Capítulo 67

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-Señorita Wells...-llegó uno de los trabajadores del laboratorio.
-¿Si?-respondí mientras ayudaba a Caitlin a reorganizar sus cosas.
-El joven Julian la busca en el lobby.-puse cara de confusión al escuchar eso. ¿Qué demonios hace él aquí, de nuevo?-¿Le digo que está ocupada?
-No, en seguida voy.-asintió y se dio la media vuelta para irse.
-Julian es el nuevo compañero de Barry, ¿cierto?-preguntó Caitlin.
-Así es.-dejé en una mesa que estaba a lado mío los utensilios que tenía en la mano.-Vuelvo en seguida.

Fui hasta el lobby para encontrarme ahí con él. Me costó encontrarlo entre tanta gente, digo, el laboratorio tiene muchísimo personal y estos andan de aquí para allá para cumplir las tareas del jefe, o sea mi padre; pero sin imaginar en el lugar en donde estaba, él se encontraba parado admirando el gran cuadro que llegó apenas dos días de flash.

-Hola.-llegué con una sonrisa de oreja a oreja.-¿Qué haces aquí?
-¿Por qué hay un inmenso cuadro de flash aquí?-en su cara se podía ver admiración con un sentimiento escondido de repulsión.-Entiendo que sea el héroe de Central City pero, no es Dios para tener algo así de este tamaño.
-Solo es un cuadro para un evento, Julian.-le respondí tratando de no sonar descortés.-El cuadro no perjudica a nadie.
-Hmm... como sea.-aclaró su garganta.-Barry no está en la estación como siempre, así que Joe me mandó para decirte que hoy los espera en su casa para cenar.
-Pero él tiene mi numero de celular.-lo busqué en la bolsa de mi jeans.-Cierto, lo olvidé en casa.-hice una mueca.
-Tal para cuál.-sonrió de manera burlona mientras que al mismo tiempo, puso los ojos en blanco.-Nos vemos después.

Julian era tan irritante que maldije por haberle dado el gusto de hacerlo sonreír por algo que puede pasarle a cualquiera.

Regresé al cortex para terminar de ayudar a Caitlin, pero al estar ahí, me di cuenta que ella ya había terminado y que ahora se encontraba en el escritorio utilizando una de las computadoras.

-Wow... qué rápido terminaste.-tomé asiento en la otra silla que estaba disponible.-¿Qué haces?-le pregunté mientras miraba la pantalla de la computadora.
-Nada.-respondió de manera nerviosa mientras cerró la página en la que estaba.-Nada, nada...
-Cait.-tomé el mouse y volví a abrir la página.-¿Qué es esto?
-Nada... solo investigo a Julian.-había nerviosismo en su tono de voz.-Hay que saber con quien trata Barry en el trabajo.-dijo sin mirarme.
-Mientes.-ella me miró y pareció tener una lucha interna.-Dime la verdad.
-¡Bien! Solo se me hizo lindo, eso es todo.-apagó la máquina.-Y quería saber un poco más de él.
-Entiendo. ¿Te agrada no?
-Un poco, pero si así fuera, sabes que no me puedo acercar a él.-se levantó un poco desanimada.
-¿Por lo de tus poderes?-asintió.
-Robo el calor de las personas, aparte de que él va detrás de los meta humanos.-tomó su bolso.-¿Y adivina qué? Soy una meta humana.
-Si pero, lo de que le robas calor, no lo notará.-reí.
-Claro.-estaba por irse.-De hecho tienes un poco de hielo en el cabello.-rió con un poco de culpa.-Nos vemos mañana.

Me levanté y corrí a buscar el pequeño espejo que tengo en mi bolso, pude notar que mi cabello estaba cubierto por ligeras capas de hielo.

~*~
Narra Barry

¡Vaya!, en verdad que me caía muy bien el no estar en la oficina un buen tiempo para no mirarle la cara a Julian. Sabía que tendría problemas al no estar en horas de trabajo pero, necesito aire y tiempo a solas...

-Hola mi pequeña.-le di un beso en la punta de la nariz a Nina.-Wow, estas un poco fría.
-Si.-se quitó un poco de hielo que tenía en el cabello.
-¿Qué te sucedió?-le ayudé a hacer eso.
-Caitlin robó un poco de mi calor.-rió un poco de manera nerviosa.-Pero estoy bien.
-¿Nos tenemos que preocupar por eso?
-No por ahora.-resopló.-Por cierto, Joe quiere que vayamos a cenar hoy a su casa.
-Si, Julian me lo dijo antes de salir de aquí.-puse los ojos en blanco.-Debería de tener prohibida la entrada en este lugar.
-Tú simplemente deberías de tener cuidado. Va a empezar a sospechar de que escondes algo.-me dio un jalón de orejas.
-Hablando de eso...-me recargué en el escritorio.-Él sospecha algo.

Nina se quedó estática al escuchar eso, creo que mil ideas se le cruzaron por la mente.

-¿¡Qué!?-dijo de manera desesperada. Parecía que le iba a dar un ataque de nervios.-¡Barry!
-Oye...-la tomé de los hombros en forma para que me prestara atención.-Dije que sospecha que escondo algo, pero no tiene ni idea de lo que es.
-Tienes que tener cuidado...-suspiró para liberar esa pequeña frustración.-Tienes que tener cuidado.
-La tendré.-le di un beso en la frente.-Creo de ya es hora de irme.-miré mi reloj.-Te veré en casa de Joe para la cena.
-No llegues tarde.-me dijo antes de que saliera corriendo del laboratorio.
-¡Nunca!

~*~
Narra Nina

-Gracias por venir a ayudarme.-dijo Joe mientras sacaba un delicioso estofado del horno.
-No te preocupes. Todo esto se hace más fácil cuando tengo otras cuatro manos extra.-miré a mis niños que decoraban un pastel para el postre.
-Por supuesto.-sonrió de oreja a oreja al verlos trabajar.
-Por cierto, ¿cuál es el motivo de la cena?
-Cena de trabajo. Julian vendrá.-respondió sin mirarme.
-Espera, ¿qué?-sentí que me dio el bajón al escuchar eso.-¿Barry lo sabe?
-¿Esa no es la persona que odia papá?-dijo Toby de manera inocente.
-Toby...-lo reprendió Hayley.-Se supone que eso era entre nosotros.
-Niños.-me sonrojé un poco ante aquel comentario.
-No pasa nada.-se rió Joe. El timbre sonó y eso significaba que él había llegado.-Solo pórtense bien ustedes dos.-ambos asintieron.-Los veo en la mesa.

Joe se quitó el mandil que decía "Soy el mejor cocinando" y fue hasta la puerta de enfrente para abrir.

-Más les vale no decir nada, ¿oyeron?-asintieron al mismo tiempo como robots.
-¿Eso incluye no decir que papi es flash?-Hayley solo puso los ojos en blanco.-¿Qué?
-Vamos.-lo jaló de las orejas.

Fuimos hasta el comedor donde ya estaba todo listo. Al ver a Julian, pensé en cómo tomará Barry esto, más porque él es la única persona que no lo sabe...

-Buenas noches, Nina.-me dijo él.-Te ves bien.
-Gracias, tu también.-sonreí.
-¿Dónde está Allen?-miró por todos lados.
-Él aún no está aquí.-senté a los niños en la mesa.-Ha de estar en la estación todavía.
-Vengo de allá y créeme que no está ahí.-tomó asiento.-Deberías de ponerle un chip para rastrearlo, digo porque nunca se sabe dónde está.-tomó el pequeño bolso que traía siempre y comenzó a buscar algo.
-¡Ya quiero comer!-llegó Barry apareciendo de sorpresa, como siempre...-¡Tú!-lo señaló.-¿Qué haces aquí?
-¿Cómo es que llegaste tan rápido?-su cara era de total confusión.
-Yo olvidé que se encontraba allá arriba.-mentí.-Barry, ayúdame a traer la cena.-lo tomé del brazo y lo llevé hasta la cocina.
-Debiste haberme avisado que ese tonto estaría aquí.-me reprendió.-Casi se me va el alma al verlo ahí sentado.
-Disculpa, tampoco lo sabía hasta hace no mucho.-resoplé.-Ahora, actúa normal o todo se irá por el caño.

Llevamos la comida a la mesa, Julian entró en confianza rápidamente con los niños, al parecer a ellos les agradaba que él les contara un poco de Inglaterra, aunque a Barry, no le parecía del todo que él estuviera aquí.

Al final de la cena, llevé a los niños a la sala y les puse una película para que pudieran disfrutar del rico pastel que habían hecho con sus propias manos. No quería que estuvieran más en la mesa, sabía que en cualquier momento, la plática se tornaría intensa para ellos.

-Los niños me agradan. Felicidades a los dos.-dijo con completa sinceridad.
-Gracias.-le respondí. Barry solo sonrió de manera falsa.
-Y bueno... ¿dónde está flash? Pensé que vendría a cenar con nosotros.-Joe se atragantó con un poco del café que estaba tomando.-Digo, porque después de todo, también trabaja para la estación.
-Él está ocupado.-le respondió Joe.-Ya sabes, un héroe nunca descansa.
-Yo creo que su héroe está muy sobrevalorado.-alardeó un poco.-Cree que puede andar por ahí tratando de ser "Dios".-un silencio inundó la mesa.-¿Tú qué piensas Nina?-me miró fijamente.-Tú trabajas directamente con él.
-Yo opino que...-me empezó a entrar el nervio. Quería que en ese mismísimo instante, la tierra me tragara.-Opino que él trata de hacer su mejor esfuerzo salvando a todos, incluyendo a la gente que ama. Lamentablemente no has estado ahí para ver lo mucho que ha arriesgado para ver a los demás felices, porque si fuera así, le darías las gracias siempre que pudieras.

Él solo se quedó callado y siguió comiendo del pastel, Joe me miró con cara de complicidad, haciéndome saber que aquella respuesta había sido la mejor para aquella pregunta. Y Barry, me dijo "gracias" sin la necesidad de hacerlo en voz alta, seguido de eso, tomó mi mano y la besó en forma de agradecimiento.

Fast Enough -parte 2 | The Flash (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora