54- La "trampa" de Harry.

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Al entrar al Gran Comedor, un gran bullicio resonaba por todo el lugar, era muy ensordecedor todo aquello, aficionados al quidditch de Ravenclaw y Hufflepuff apoyaban a Gryffindor. Los más fanáticos se acercaron a Aylien y los demás jugadores del equipo a desear suerte.

-Hermana- susurró Yasen. La tomo de la mano y alejó a Aylien de toda la atención que tenía en ese momento- Sé que debería apoyar a Slytherin porque es mi casa, pero pateales el trasero. Te apoyo, aunque estaré en las gradas de Slytherin...

-Hey Yasen, hay que animar al equipo... Ah con que traicionando- dijo con humor Theodore Nott.

Theodore se llevó a Yasen y Aylien volvió a donde pertenecía, ¿Estaba nerviosa? ¡Por supuesto que sí! Pero eso no le impedía comer todos los manjares del desayuno.

Llenaba de chocolate derretido, mermeladas de todos los sabores y mantequilla su tostada, Ron parecía que en cualquier momento iba a vomitar. Lavander Brown la vió asqueada.

-¿Qué?- preguntó Aylien con la boca llena de alimentos. Lavander negó con la cabeza y siguió cuchilleando con Parvati.

-Harry no me permitas jugar, te lo ruego- pidió Ron.

-Ya te dije que no, no tengo reemplazo para tí. Pero, creo que tengo la solución- dijo Harry. De su suéter sacó una diminuta botellita de cristal llena de un líquido dorado.

Aylien bebió agua con rapidez y preguntó.

-¿Qué es?

-Felix Felicis, suerte líquida- respondió Hermione- Harry no puedes hacer trampa en el partido- ya era tarde, Harry tenía la botella en su regazo, donde vacío la poción en el vaso de Ron, el cual no vaciló nada antes de beberlo.

-¡Que comience el partido!- exclamó Ron, ciertamente influenciado por la poción.

Y así pasó, el equipo salió y todas las casas les deseaban suerte al equipo de Gryffindor.

-Suerte, Ally- deseó Cho. Pero se alejó corriendo, puesto que Harry iba a lado de Aylien y Ron.

-Harry, suerte- dijo Romilda Vane mientras le guiñaba un ojo y agitada su espesa cabellera negra.

Ron se pavoneaba por todo el recorrido al campo de quidditch, guiñaba el ojo a algunas chicas y Aylien pensó que debería conseguir esa poción. No sólo le levantó el ánimo, le subió el autoestima. Una vez en los vestidores, se percataron de que su capitán no estaba.

Cuando llegó explicó que siguió a Malfoy pues estaba con dos niñas, fue inevitable para Aylien no burlarse. Últimamente se había vuelto un paranoico en lo que respecta a Malfoy.

Montó en su escoba y el juego empezó. Al salir los fuertes gritos provenientes de las tribunas hizo que Aylien sintiera que quedaría sorda por unos días.

Harry estrechó su mano con el capitán del equipo de quidditch proveniente de Slytherin, ambos se estrecharon con tanto odio que uno sacaría la mano del otro.

Con un gesto de exagerado desprecio se soltaron y Madame Hooch silbó anunciando el comienzo del partido, al principio todo iba calmado. Ron lanzaba besos a sus admiradoras de la tribuna, Aylien vió a Yasen a lado de Hermione y Luna la cual llevaba un sombrero de león mostrando su claro apoyo a la casa de Gryffindor.

Aylien volaba con desesperación tratando de poseer la quaffle. Era el momento preciso en el que se demostraría si Ron estaba influenciado por la poción dorada, la cazadora de Slytherin se acercaba a vuelo acelerado al aro, levantó el brazo, lanzó la quaffle con todas sus fuerzas. Pero Ron la detuvo sin esfuerzo.

El cuarteto de oro: Los tiempos difíciles Donde viven las historias. Descúbrelo ahora