25- Llegando con Sirius.

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-No seas miedoso, anda atraviesala- dijo Aylien a su hermano.

-Pero si choco...- Aylien empujó a su hermano.

Un pequeño grito se le escapó de los labios al joven, esperándose lo peor cerró los ojos y al abrirlos se percató de estar del otro lado de la barrera. En el mundo muggle, Aylien también acababa de cruzarla.

Louis la lechuza de Aylien estaba dormía plácidamente, casi no la usa. Mas bien es su mascota con la que juega.

-¡Aylien!- Cho tomó de la muñeca a la mencionada -¿Estas enojada conmigo por lo de Harry?

Aylien bufó.

No era que estuviera enojada, tampoco celosa. Un sentimiento sin descripción de traición y decepción, Cho no merecía a alguien Harry y Harry no merecía a Cho.

Solo negó con la cabeza.

-¿Ella es Cho?- preguntó Yasen al oído de su hermana.

-Si es ella. Los presento- dijo en voz alta- Yasen Ivailo te presento a Cho Chang, Cho Chang te presentó a Yasen Ivailo.

-Un gusto- dijeron al unísono para estrechar sus manos.

-¿Ya se tardaron no lo crees?- preguntó Cho.

Yasen tragó saliva con pesadez, el tan solo pensar en que por fin conocería a su padre le estremecía. No por temor a el, por nerviosismo.

Le dolía el saber que jamás conocerá a su madre, Aylien se prestó para llevarlo al cementerio donde yacían sus restos. En cambio conocería a su madrastra y a su hermanastra.

Los nervios pronto le consumirían, Cho solo se preguntaba que hacia ese chico con Aylien, no tenía idea que es su hermanastro.

Cho se fue a los brazos de Harry, por las enormes muecas en sus caras se notaba que Ron y Hermione acababan de pelear.

A Yasen se le fueron los ojos en las facciones de Hermione. Ron miró suplicante a Aylien y Jacob apareció.

Como Yasen no tenía idea que su padre estaba parado frente a el siguió tirando saliva por la castaña.

-Ejem- dijo Jacob Patterson al ver a Cho abrazada por Harry.

Harry con los nervios de punta la soltó y Cho a el, Aylien se limitó a reír ante esa situación que parecía sacada de una película muggle.

Aylien le dio un codazo a Yasen para que reaccionara. Y así fue como no supo como reaccionar.

Pensó en que podía abrazarlo, pero si lo hacía las lágrimas saldrían. Actuar normal sería lo mas obvio, mas no podía hacerlo. Quince años separado de su familia como para solo verlo y decirle "Hola" un saludo no bastaba, nada era suficiente.

-Yasen- dijo su padre con unas lágrimas saliendo de sus ojos azules.

-Papá- soltó el joven.

Sin poder soportarlo mas lo abrazo, Aylien no podía estar mas conmovida el ver a su hermano y su papá. Juntos. Al iniciar el año ella nunca imagino el hecho de que tenia un hermano, un hermano con un exagerado acento búlgaro y un enorme corazón.

(...)

-Entonces veamos si entendí, Yasen es tu hijo y hermano de Aylien porque se los quitaron cuando era bebé- dijo Cho, llevaba mas de treinta minutos sacando conclusiones.

-No hay que sacar conclusiones desesperadas Chi- Chi el nombre cariñoso de Cho, el de Aylien es Ann- cuando estemos en casa les explicaré.

La situación incomodaba a Yasen, Aylien estaba dormida con la boca abierta. Viajaban en el metro muggle.

Yasen nunca había viajado en el metro muggle, mientras que en los sueños de Aylien estaba imaginado su nueva casa.

En su extraña mente imaginaba una casa de chocolate con dulces adornándolo. Después imaginó una casa en frente al mar donde siempre hubiera calor.

El metro aminoró su paso y Cho movió a su “hermana", esta se levanto como si el asiento tuviera fuego. De golpe, algunos muggles que estaban ahí se rieron y otros sólo la miraron con curiosidad. No era muy común ver a alguien vestida con una túnica y es que a Aylien se le olvido quitarse el uniforme.

—Debiste quitartelo— le susurro su padre al oído.

—Tal vez, lo que pasa es que los muggles viven en la ignorancia— dijo en un tono del cual los pasajeros la escucharon.

Como consiguiente recibió un codazo de parte de Cho con un gran “shu" en señal de que se callara. Aylien rodó los ojos.

Yasen estaba en silencio, no quería hablar estaba a punto de irse con su verdadera familia y su nueva mamá. Se consideraba afortunado por el hecho de que su hermana Aylien fuera tan... Buena. Y ahora por fin tendría la familia que siempre soñó.

Al cabo de un buen rato caminando y arrastrando los baúles, la sorpresa fue que no iban a la nueva casa. Si no a la casa de Sirius.

—Papá, ¿Por qué vamos a casa de mi tío?— preguntó Aylien.

—Pasaremos vacaciones allá, después de navidad iremos a casa. No es seguro estar allá los cinco sin protección ¿No lo crees?— dijo el padre.

—¿Cinco?— preguntó Cho— Sólo somos cuatro: mamá, papá, Aylien y yo.

—Si que eres retrasada— dijo Aylien un poco molesta— esta contando a Yasen— acto seguido abrazo a Yasen que permanecía sereno.  Algo inusual porque en King's Cross estaba demasiado nervioso.

Aylien sujetó con fuerza el baúl y corrió al cuartel general de la orden del fénix. Esperó a su padre para poder entrar pero no se resistió y entró sin permiso.

Adentro sonrió de lado al ver a Sirius con su varita poniendo adornos navideños y cantando villancicos muggles. Le obsequio una sonrisa y un abrazo.

—Espero que esta vez no te escapes Dakotan— le dijo Sirius.

Cuando se separaron los demás venían entrando. Mei apareció con la señora Weasley saliendo de la cocina.

Mei le apretó  los cachetes a Aylien y esta hizo un gesto raro en la cara, después la señora Weasley le dio un abrazo asfixiante.

—Chicas vayan a dejar sus cosas arriba. Aylien ya sabes donde esta la habitación ¿Cierto?— preguntó Sirius.

Yasen se quedaría a conversar con Sirius y Jacob. Aylien no tenía idea de que así que mejor cargó su baúl y a duras penas empezó a subir las escaleras. Supuso que los chicos ya estarían allí.

—¿Harry estará aquí?— preguntó Cho.

—No se, tal vez no siempre se queda en Hogwarts. O a lo mejor si no tengo idea— dijo Aylien.

Por fin había subido las escaleras y solo tenia que arrastrar el baúl un poco mas para llegar a su habitación que estaba al final del pasillo.

—¿Aylien?— preguntó Ginny.

—Ah, hola Ginny— saludó la ojiazul.

—Hola Aylien, hola Cho ¿Que hacen aquí? Creí que vendrían solo en navidad.

—Te has equivocado— agregó Aylien con una sonrisa.

El cuarteto de oro: Los tiempos difíciles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora