P.O.V. Bella
Mi voz estaba casi inaudible. Mis ojos amenazaban por derramar lágrimas contenidas desde el momento de qué abracé a Harry aquella noche donde confirmamos qué mamá y papá habían vuelto.
Cuando le dirigí la palabra a Fleur, mi voz sonó casi rota.
Desde qué le había dicho a Fleur y a Bill qué estaba embarazada, el silencio se volvió incomodo.
-¿Qué? - dijo con un hilo de voz la anfitriona, Fleur. Asentí, confirmándolo nuevamente. - eh... bueno... voy a pgepagag las habitaciones y listo.
-eh... -dijo mi papá, dudando. - ¿Nos podrían dar una habitación para hablar en privado con mi esposa e hijos?
-Pog supuesto, -dijo ella. - síganme, pog favog.
Harry, mamá, papá y yo, nos levantamos y seguimos a Fleur.
Subimos las escaleras, y nos hizo entrar en una habitación con un ventanal. Daba mucha luz y no le había prestado atención a cómo era el cuarto. Me limité a sentarme en una silla.
El silencio se hizo de nuevo. Y esta vez no pude soportarlo. Mis lágrimas descendieron, cómo un rio.
-Bell's... - susurró Harry cargándome y consolándome. -ya... por favor... deja de llorar, hermanita... - al ver qué no le contestaba, me tomó el rostro, y me obligó a mirarlo a sus ojos color verde esmeralda hipnotizante. - Dime algo... por favor... - sus ojos mostraban una desesperación y una preocupación tan profunda...
Cerré mis ojos para no verlos.
-quiero irme... - dije entrecortadamente. - quiero irme lejos... quiero estar en paz... con E-E-Edward... - lloriqueé. - quiero estar sentada en el sillón de la sala de la mansión de los Cullen y estar planificando mi boda, Harry... pero no puedo sola, hermano...
-ya sé qué no puedes sola, hermanita... -dijo mi hermano. Mis ojos seguían cerrados.
Unas manos suaves y delicadas se posaron en mi cabeza, junto a otra qué estaba en mi hombro.
-No estás sola, hija... - dijo la voz de mi papá. Abrí los ojos para dirigirme a mis padres.
Instintivamente, abracé a mi padre, y me desahogué.
-No saben cuanta falta me hacían... - les dije entrecortadamente, dirigiéndome a mamá y a papá.
Había llorado tanto, qu no me di cuenta cuando me dormí.
... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Los rayos del sol que se colaban por la ventana, apuntaron a mi rostro haciendo que apretara mis parpados con más fuerza. Me removí un poco en la cama, y sentí unas manos cálidas y un poco toscas sobre mi cabeza. Abrí un ojo, y parpadeé.
Un par de ojos color avellana me miraban con ternura y preocupación. Hubo, también, un sentimiento más, qué no logré identificar.
-papá... - susurré con voz apagada. Me sonrió con cariño. - ¿Y Harry? - le pregunté.
-con tu madre. - me contestó. - para mí, quiere qué lo mime lo qué no pudo mimarle durante estos últimos dieciséis años. - me reí.
-pues en todo caso... - le dije con una sonrisa y un poco más despierta. - quiero qué hagas lo mismo. - me sonrió paternalmente y me abrazó, protegiéndome.
-sabes qué tenemos qué hablar, ¿No, Bella? - dijo por lo bajo. Su voz sonaba seria.
-lo sé... - musité. Una imagen se me cruzó por la cabeza: La de Edward. Me desesperé. Y papá lo notó. Sentí qué iba a hablar, pero no lo dejé. - ¿Qué hago? - busqué los ojos avellanados. Me miraban con preocupación. - ¿Qué le digo a Edward? ¿Y si dice qué es peligroso? - cada pregunta qué decía, me alteraba más de lo que ya estaba. - ay, papá... - le dije. - no sé qué hacer...
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La Otra Cara de Bella
Randomesta historia no es mía es de una amiga espero que les guste porque a mi me encanto