A pesar de que no existe arte más cruel que las palabras, no sé cómo decirte esto de tal manera que, te hiera, que te duela a muerte cada verso con el que quisiera apuñalarte y sintieras por lo menos durante esos segundos el caos que has incitado en mi espíritu y el irresistible deseo que has insinuado a mi piel.
¡Detente! Sólo detente. Te acercas con el único propósito de excitar mi temperamento y sólo deseo asfixiar tu vitalidad de la manera más eróticamente posible, imposible, soñada o fantaseada. Quiero que me sientas, que me tomes como tuya y que por un instante me hagas creer que eres mío.
¡No! ¡Demonios, quiero odiarte! en verdad quisiera odiarte, sentirte con rencor y recordarte con repudio. Pero aquí estamos de nuevo, encontrados por tu destino o por el mío, pero el tuyo parece sonreírme con cariño, cariño que intento corresponder con frialdad pero que termino cediendo con dulzura. Y odio, te odio por eso y por un par de cosas más que logran doblegar mi carácter, como la sensual curva de tus labios, los atrayentes trazos de tu cuerpo, la sobriedad de los músculos de tu espalda y de tus brazos, ¡y tus estúpidas bromas!.
Y, simplemente continuo preguntándome con un matiz de agonía, ¿Por qué busco en ti lo que no necesito? ¿Porqué busco un héroe donde solo existe un alma cobarde?
Tus labios me responden al igual que tu mirada. Me susurran casi con desesperación que está bien, que podemos fingirnos lealtad, que podemos enamorarnos sin destruirnos y que podríamos incluso sanarnos viejas heridas. Me insinúas algo que ya sé, que realmente eres oro un tanto opacado por tu insensatez y que ese espíritu de oro me ofrece una honesta y confundida sonrisa en espera de mi respuesta. Y finalmente, tu canto, oh corazón tu apasionado canto y tu arranque de sinceridad pretenden convencerme...
-E.P.
-Con tanto desprecio como deseo; tu trágica alma gemela.-
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Escrito en Prosa para el Fantasma de Tu Ausencia.
PoezjaCartas no entregadas a sus pertenecientes lúgubres sombras. Las ideas se oscurecen y la perspectiva palidece, las letras tropiezan con el tiempo y se desgastan en mi temple escapando a trastabillas como mortíferos versos que buscan complacer el deli...