No se toca [ReiSaru]

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A cada persona de este mundo le molestan ciertas cosas. A Saruhiko, una larga lista de ellas: las verduras, el pescado, sus compañeros de trabajo, las gafas de montura pesada, sus superiores, salir con los compañeros anteriormente mentados de noche... sin duda la enumeración de todas ellas llevaría bastante tiempo. El caso de Reisi es más rápido. Al rey azul solo le molestan tres grandes cosas: los líos que montan los otros clanes, que se le acaben los puzzles y la más importante... que toquen lo que es suyo.

Aquel día de primavera, los miembros de la unidad especial de Scepter 4 parecían tener las hormonas revolucionadas, ni uno se salvaba. Ni uno. Ni siquiera el normalmente calmado Kamo. Incluso él le lanzaba miradas fácilmente malinterpretables a su compañero de cuarto. Dicen por ahí que la primavera la sangre altera, y en el clan azul desde luego los glóbulos rojos de todos debían estar hiperactivos. Quizá el único que podría haberse salvado sería Saruhiko, pero ese no terminaba de ser el caso. Aunque él no estuviese "idiotizado" la mayoría de ojos estaban puestos en él. Akiyama, más cordial que de costumbre, no paraba de acercarse para charlar de asuntos triviales más que de trabajo, procurando que sus brazos se rozasen de vez en cuando; Benzai no dejaba de observarle fijamente desde su sitio y Hidaka, el más directo de todos, le guiñaba el ojo con toda la naturalidad del mundo y le lanzaba sonrisas seductoras. Y fue él, el de cabellos castaños, quien dio el primer paso.

-Fushimi-san -llamó alegre, acercándose a su mesa-. Hoy hace un día impresionante, ¿te apetece salir más tarde a tomar un café?

Desde luego, tentarle con café era una buena oferta, pero a Saruhiko no le interesaba. Sin embargo, ni siquiera pudo emitir su respuesta negativa antes de que los otros dos se congregasen en torno a su mesa, evidentemente enfadados por el adelanto de su compañero.

-¡No es justo, Hidaka! -exclamó Himori-. Yo también quería pedirle salir.

-¿Qué?

Fushimi no creía lo que estaba oyendo. ¿Acaso se habían vuelto totalmente gilipollas o algo?

-¡Y yo! -coincidió Benzai-. Fushimi-san, tengamos una cita.

-¡Yo se lo pedí primero!

-¡Y yo también quiero!

Saruhiko no tenía ni idea de como reaccionar en aquella situación. Era molesto, muy molesto. Él sólo quería seguir haciendo su maldito trabajo.

-Ejem -a sus espaldas, una voz seria sobresaltó a los miembros de la unidad especial-. ¿Qué está pasando aquí?

Los tres pretendientes de Fushimi se encogieron ante la asesina mirada de Munakata, que los miraba a todos como si quisiera descuartizarlos. Por el contrario, en el rostro del menor se formó una sonrisa burlona.

-Simplemente me invitaban a salir -comentó, como si hablase del tiempo.

-¿Ah sí? -el rostro del rey se volvió todavía más amenazante mientras fulminaba a sus subordinados-. ¿Y has elegido alguna propuesta en especial?

-Las estoy barajando -el moreno se levantó de su asiento, ajustándose las gafas sobre el puente de la nariz-. ¿Algún problema con eso?

Miradas gris y violeta chocaron, y los otros tres entendieron que no tenían vela en ese entierro. Algo se traían entre manos el monarca y su tercero, algo que se les escapaba. Reisi parecía increíblemente molesto y casi celoso, mientras que Saruhiko parecía estarse vengando de algo.

-Pues en realidad sí -Munakata salvó la distancia que le separaba del menor ante la atenta y aterrorizada mirada de los otros miembros del clan. Alzando la cabeza para mirarle, Fushimi enarcó una ceja.

-¿Ah sí? ¿Y cuál es el problema, capitán?

Saruhiko conocía muy bien la respuesta. En aquel momento, las hormonas de sus compañeros eran el problema. Bueno, ellas y él con su actitud provocativa.

-El problema es -sin que los otros se perdiesen un segundo de nada, el rey tomó la barbilla de su tercero al mando suavemente-, que no me gusta que toquen lo que es mío.

Y, por supuesto, le besó, muy lenta, profunda e intensamente, ante las miradas de los otros.

-¿Eso no es demasiado posesivo? -cuestionó Saruhiko, cruzándose de brazos e inclinando la cadera hacia un lado cuando se separaron.

-Es que vas provocando.

-Porque es divertido.

Esta vez con una sonrisa resignada, Reisi volvió a besarle. Los dos se habían olvidado de los pretendientes del menor, que ahora tenían el corazón roto.

-Capitán... -murmuró Himori-. ¿Usted y Fushimi-san son...?

-¿Eh? Somos pareja desde hace una temporada -esta vez fue el rey quien parecía estar hablando del tiempo-. ¿No os lo habíamos dicho?

Buenaas, aquí Ekaterina~ estaba desaparecida pero ya he vuelto (benditas vacaciones).

Quería comentar un par de cosas. La primera va sobre los one-shots y los pedidos. Lo primero recordaros que puede ser (salvo SaruMi) de cualquier OTP, o sea, por mí como si me queréis juntar, yo que sé, a Kuro con Munakata o a Yukari con Shiro. Es posible que me explotasen un par de neuronas ante estas parejas (puestas 100% al azar), pero yo me busco la vida para hacerlo. También comentaros que no tiene que ser yaoi, estoy igualmente abierta al yuri y al hetero. Es más, quiero hacer un one-shot yuri de K, pero ni maldita idea de que OTP usar. Y otra cosa, si queréis lemon, también puedo hacerlo, es más, me gusta escribir lemon, así que no os cortéis.

Y otra cosilla (si no quieres spam, no sigas leyendo). Acabo de publicar un nuevo fanfic, un ReiSaru de temática más bien dramática. Si os gusta la tragedia y esta hermosisíma OTP, no dudéis en pasaros. Se llama Break y lo encontraréis en mi perfil.

Eso es todo, nos leemos~

Ekaterina Kurae

Baile de Colores [K Project One-shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora