Al abrir los ojos, me di cuenta qué no estaba sola.
Edward, mi novio vampiro, estaba en la mecedora de lado de la ventana. Me miraba cómo si fuera lo más interesante del mundo.
Pasado unos minutos, me levante y fui hacia a él. Lo besé y me fui al baño a bañarme.
Cuando salí del baño, ya no estaba. Ya estaba acostumbrada a la monotonía. Todos los días, desde qué habíamos ido, Alice y yo, a salvarlo, era lo mismo. Pero por lo menos, disfrutábamos de la compañía del otro.
Mi nombre es Isabella Marie Lillian Swan-Potter, pero en Forks, era solamente Isabella Marie Swan.
En cambio, en Inglaterra (exactamente para nuestro Ministerio) era conocida por mi primer nombre.
¿Por qué?
Fácil.
Tras la muerte de Sirius, mi tío, me enviaron a América para poder despejarme. Cosa qué solo funcionó unos meses después... cuando empecé a salir con Edward. Eso lograba despejarme.
Por otro lado, mi primer novio no era Edward, sino Cedric Diggory... pero desgraciadamente murió a manos de Lord Voldemort.
Si, se qué es lo qué están pensando... pero se preguntaran ¿Qué hace la hermana de él en un lugar así?
Otra vez. Fácil.
Para protegerme de los mortífagos y del mismo Voldemort.
Mi vida estuvo en peligro desde qué nací.
Y más, desde qué empecé el colegio Hogwarts de magia y hechicería.
Con mi hermano, Ron y Hermione, formamos el famoso "Cuarteto Dorado"... pero, al separarnos hace casi alrededor de dos años, no pudimos despedirnos de nadie... especialmente yo, qué era la más bromista qué las copias juntas.
Lo qué quiero contar, es qué, al estar tan lejos de casa, el unico qué me puede dar noticias es Charlie, mi tío, el hermano de mi padre, James Potter.
Al terminar de vestirme con la ropa qué Alice me obligó a usar, bajé las escaleras, y ví a Charlie viendo el partido. Miró hacia dónde estabas y sonrió, puede qué no se note, pero a veces siento qué es mi padre porque me cuida cómo tal y no me importa qué sea más viejo qué mi papá, lo quiero, pero no alcanza a llenar lo qué un verdadero padre hace, al igual que una madre, cómo Reneé. Ella era mu extrovertida y, en realidad, no estaba separada de mi tío Charlie, estaba escondida para la farsa de mi protección.
-¿A dónde vas, LiBel? - me pregunto con su forma de identificar qué no soy Bella-muggle-Swan.
-a casa de Carlisle - dije, y al instante, frunció las cejas. Desde qué volví de Italia junto con Edward, no le gustaba qué pase más tiempo con él. Se supone qué me había hecho daño, pero no... Según palabras de él "fue por mi seguridad", sin saber qué yo no necesito protección, pero claro, yo tenía qué fingir qué era torpe y propensa a accidentes... por algo soy la buscadora suplente en el equipo de Gryffindor y cazadora del mismo. - ya habíamos hablado de esto, tío. Ya te dije él porque me dejó - le dije, y luego añadí:- creí qué había estado claro con esto, además, le diste la razón... no de frente, pero lo dijiste.
Y sin más, apenas escuché el ruido del Volvo de Edward, salí precipitadamente de la casa de mi tío.
-¿Qué pasó, Bella? - me preguntó preocupado. Él no se tiene qué preocupar. No.- ¿otra vez peleando por lo mismo?
-No,- le conteste un poco ausente. - no es nada... ya pasó...
Y sin más, le besé ligeramente los labios, y me puse el cinturón para qué pueda manejar hasta la casa Cullen.
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La Otra Cara de Bella
Randomesta historia no es mía es de una amiga espero que les guste porque a mi me encanto