pasó frente a mí sin notarme en lo más mínimo, yendo de un costado a otro. La joven dio pasos torpes, jadeando de manera frenética; se detuvo frente a mí, mirando por donde aquel chico se había ido, sosteniéndose sobre sus rodillas al intentar recuperar el aire.

Recordando un Amor [Shadonic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora