La Era De Los Robots -Yoonmin-

I

Narra Jimin

Desde que me dijo eso Namjoon esta tarde no lo dejo de pensar. "Ten cuidado con él, tiene una personalidad rara y extraña" ¿Qué significará eso? Todos los robots son buenos, ¿verdad? Deje de pensar en eso y cerré mis ojos esperando dormirme.

*

Alguién toca la puerta, ¿quién sera? Me levanto de la cama con el pijama, que consiste en un bóxer.

Me dirijo a la puerta revolviendo mi cabello cansado.

Tocan más fuerte el timbre, antes de abrir miro el reloj y digo: ¡Ya voy!

Abro la puerta y veo a un chico peliazul-verde bastante guapo. Este se me queda mirando y veo un pequeño rubor en sus mejillas. ¡Mierda!

-P-perdona, ¿es ustéd Park Jimin? - dijo el chico un poco nervioso.

-SI, soy yo, perdón por presentarme así... - le digo mientras me veo.

-No importa, adonde vivía antes veía muchos torsos bien marcados. Yo soy Min Yoongi, tu robot. Puedo... ¿pasar?

-Claro, a partir de hoy esta sera tu nueva casa. - le sonreí.

Entramos y yo me fui directo a mi cuarto para ponerme una camisa blanca con un pantalón deportivo. Ahora tengo que pensar donde dormirá. Pensé y recordé el cuarto de invitados, me había olvidado de él.

Cogí ropa mía y de la cama y la lleve al cuarto de invitados, las coloqué y salí de ahí.

Fuí a la cocina y vi que Yoongi estaba ahí buscando comida. Este se giró y me vió.

-¿Dónde tienes la comida? ¿Dónde dormiré?

-Más despacio, primero, esta en la despensa, segundo, en el cuarto de invitados. - me miro confundido y con el ceño fruncido.

-A mi me habían dicho que si tenia un amo tendría que dormir con él, eso es lo que me dijeron. - ¿qué?

-¿No te has leído el manual de instrucciones? Normal que me mires así de tonto. - ¿qué cojones...? - Toma, aquí esta, ahora leelo. - encima me manda, quién se cree este tío.

Lo tome de mala gana para luego leérmelo.

-Tranquilo, pequeñín. - después de decir eso se rió como un malvado.

Este tal Yoongi me da mala espina, es un completo idiota. ¿Quién se cree? Le pondré algún apodo... ¡Suga! Dice todo lo contrario de él, no es para nada dulce con la gente. Bien, ese sera su apodo.

Me fui de ahí, no quería verle la cara. Entre a mi cuarto y empecé a leer el manual, que por cierto era bastante gordo.

"Si has comprado un robot, deberías leer esto antes de hablarle.

1.El robot ya vendrá como si fuera un completo humano, no es necesario darle a ningún botón para que se encienda.

2.El robot tendrá que dormir con el hombre/mujer que lo haya comprado, es obligatorio.

3.Pueden hacer todo por si mismos, no es necesario ayudarles a menos que te lo pidan.

4.Todos los robots vendrán con sus aparatos reproductivos, tienen las mismas necesidades que los humanos con las relaciones sexuales.

5.Si un hombre a comprado a un robot hombre, o al revés, pueden tener sentimientos por su amo/ama, ten cuidado con esto, si su robot se enamora de usted no habrá vuelta atrás.

6.¡Gracias por su compra! Qué disfrute de su robot humano."

Vale, no es tan gordo, tan solo lo ponen con letras gigantescas y una instrucción por cada pagina, también viene en distintos idiomas. ¿Quién se creen que soy? ¿Un niño aprendiendo a leer? Sera para qué leamos bien cada instrucción, si, eso será.

Deje el manual en la cama, no sin antes leer otra vez la instrucción número cinco, ¡qué estupidez! Si ese ser se enamora de mi... con sólo pensar eso un escalofrío recorre mi cuerpo. Revolví mi cabello con desesperación y me fui al baño, necesito una ducha enseguida, y bien larga.

Ya en el baño, me quito la ropa y enciendo el agua. Esperé hasta que se puso caliente y me metí a la regadera.

-Que bien se siente... - dije para mi mismo mientras el agua recorría mi cuerpo.

Salí, creo que ya llevaba bastante tiempo en la ducha.

Me puse una toalla en la cintura y otra en el cuello y abrí la puerta, menos mal que el baño esta conectado a mi habitación.

Mire el reloj que tenia en la pared y eran las 12:30, ¿aún es tan pronto? Y pensar qué llevo poco tiempo con mi robot, ese robot bipolar. Al principio parecía tierno cuando abrí la puerta, pero luego cuando entro se volvió malvado. ¿Tendré qué convivir con él toda mi vida?

Cogí ropa del armario y me la puse, un pantalón corto vaquero con una camiseta color azul claro. Me seque un poco el pelo con la toalla que tenia en mi cuello y me peine con mi mano, por lo menos estaba presentable. Alguién toco la puerta y la abrió.

-Aún no me has dicho tu nombre, otra cosa, ¿ya has leído las instrucciones?

-¿Tú no me has preguntado esta mañana si Jimin era mi nombre? Y sí. - dije molesto. ¿No se acordaba lo de esta mañana?

-Es verdad... ¿Tenía la razón entonces? Lo de dormir contigo.- qué fastidioso es este chico.

-Sí, tenias la razón. - dije rodando los ojos.

-¿Dormiré en la cama no? - ¡¿qué?! Ay no no... lo decía la instrucción número dos, dormir juntos...

-S-sí, conmigo.

Vi como una sonrisa aparecía en su rastro, una sonrisa de maldad. ¿No pensara hacer nada malo mientras duerma, verdad? Por otra parte... menos mal que mi cama es un matrimonial, tendré mi espacio.

-Jimin, ya pronto sera la hora de la comida, ¿qué vas ha hacer?

Ni puta idea, ¿tú cuerpo a la plancha?

-No lo se, ¿qué quieres tú?

-Mmm, quiero una ensalada, si puede ser, cesar.

Yo no tengo lechuga, prefiero la comida basura que me hace unas mejillas regorditas tiernas. Qué remedio, tendremos que comer fuera.

-Tendremos que salir, no tengo lo que quieres.- él no dijo nada, solo asintió.

Cogí la billetera y salimos de casa.

El tiempo esta soleado con algunas nubes y hace bastante calor.

-Oye, ¿a los robots les afecta el calor? - le pregunté.

-Tú ya lo deberías saber.

Después de eso no dijimos ni una sola palabra. Comimos en un restaurante familiar y luego fuimos a casa. Yo me quede viendo la TV mientras que Suga miraba la casa.

Llegó la hora de la cena, pero yo no tomé nada y Yoongi no me dijo nada de querer cenar.

La hora de dormir, con Suga, en la misma cama. Mamá ayúdame.