Varios días después...
~Narradora~
Decir que el tiempo pasa volando en algunas situaciones no suena tan descabellado...
Ellos lo aseguraban a diario, mirando hacia el techo y dándose cuenta de que se trataba de un nuevo día... Un nuevo día en al cual todo seguía igual, sin ningún avance, sin ninguna ventaja...
Ambos recién habían despertado y estaban arreglando las pocas prendas que se colocaban encima mientras cuidaban la hora.
Ese día sería la reunión que los chicos solían hacer cada año, solía englobar todo el día y gran parte de la noche, además que a la casa del hermano de Shadow se hacía más de una hora de camino, así que lo único que les quedó fue levantarse a primera hora y apresurarse para estar listos lo antes posible.
El menor no pasaba de colocarse uno de sus infinitos suéteres y esas típicas zapatillas que solía usar casi a diario; mientras Shadow igual se colocaba esos zapatos que casi a diario llevaba usando desde que reaccionó, como si eso fuese lo único que recordara de aquella vida olvidada, con su chaqueta de cuero negro a un costado, lista para colocársela.
Se levantó al ya vestir sus zapatos, yendo hacia el menor que aún seguía con esa batalla interminable que solía tener desde hacía ya varias semanas para lograr colocarse un simple par de zapatos; su pancita no le dejaba inclinarse lo suficiente y hasta que no lograra de alguna manera atar sus agujetas, estarían allí.
— ¿Necesitas ayuda?—preguntó el moreno mientras ladeaba un poco su cabeza, admirando al azul que jadeaba ya desesperado. Su paciencia se había esfumado.
— Por favor —rogó mientras sus orejas se pegaban contra su cráneo, dejando de nuevo sus pies colgar de la orilla de la cama, dando un pequeño suspiro.
El moreno se inclinó frente al azul, apoyándose en una de sus rodillas; tomó el pie del cobalto para acomodar las calcetas de éste, las cuales a jalones sólo logró colocarlas al revés en sus pies. Rió divertido al ver aquellos calcetines tan mal colocados y apoyó uno de los pies del cían sobre su rodilla alzada, dando ese dobles de la media en el tobillo azul; tomó una de las zapatillas y se la colocó, notando como los pies del menor estaban un tanto inflamados, al igual que como la murciélago lo había especificado.
Siguió el mismo procedimiento con el otro pie, irguiendo su cuerpo cuando estuvo terminado su trabajo. Se detuvo un momento antes de estar por completo de pie, mirando ese redondo estómago que decoraba el abdomen del menor, el cual ya era cubierto por el suéter de lana. Sonrió suave mientras con el permiso del cobalto pasaba una de sus manos sobre aquella tela esponjosa, ganando uno de esos dichosos ronroneos que Sonic muy pocas veces solía dejar salir.
Retiró su mano aun mostrando esa sonrisa suave dedicada solo al cobalto. Le ayudó a ponerse de pie con bastante cuidado, ya que a causa de aquella enfermedad que padecía aún permanecía algo delicado de salud y le era casi imposible llevar a cabo algún esfuerzo.
El moreno tomó su chaqueta alzándola sobre su hombro, dejando que el menor se sostuviera de su brazo, yendo así de la habitación principal a la planta baja, en donde el azabache tomó las llaves del auto que ya llevaba bastante guardado en el garaje.
Ahora solo les quedaba emprender camino...
(...)
— Es allí adelante —indicó el azul mientras miraba el camino, apuntando con su dedo índice a una de las muchas casas que conformaba aquel silencioso vecindario. El moreno asintió al escucharlo, estacionando el auto frente a la puerta que limitaba el patio delantero, muy junto a la acera.
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Recordando un Amor [Shadonic]
Fiksi PenggemarSuelen decir que no existe nada que pase dos veces de la misma forma... Que por más similar sea un suceso, nunca se asemejará por completo al anterior o al siguiente. Dicen que por más amor que se tenga a ese alguien, dos veces no podrás demostrarl...