Después de aquella libertad que había conseguido por saltar mas de 10 metros. Era hora de entrar al mundo real y no quedarse estancada en esa fantasía de felicidad, caminaba por las calles de Gran Bretaña con una esbozante sonrisa. Aunque para algunos muggles pareciera una psicópata para ella era completamente normal, no podía ocultar su felicidad, cabe destacar que ahora es una prófuga y debe aprender a vivir como una muggle pero ¿como? Era la pregunta que le rondaba ¿donde dormiría? Esa sonrisa desapareció de su pálido rostro. Era cierto, no tenía ni siquiera dinero mágico.
Mientras tanto estaban los gemelos Weasley en la casa que Aylien había abandonado. Estaban preocupados Fred había visto a Aylien saltar de la ventana, aunque vio cuando se fue corrió por la velocidad que llevaba y los muggles que transitaban la zona se perdió, ambos habían avisado a todos que como rayos salieron disparados a buscarla.
-Esa niña no esta bien... Y allá suelta... Es un peligro ambulante- decían, Hermione lucia realmente preocupada, Ron aunque ya no sabía si confiar en ella le daba pánico Aylien no puede cuidarse sola, mientras que Harry estaba tan preocupado tanto por la desaparecion de la que juraba que era su mejor amiga y por su juicio. Aún le quedaban 4 horas para su juicio frente al Wizengamont.
Sin palabras se fue a su habitación, sentado en su cama estaba pensando en todas las atrocidades que le pudieran suceder a Aylien. Si lo había intentado matar. Si, la quería. En el fondo Harry sabia que ella no era malvada, pues esa niña alegre se había ganado el cariño del niño que vivió. Día tras día con sus locuras y su inusual forma de ser, ahora que esa dichosa profecía había cambiado tan radicalmente a Aylien, hasta un extremo de intentar matarlo, en ese momento lo único claro en la mente del azabache.
Aylien estaba desaparecida la idea de que su amiga, una joven confundida que actúa ante sus impulsos y no piensa antes de hablar esta entre personas que no saben de los poderes y lo especial que era la ojiazul y lo peligrosa que puede llegar a ser. Harry Potter había tomado una decisión en ese preciso momento, cuidaría a Aylien con su vida cueste lo que cueste.
Dirían que esta enamorado pero no es así, lo que pocos saben es que por sus amigos es capaz de todo... Desde ese día 12 de agosto de 1995. Harry había jurado protegerla de todo mal, evitar que la dañen. Harry había encontrado un nuevo temor, aunque la protegería no dejaba de tenerle... Miedo, el era valiente si no lo fuera no estaría en Gryffindor pero Aylien le hacía sentir escalofríos nunca creyo que sentiría eso al estar cerca de la chica
-Harry, es hora- el señor Weasley lo saco de sus pensamientos
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Su estómago rugía había pasado por muchos locales muggles de comida y el aroma la tentaba pero ¿Cómo conseguiría comida sin pagar? Se contuvo de robar una manzana del mercado ambulante por el que paso, jamás había sentido tanta hambre. Bueno cuando casi moría congelada el año anterior y estuvo una semana en coma, esa vez era diferente, podía escabullirse a las cocinas de Hogwarts y comer todo lo que quisiera. Ahora estaba perdida deambulando por la calle Vagnisal.
Su corazón se detuvo por una milésima de segundo, no podía creer lo que estaba ocurriendo, la imágen que sus ojos captaban ¡Era Harry y Artur Weasley! Iban caminando, Harry nervioso y Artur dandole palmaditas en la espalda.
La joven se quedo petrificada en su lugar, aún no poder procesar lo que estaba pasando. Si la vieran tendría que volver, también había olividado que estaba en la avenida, un auto blanco con destellos plateados venía a toda velocidad, no podía correr hacia la banqueta. Ahí se encontraba Harry y el señor Weasley si la veían la obligarían a regresar.
Cerró los ojos.
Por arte de magia el carro la transpaso, evitando daños. Rápidamente corrió a la banqueta que estaba justo detrás de ella. Causando que varios automovilistas se molestaran con la pelinegra, Harry escucho a los autos frenan repentinamente por lo que no dudo ni un segundo en investigar que ocurria. Sus miradas se cruzaron. Los ojos esmeraldas y los ojos zafiros estaban cruzados entre si, Aylien estaba boquiabierta mientras que por el contrario Harry estaba sonriendole. Aylien levantó una ceja y sonrio de lado, pasó un autobús y Harry la perdio de vista.
La chica se alejó corriendo lo mas rápido posible, se escondió en un callejón obscuro. Aylien paso la noche en es callejón mugriento sin saber lo que ocurriría al día siguiente.
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El cuarteto de oro: Los tiempos difíciles
FanficSegunda temporada del cuarteto de oro, libro uno en mi perfil. Tras terminar con una niñez relativamente extraña, feliz y algo triste. Aylien es todo una adolescente que no sabe elegir bien el camino, el tener que lidiar con sus antepasados, la fami...