Capítulo 8

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—Hija, alguien ha venido a verte —era algo temprano para que alguien viniera y la verdad es que no esperaba a nadie.

—Enseguida voy —le sonreí a mi padre.

Caminé hasta la puerta y al abrirla, me llevé la sorpresa de que Patty estaba afuera de mi casa y... Con una caja de chocolates.

—Hola, no sé si me recuerdas. Yo soy Patty...

—Patty Spivot, si... —le sonreí.

—Bien... Barry me dijo que vivías aquí y... Te he traído esto —me entregó la caja de chocolates—Me dijo que son tus favoritos.

—Gracias, pero no entiendo el porqué.

—Por haber hecho algo por mí después de que ese hombre tiburón me golpeara —comenzó a reírse nerviosamente.

—No es nada, yo hice lo que tuve que hacer —me reí nerviosamente—Pero, de nada.

—Si... Bueno, ya tengo que irme —se despidió de mí de manera algo torpe y se fue.

Cerré la puerta y me dirigí hacía mi habitación y dejé la caja de chocolates en mi pequeño escritorio, me los comería luego, ahora, tengo que lidiar con el doble de mi padre.

~*~

—Bien... Esto es extraño —dijo Cisco.

—Lo es más para mí teniendo que ver a alguien igual a mí —mi padre se acercó a su doble.

—Aléjate —le contestó Harrison. Él era un poco arrogante, todo lo contrario a mi padre.

—Y bueno, ¿cómo llegaste hasta aquí? —le preguntó Barry seriamente.

—Hay una abertura que conecta mi laboratorio con éste —del escritorio tomó un bolso—Esto casi me golpea cuando pasé a través del portal.

—¡Es mío! —dijo Caitlin—Gracias, no lo encontraba desde hace días —tomó el bolso.

—¿Podrías explicar la razón por la cuál estás aquí? —le pregunté. Tenía la duda que cada vez que me miraba, lo hacía de una manera nostálgica.

—Claro —me miró fijamente—Vine aquí para ayudarte, Barry —lo tomó del hombro—Para detener a tu más grande enemigo.

—Si bueno, ya hemos escuchado eso antes —crucé los brazos—Y no termino nada bien.

—Yo creé a Zoom —eso nos hizo tensarnos.

Todos nos quedamos en silencio, tratando de procesar lo que nos había dicho éste Harrison. Mi padre se puso a lado de él y ambos se miraron fijamente, como si con tan sólo mirarse, se dijeran todo.

—¡Imposible! —dijo Joe entrando al cortex y haciendo disparar su arma.

—¡No! —grité.

—¿Qué trataste de hacer? —Barry soltó las balas que había atrapado.

—¡Ibas matar a mi padre! —logré decir. No lo culpo, él está confundido.

—Lo siento, yo...

—Al que casi matas, es él padre de Nina —le interrumpió Barry—Él, es Harrison de tierra dos.

—Lo lamento —se disculpó—Pero, no entiendo nada.

—Si, creo que todos estamos igual —le respondió Cisco.

Él se sentó en una de las sillas del escritorio y comenzó a comportarse extraño.

Fast Enough -parte 2 | The Flash (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora