Asfalto Nocturno

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Vagando por la ciudad mientras el velo nocturno lo envolvía todo
desde las faldas de las grisáceas montañas hasta las terrazas de los prepotentes edificios.
Conduciendo como cada fin de jornada entremezclando perspectivas y principios
a las luces que irrumpen mi oscuridad y que me acosan como miles de prejuicios.
Siendo mi único anhelo una pronta y distante retirada en aquel perplejo momento.

Lejos de su embriagante esencia en algún remoto lugar donde nada pueda recordar,
la carretera que transito me invita a dejarme llevar por el total olvido y la velocidad,
a saciarme del peligro y arriesgarlo todo una vez más antes de volver derrotado a la puta realidad;
La melodía de la vida nocturna y el olor del asfalto mojado deleitan sinuosos los sentidos evitando siquiera que piense en parar.

No ahora, no cuando logro rememorar el sabor de la vitalidad,
no cuando redescubro que hasta el mismo caos tiene un maldito orden en esta tempestad.
No ahora, que su presencia se siente tan próxima y tan irreal
que no me permite diferenciar entre la vibrante emoción y lo absurdamente moral.

Seré incapaz de detenerme por miedo o cobardía,
ya que encuentro fascinante y placentero hacerle frente a la muerte;
Retarla sin escrúpulos como una vieja enemiga que se encuentra entre las sombras tardía,
Divagando con inmadurez que todo lo que no me aniquile me hará finalmente más fuerte.

-Una noche más conduciendo.


Escrito en Prosa para el Fantasma de Tu Ausencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora