Capítulo 1

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Esta historia comienza del modo en que siempre debió mantenerse: de la manera más feliz y dulce que una historia de amor podría ser...

En la cual el verdadero amor, la eterna ilusión y el más grande de los afectos son compartidos entre dos almas gemelas.

Mas como en cualquier cuento del librero del abuelo, un inconveniente pondría aprueba tal amor dicho...

... Vería la verdadera intensidad con la cual se amaba esta hermosa pareja.

Y tal vez tomando en cuenta uno de los mejores escenarios en el cual una relación tendría la oportunidad de unirse más era la mejor manera de demostrar su afecto:

Sus miradas fijas en las hermosas joyas que el otro poseía, dedicando las más dulces de las miradas, con sonrisas cálidas y pequeñas caricias que se dedicaban entre sí. Así era el trato casi diario que aquella pareja solía dedicarse, mostrándose mutuamente el aprecio que se tenían.

Y este día no era la excepción, ambos estaban en la sala de estar compartiendo tiernas palabras al contrario, casi que luchando por saber quién enamoraba más al otro.

Era de noche, el sol ya se había despedido desde hacía un par de horas, la cena preparada por aquellas manos cobalto ya había sido por completo ingerida y el momento en que solo eran ellos dos en este mundo estaba más que presente.

Uno acurrucado entre los brazos del otro, contando cada anécdota loca que conformó su día, acompañados de mil y un "te extrañé" por ocho horas más pasadas afuera de su hogar.

¿Cuánto había pasado desde que aquellos dos no eran más que un par de novios? ¿Cinco, seis meses?

¿Cuánto tiempo no habían convivido antes de eso? ¿Ocho años? ¿Más?

Cada mañana se miraban y decían sentir que se conocían de toda la vida...

Todos los días sus miradas se encontraban y se daban cuenta que aquel amor tan grande sería imposible de romper...

Revolvía los pequeños cabellitos que escapaban entre las púas de aquella frente azabache con sus dedos, escuchando atento a su esposo, el cual estaba acostado en sus piernas, esmerado en contar cada cosa que le haya pasado y procurando no olvidar nada.

Adoraba mirar la emoción y euforia reflejada en aquel par de rubíes que decoraban el rostro de su pareja, le emocionaba saber que aquello que hacía le gustaba tanto.

Adoraba que el otro fuera feliz...

... Él lo era si su amado lo estaba...

El menor rió ante más de un par de cosas que el otro le relató, pasando como muchas de esas anécdotas que debería de rememorar en cualquier reunión familiar o fiesta a la que asistiera.

— ¡Hablo en serio! —exclamó presuroso el erizo de oscuro pelaje, queriendo no reír al ver a su esposo carcajearse —. T-te lo juro, no te burles. —optó por reír al ver que no ganaría nada en contra de su pareja, aquella risa le era por completo pegajosa.

Se enderezó entre carcajadas, sentándose de frente al azul, tomándole de los brazos para darle una pequeña sacudida. Ambos aun reían.

Las carcajadas fueron desvaneciendo de a poco mientras cada par de ojos se admiraban con el mayor de los cariños.

Recordando un Amor [Shadonic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora