Capítulo 49

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No podía sacarme de la cabeza esa idea de que Barry pudiera golpearme o algo así, es que es realmente absurdo, nunca sería capaz de eso.

-¿Nina?-susurró mientras despertaba.-¿Nina?
-Aquí estoy.-lo tomé de la mano.-¿Cómo te sientes?-le di un pequeño beso en la frente.
-Abatido.-comenzó a reírse.-Me duele la pierna.
-Bueno, fue ahí donde te dieron la descarga.-al decir eso, se cubrió el rostro con las manos.
-Lo he hecho de nuevo, ¿verdad?-asentí.-Soy un completo idiota.
-Pero eres mi idiota.-me reí.-No fue del todo tu culpa. Pero si tienes que ir a disculparte.
-Vale, en eso sí estamos de acuerdo.-suspiró.
-Hey, ya despertaste.-llegó Caitlin.-¿Cómo te sientes?
-Solo me duele la pierna.-respondió.-Pero puedo con el dolor.
-Excelente.-lo ayudó a pararse de la camilla.-Ya te puedes ir a casa.
-Gracias.-sonrió. Ella asintió y se fue de nuevo al escritorio donde estaba Cisco.-Te voy a preparar algo de cenar.
-Claro.-le di un pequeño beso.

Nos fuimos en el auto de Barry, antes de ir directo a casa, pasamos al supermercado para comprar las cosas que él necesitaba para hacer la cena. Estaba muy entusiasmado, pero yo no tanto, no tenía demasiada hambre como él. Lo que me había dicho Cisco, me daba vuelcos en el estómago.

Al llegar a casa, lo dejé para preparar la comida, yo me metí a la ducha para relajarme antes de ir a dormir. Como mi panza empieza a pesar un poco, me he estado bañando en la bañera que tenemos, se siente tan bien.
Al salir, me pongo mi pijama, que es más una bata. Ya no puedo ponerme mi favorita porque ya no entro ahí.

-La cena está lista, preciosa.-se asomó por la puerta.
-En seguida voy.-me puse mis pantuflas.

Al llegar al comedor, me di cuenta que había preparado una linda cena, había velas con olor a rosas y también había copas, la mía tenía agua y la de él vino por supuesto.

-Que lindo.-me sonrojé.-Gracias.
-De nada.-me ayudó a sentarme.-Hice filete, espero te guste.
-Gracias.

Nos quedamos en silencio para comer, di una, dos, tres y cuatro mordidas al filete y eso fue todo. No tenía mucha hambre, solo quería ir a dormir y dejar de pensar en lo que Cisco me había dicho.

-Ya acabé.-me levanté de la mesa.
-Pero si apenas comiste.-puso gesto de preocupación.-¿Te sientes bien? ¿Quieres que le hable a Cait?
-No, estoy bien.-me negué.-Solo quiero ir a descansar ya.
-Bueno, solo lavo los platos y voy.-me dio un beso en la comisura de los labios.

Fui a la habitación y me acosté en la cama. En ese momento llegó Barry y comenzó a cambiarse para ponerse su ropa de dormir.

-¿Te puedo hacer una pregunta.-me aclaré la garganta.
-Claro.
-Si un día llegáramos a enfadarnos... ¿Te atreverías a golpearme?-al escuchar mi pregunta, se atacó de risa.-Es una pregunta seria, Barr.
-¿Por qué dices eso?-se sentó en la cama.
-Solo es algo que quisiera saber.
-Nina, vamos...-siguió riéndose.-Nunca podría hacer eso.-comenzó a acariciar mi rostro.-Eres lo que más quiero en esta vida y nunca te haría daño.
-Me alegra saberlo.-me acomodé para dormirme.
-No me dijiste la razón de la duda.
-Lo vi en un sueño.-le di su beso de buenas noches.-Descansa.

~*~
Pasó el quinto, sexto, séptimo y octavo mes. Cada vez estaba más cerca del día en que mis dos bellos futuros velocistas, nazcan. Se me llena el alma de tan solo pensar que ya pronto los tendré aquí en mis brazos.

El día de hoy, Iris, Caitlin y Cisco, nos han pedido que no estemos en la casa por una sorpresa que nos están preparando. No tengo ni la menor de que podrá ser, pero, confió en que será algo fabuloso.

Fast Enough -parte 2 | The Flash (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora