1· NO CREÁS

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Por cada vez que nos encontramos despiertos después de cada golpe que recibimos. Three Days Grace









Sus enormes ojos marrones giraron en mi dirección, algo salto en mi pecho en ese momento y quise detenerme en ese mismo instante pero mis pies no recibieron el mensaje y llegaron a estar a escasos centímetros de él.

En ese momento fue cuando el niño se levanto del suelo y retrocedió por mi cercanía con él, yo seguía mirándolo fijamente, examinando esa cara magullada por golpes, su labio estaba roto y su nariz sangraba con una fina línea que tocaba hasta su barbilla, su rostro era muy pálida, quizás demasiado con esas ojeras que solo lo resaltaban más, parecía ser muy débil y en el modo que me miraba parecía esperar a que yo lo golpeara también como lo hicieron los chicos mayores de hace un rato.

—No te golpearé..—susurre y ladee la cabeza, ese siempre fue un habito extraño que me hacía ver como una demente para mis "amigas".— ¿Por que no te defendiste?

Esos ojos marrones seguían mirándome, no entendía si me tenía miedo, desconfianza o asco probablemente pero, ese par de ojos me parecían.. lindos, su cabello castaño dos tonos más claro que sus ojos estaba revuelto con una herida que nacía del centro de su cabeza y pasaba por un lado de su rostro, vestía una sudadera gris que ahora tenía una manga rasgada por esos bravucones, unas bermudas sucias por la tierra y converse gastadas.

Preguntarle si estaba bien me parecía una estupidez dada por su estado pero me sorprendía que aun pudiera estar de pie, en verdad se veía muy herido.

—¿Para qué? Solo sería peor..—suspiro en un tono muy deprimente, dejo de mirarme y bajo la cabeza.

—No puedes dejar que hagan lo que quieran contigo.

Él no respondió, meneo la cabeza y dándome la espalda empezó a caminar.



Él no respondió, meneo la cabeza y dándome la espalda empezó a caminar

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El agudo sonido de un reloj ahogado por algodón me hizo abrir los ojos, gruñí al ver que había metido relleno de mi almohada dentro del despertador, tire mi almohada y en ese instante escuche la puerta de mi habitación abrirse. Apenas tuve tiempo para voltear mi cuerpo sobre la cama cuando sentí un peso extra y abrí un ojo.

—No llegaron al final..—sonrió de lado Mike.

Me voltee de lado para verlo mejor, sin tener la maldita gana de levantar el culo de la cama.

—¿Tampoco llamaron?

Mike simplemente negó pensativo.

—Deben seguir en el trabajo.—se encogió de hombros.— Después de todo es lo que hacen.— hizo una mueca.

R A G E. ticci tobyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora