R A G E. ticci toby

16· LO QUE AMA EL DIABLO

—Todos nosotros tenemos horrores y demonios que enfrentar, pero ¿como puedo ganar cuando estoy paralizado? —bring me the horizon.

Las luces se fundieron y comenzó el verdadero tormento. Lo último que vieron mis ojos fue a mi hermano frente al anciano y ahora no podía saber que sucedía, con la máscara mi vista no podría adaptarse a la oscuridad.

Forcejee, retome mi pelea con más efusividad y violencia que antes, también trataba dolorosamente de mover mis labios y despegar la cinta. Mis muñecas debían odiarme, otra vez maltratándoles así y seguí hasta que chocaron contra mi con tal fuerza que la silla me volcó de costado.

¡Que puto dolor!

Tres lágrimas me brotaron del daño y mis esfuerzos por librarme ya eran casi imposibles. Un grito tras otro empezaba a surgir de la oscuridad, golpes, pasos y más de un objeto rompiéndose.

La desesperación iba a causar estragos conmigo, no podía levantarme ni mucho menos soltarme de estas cadenas.

Eso creí, hasta que un par de manos hurgaron entre las cadenas de mis brazos y deje de sentirlos en cuanto el peso de estas se desvaneció. Caí lejos de la silla y tardé en reaccionar segundos.

Solté un lastimero quejido y temblorosa junte mis manos para arrancar la máscara de mi rostro, luego la cinta y me arrodille respirando con fuerza.

—Venir.

Una voz desconocida se dirigía a mi, no pude ver a la persona, sólo sentí como tomó mis manos y me hizo poner de pie. Apenas ahí, todos los gritos aumentaron de tono, esa persona me sujeto por el antebrazo y empezamos a correr.

Joder, ni siquiera había pensado en la clase de persona era la que estaba siguiendo en carrera pero el rostro de mi hermano apareció para llenarme de miedo y preocupación. —¡¡MIKE!!

—No, no hagas eso. —la misma voz desconocida me atacó por la espalda, me rodeo en un apretado abrazo y trató de cubrir mi boca sino fuera porque comencé a estar en su contra.

-¡Sueltame,.. MIKE! -grite y una bala colisionó a nuestro lado haciéndome caer hacia atrás.

Use a esa persona de almohada al caer y esta se movió pronto pegando su boca a mi oreja. — Basta, es peligroso. Tu hermano nos encontrará, déjame sacarte de aquí. —su tinte, ahora que mejor le oía, era agudo.

Entonces le reconocí.

La mujer de cruces en los ojos.

Comenzó arrastrarme a ciegas.

Gruñía totalmente desconfiada, no sabía que esperar de ella. Sólo pensar que hablaba con mi hermano y pudo involucrarlo en todo esto me hacia rabiar.

—¿Que demonios pretendes? —le solté mordaz en cuanto nos recargó a una pared. Comenzaba adaptar mis ojos a este ambiente oscuro, varias siluetas estaban esparcidas y algunas sillas destrozadas. Ella sólo me ignoró y tal vez fuera porque no quería ser oída por los demás.

—Cursor.

Aunque eso no nos volvía invisibles, un enmascarado se detuvo cerca de nosotras. Armado con un puto rifle.

Mire sobre mi hombro la mueca de la rubia de cruces "Cursor" y sabía que estábamos en problemas.

—Pasa por aquella fisura en la pared y corre hasta que yo diga. —susurro rápido con ese marcado acento.

Entonces se apartó de mi y abalanzó sobre el enmascarado. Su acción me dio un cosquilleo y tal vez más seguridad.

Quizás si podía confiar en ella.