Las letras ruegan en sollozos tu nombre, cada vez que te pienso.
La tinta se escabulle sensual entre mis dedos con la intención de provocar unos cuantos versos muertos.
Cariño, mantienes sin saber, mi mente prisionera en un gélido lienzo,
y aun así las palabras se escapan libertinas de mi fisiología,
buscando tu calor con aires de debilidad y cobardía.La curiosidad irrumpe infraganti en un espíritu roto al que te has atrevido a amar,
con tal pasión y gentileza que lo has terminado por sanar...
La cuestión de un por qué o de una razón propia de lo que te incitó a tal noble cometido,
No ha dejado de revolotear en mi pensamiento sin poseer algún maldito sentido.Tal vez ha sido tu corazón temerario el que ha cedido a mi insinuación.
O tal vez tu insistente adicción de rescatar
lo que claramente se encuentra hundido en su propia oscuridad.Cual fuere tu razón, enmendarme o con sinceridad amar
por aquella abismal noche de ingenuidad,
realmente ha sido grato y delicioso
que tus labios heroicamente mi salvación hayan protagonizado.Tu limbo me llama inexorable y fiel,
tu mirada oculta más de lo que se puede descifrar.
Y el volver a compartir tu lívido en las sábanas de mi piel
es un designio que irresistiblemente sólo tú sabes cómo consumar.Pero ahora has partido a la cama de alguien más,
has tornado el carmesí de los recuerdos en heridas vívidas y lacerantes.
Lesiones desgarradoras que sólo tú eras capaz de cicatrizar escaso tiempo atrás,
Tratar de dejarte ir y atravesar sin ti mi infierno propio,
son proezas ya para mi cuerpo demasiado exhortantes.¿Cómo demonios he dejado esto pasar?
Me abruman las dudas acompañadas de una culpa exhaustiva.
A tus dulces labios y a tu cautivadora esencia he tenido, por la fuerza, que renunciar;
pero tu exquisita indulgencia mantendrá mi alma siempre cautiva.
Os lo puedo asegurar.Mi boca sedienta de ti, implora que vuelvas a ella;
aunque seamos el vulgar surrealismo de dos meros amantes
que cubiertos bajo las tinieblas de su pecado y su mentira bella,
se entregan indefinidamente sus vigorosos cuerpos y sus almas inertes.Sólo un millar de Lunas más,
me rendiré sin culpa ante tu pasión,
así que no vuelvas a tener piedad jamás...Aunque sea prohibido, corazón,
quédate conmigo y ámame cada velada sin ninguna aflicción.-J.C.
Como un desesperado grito de mis labios;
Tu Extenuado Amante.
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Escrito en Prosa para el Fantasma de Tu Ausencia.
PoetryCartas no entregadas a sus pertenecientes lúgubres sombras. Las ideas se oscurecen y la perspectiva palidece, las letras tropiezan con el tiempo y se desgastan en mi temple escapando a trastabillas como mortíferos versos que buscan complacer el deli...