Escrito en Prosa para el Fantasma de Tu Ausencia.

Dañado.

En el fondo de la habitación donde el silencio acecha impaciente
Las ideas se oscurecen y la perspectiva palidece,
En un intento de encontrarle sentido a la indecencia de su mente
Termina más confundido en un mar de ideas que embravece.

Deseando con tus fuerzas que las trastornadas voces callen,
Y los mortales recuerdos de apuñalarlo cesen,
Busca en un su interior alguna satisfacción a la cual aferrarse
Y recae en la desesperación al darse cuenta que lo único que ha hecho es fallarse.

Implora por una sonrisa donde sólo hay decadencia y mentira,
Por un momento se deja abrazar por las garras del sufrimiento
Y disfruta de su dolosa compañía como si fuese una amante llena de ira
Que lo ha venido a torturar de madrugada con un sensual escarmiento.

No ha sido capaz de sentir nada durante su travesía al infierno,
Olvidó con desprecio el sabor de las lágrimas y el hueco en el pecho,
Para sustituirlo con una preciosa máscara que interpreta ávidamente a un hombre sincero,
Un disfraz perfecto es aquel forjado cuerpo que esconde bajo el músculo su verdadero lecho.

Expectante, espera camuflado en las penumbras engañarlos a todos
Con fascinantes palabras y letales movimientos
Que terminen por convencerlos de lo exquisito de su espectro,
Aunque nunca haya dejado de ser un dañado hombre que solía ser recto.

-Mi Acto de Inconsciencia y yo.

-I.R.-