53- Regreso.

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Aylien había vuelto a Hogwarts, después de ese susto de muerte. Mei se recuperó. Al parecer esa recaída ayudó a la liberación del mal. Estaba más feliz que nunca.

Mei no había muerto, seguía viva y saludable -Dentro de lo que cabe- era imposible sacarle la sonrisa del rostro a la chica. Inclusive cuando hacía los deberes y tardaba horas leyendo libros para hacerlos, seguía con la sonrisa de oreja a oreja.

-¡Aylien!- la llamó Slughorn, nisiquiera verlo le quitaba la sonrisa.

-Profesor Slughorn, un placer volver a verlo.

-El placer es mío señorita, como miembro de club de las eminencias o como me gusta llamarle: el club Slug. Haré un baile de Navidad. Tal vez pueda ir con el señor Potter- «De ir con Harry si quiero, pero el tal vez no quiera» de contuvo a decir. -Lleve pareja.

-Desde luego profesor.

(...)

Yasen le había obsequiado un libro muggle de nombre: "El viaje al centro de la tierra". Aylien hizo una mala cara pues probablemente Hermione le obligará a leerlo. O le podría regalar el libro a Hermione.

Aylien estaba en el invernadero correspondiente a sexto año para cursar Herbología, tenían que sacar las vainas de los tentáculos de la planta.

-¿Por qué una planta tiene tentáculos?- preguntó Ron asqueado.

-Tal vez es una extraña fusión entre el calamar gigante y una inocente planta. No tener una calamara gigante debe doler y por eso existe esta planta- respondió Aylien leyendo su libro de "Árboles carnívoros del mundo".

-Las calamaras no existen- corrigió Hermione. -¿De dónde inventas esas palabras?

-Las voces...- respondió quitándole importancia, sus amigos la vieron preocupados- Es broma, no soy esquizofrénica. Por cierto ¿Irán al baile de Slughorn?

-¡Sí!- respondió Hermione. - Iré con Cormac McLaggen.

-Estúpida planta... ¡Mi pelo idiota!- chilló Aylien. Pues tal y como lo dijo, un tentáculo le había tomado un mechón de su cabello "largo".

Harry tomó las tijeras más cercanas y le cortó el mechón a Aylien. Esta le propinó su peor cara, con tanto odio cargado que hasta Hermione y Ron cesaron su discusión. Harry levantó el mechón y lo puso en la mesa.

Aylien tomó su cabello cortado y se lo lanzó a la cara.

-¡Al fin me había crecido el cabello! ¡Ahora tendré que cortarlo otra vez!

-P-perdón.

Aunque hizo su mayor esfuerzo por negarse. Pero era la cara de Harry que se lo impedía. Sus ojos tan intensos y el cabello tan rebelde, los lentes de círculo... ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Desde cuando una amistad se había convertido en amor?

-No importa- dijo por último.

-¿Mencione que conocí a Gwenog Jones? Fue a una de las reuniones de Slughorn...

-Si y apuesto que Cormac también lo hizo ¿no? Cormac esto, Cormac el otro. ¡Hartas Hermione!

-¡Mi ojo!- se quejó Aylien. Al intentar sacar la vaina de la planta con tentáculos, salió disparada golpeando su ojo.

El cuarteto de oro: Los tiempos difíciles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora