P.O.V. Lily
La comida había quedado en segundo plano. Todos, en la habitación estábamos tiesos. Asombrados, sería la palabra adecuada.
El primero en salir del asombro, fue James.
-Lily - me llamó. - ayúdame. - Automáticamente, caminé-corrí hacia Bella.
Su respiración era entrecortada. O llamamos a Carlisle por Red Flu, o la llevo al hospital del pueblo.
-¡Harry! - le grité. Me miró con pánico. - ¡Llama a Carlisle por la red! - quedó quieto en el lugar donde se encontraba. - ¡AHORA! - con el grito qué le pegué, se despegó de el suelo.
-Hermione, ve a buscar a Narcissa y dile que venga a ayudar a preparar el parto con Lily. - informó James. Su semblante era tenso, con una mirada preocupada. - Dile a Draco que vaya a retirar algo al hospital... - siguió hablando. - dale este papel y qué no hable con nadie. - dijo entregándole una hoja. De seguro era el retiro de sangre. - ¡Y qué no repliquen si no quieren qué le aplique un Imperio! - le advirtió. Ella solo asintió.
A los segundos, Narcissa Malfoy, bajaba las escaleras con aire de preocupación y mirando para todos lados. Seguido, Draco Malfoy, la siguió con el papel en su mano.
-Edward llévalo al hospital de Forks y busca a mi hermano. - le dijo mi esposo al futuro padre. Al ver qué no respondía, recurrió a otra medida. - ¡EDWARD! -en ese momento, pareció reaccionar.
-Si... si, lo llevo ya mismo... - dijo al instante. Agarró por el brazo a Draco, sin qué este pusiera queja alguna, y se lo llevó.
-mamá... - mi hija había llamado en un débil susurro. - Edward no me dejes... - las lágrimas de Bella eran una daga en mi corazón. No podía verla así... simplemente... no... No podía. - Edward quédate a mi lado... por favor... - las contracciones iban cada vez más rápido.
-Carlisle ya viene - dijo Harry con voz tensa.
El sonido de la chimenea hizo qué todos respiráramos más tranquilos. Carlisle y su semblante serio y pacífico, cruzó la puerta a la sala.
-Lily... - dijo dirigiéndose a mí. - ¿Me permites llevarla a la habitación preparada?
-Acompáñalo, Narcissa - le dije neutra. Asintió. - yo voy a tratar de tranquilizar a James.
... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Parecía qué los sollozos de mi hija se podían escuchar hasta kilómetros a la redonda. Y los gritos, rompían el semblante tranquilo qué podía construir en los rostros de James y Harry. Los demás, solo esperaba.
Obviamente, yo también estaba preocupada. Pero era la única qué mantendría este semblante para qué Harry y James quedaran un poco más tranquilos.
Solamente, media hora después, media hora después, todo fue silencio. Y un llanto potente y tranquilizante, lo rompió.
Justo en ese momento, James había levantado la cabeza, en un pequeño estado de shock. Mientras qué Sirius rompía a carcajada libre.
-¡James! - dijo abrazándolo contento. - ¡Eres abuelo a los 38 años! - exclamó después. James no salía de su estado. Después, súbitamente, se desmayó. Y Sirius rompió a reír nuevamente.
-No puedo creerlo. - dije murmurando.
-¿Qué no crees, mamá? - dijo Harry curioso.
-tu padre hizo lo mismo cuando naciste tú. - dije incrédulamente. - después se recobró, ¡Y ni te imaginas cuando le dijeron qué venía tu hermana después! - después, en un susurro:- es qué no sabíamos qué eran dos. Pensamos qué era Bella solamente. Pero tú nos sorprendiste. - y logré lo qué quería. Harry sonrió.
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La Otra Cara de Bella
Aléatoireesta historia no es mía es de una amiga espero que les guste porque a mi me encanto