Capítulo 12

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Abstracción hecha de algunos escépticos, que representan el tipo decente de la filosofía, el resto desconoce la exigencias elementales de la probidad intelectual. Todo esos grandes idealistas y portentosos se comportan como las mujeres: toman los "sentimientos sublimes" por argumentos, el "pecho expandido" por un fuelle de la divinidad y la convicción por el criterio de la verdad. Por último, Kant, con cantor "alemán", trató de dar esa forma de la corrupción a esta falta de conciencia intelectual, un carácter científico mediante el concepto "razón práctica"; inventó expresamente una razón para el caso en que no se debía obedecer a la razón, o sea cuando ordenaba el precepto moral, el sublime imperativo del "tú debes". Considerando que es casi todos los pueblos el filósofo no es sino la evolución ulterior del tipo sacerdotal, no sorprende este legado del sacerdote, la sofisticación ante si mismo: Quien tiene que cumplir tantas tareas, por ejemplo la de perfeccionar, salvar, redimir a los hombres; quien lleva en sí la divinidad y es el portavoz de imperativos superiores, en virtud de tal misión se halla al margen de toda valoración exclusivamente racional; ¡él mismo esta santificado por semejante tarea, él mismo es el exponente de un orden superior!... ¡Qué le importa al sacerdote la ciencia! ¡Él está por encima de esto! ¡y hasta ahora ha dominado el sacerdote! ¡Él determinaba los conceptos "verdadero" y "falso"!

El AnticristoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora