13.-Ese sentimiento.

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Matt no estaba en posición de discutir con Mayra y mucho menos estaba en una posición donde podía decirle a Mayra que no le parecía bien hablar, así que con un poco de dificultad Matt tragó saliva con fuerza y con paso indeciso se acercó al banco que Mayra le indicaba y se sentó.

- ¿Cómo supo que estaba aquí? - preguntó él

- ¿Además del auto aparcado a una calle de aquí con matricula "MWEST 4560" y el extraño aroma de tu colonia? Lo noté por Fernanda y su manía de gritar al hablarme, además de mi discusión con mis hijas la otra noche donde casualmente surgió tú nombre. - Después bromeó - No lo sé... fue una alerta roja

Matt se quedó callado, sin que se le ocurriera algo más que pudiese decirle a Mayra, ¿Fernanda le había dicho eso?

No, no, no.

Simplemente ella lo había supuesto porque Gemma le había hablado de él y Fernanda gritó bastante. Mayra suspiró y continuó.

- Por favor, Matt, no nací ayer. Estuve embarazada cuatro veces y soy madre de ocho hijos - hizo una pausa y agregó - siete si no contamos a Jessie.

Jessie era la hermana y melliza de Gemma, a Mayra aún le dolía lo sucedido con su hija cualquiera que pusiera atención lo habría notado, por el modo en que sus ojos se humedecían y su labio inferior se ponía ligeramente tembloroso, aunque aún tenía a Gemma y eso era mejor que nada.

- Creo que conozco suficientemente bien a mis hijos para saber cuándo están mintiéndome - continuó Mayra, Matt siguió callado. - O cuando están ocultándome algo. Tuve que aprender a vivir con ello - Mayra suspiró -, tuve que aprender que los siete tienen cosas diferentes. Pero desde hace veintidós años que vivo en esta familia aprendí como me mienten y como me ocultan algo, aunque con la llegada de Fer esto me fue más fácil. Ella es como un libro abierto ¿Sabes? No se le da muy bien mentir.

Matt soltó una risita, sabía muy bien que a Fernanda no se le daba bien decir mentiras, y aun que el ocultar las cosas era algo muy diferente tampoco sabía muy bien cómo hacerlo.

Era algo que Gemma y su hermana tenían en común, no sabían ocultar las cosas, no tenían mucha experiencia ocultando las cosas, ni siquiera aquello que en realidad deberían mantener en secreto.

Lo que las diferenciaba era que Gemma mentía muy bien si tenía que hacerlo, y peor aún si no le interesabas lo suficiente, ella no vacilaba cuando decía una mentira y eso le otorgaba ciertos puntos fuertes para evitar que le hicieran daño.

- Si, lo sé, lo siento. - Matt tomó aire, intentando elegir sus palabras lo mejor que le fuese posible

Pero realmente no lo sentía, no sentía absolutamente nada excepto la estupefacción de estar allí justo con Mayra y de haber visto a Gemma.

Matt estaba decidido a tener algunas respuestas por parte de la familia, no importaba que tanto tuviera que saber o cuanto dolerían las respuestas, no estaba nada dispuesto a quedarse de ese modo.

- ¿Mayra? - Mayra lo miró casi de inmediato con las cejas arqueadas - ¿Qué era todo eso que Ryan mencionó acerca de... que no querían que la encontrara para protegernos?

Mayra lo miró con ojos entrecerrados, mientras meditaba un tanto su respuesta por unos minutos, suspiro profundamente antes de responder

- La veía muy feliz contigo, Matt, y tú estabas muy enamorado de ella...

- Aún lo estoy - replicó él - Después de casi cinco años, aún lo estoy.

-... que no quise quitarles eso - continuó Mayra fingiendo que no lo había escuchado -. Siempre he procurado lo mejor para mi hija, para todos ellos. Después del accidente, Matt, cuando ella llegó al hospital, tardó un par de horas en despertar, estaba muy lastimada, le hicieron las preguntas básicas; si recordaba su nombre, su edad, su escolaridad. Todo - Suspiró y parpadeo rápidamente para evitar las lágrimas-. Era obvio que recordaba su nombre, pensaba que tenía once años y que aún estaba por entrar a secundaria. Nos reconoció a todos nosotros, le pedimos a Ann que se presentara, pero cuando lo hizo... Gemma no tenía ni idea de quien era ella. - Sorbió por la nariz, había comenzado a llorar, y Matt hizo todo lo que pudo por no llorar también él - Annalise se puso a llorar y por supuesto le contó de la secundaria, le pedí que no le hablara de ti ni de nada relacionado contigo. Annalise tardó un poco en dejar de llorar, e intentó por todos los medios ayudarla a recordar, pero solo pudo contarle todas las cosas que habían pasado juntas e intentaba que Gemma la recordara, creí que la golpearía en cualquier momento por lo desesperada que estaba al perder la memoria de su mejor amiga asi tan de pronto- Mayra forzó una risita mientras sorbía por la nariz intentado parar de llorar.

Amnesia al despertar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora