Eras tú... [Levi X Petra].

Capítulo 27: No regresaré.

Al levantarse, Petra pudo deleitarse con el olor de la comida, le dolía todo el cuerpo, era normal, había cabalgado muchas horas hasta llegar aquí; cuando salió de su cuarto, pudo observar a su padre mientras servia los platos, hace unos años a ella se le hacia una rutina todo esto, pero ya había pasado tiempo desde que se había sentado junto a su padre a consumir alimentos. 

No lo podía negar, él cocinaba muy bien, cuando su mamá caía en cama, su padre se encargaba de preparar todo, adoraba como él mimaba a su madre, era hermoso verlos juntos y enamorados aún en la enfermedad, ella quería encontrar a alguien así, pensó realmente que así había sido, pero...

-Petra, ven a comer- la voz de su padre la sacó de sus pensamientos.

-Claro padre, ¿Necesitas que te ayude con algo de la mesa?- dijo ella acercándose.

-No, ya esta todo, solo siéntate a comer- dijo el hombre mientras le sonreía.

Cuando tomo asiento, un recuerdo vino a su mente, una comida con sus padres cuando era pequeña, todo era risas y alegría, una lagrima escapó.

-¿Te sucede algo?- dijo su papá al verla.

-No- dijo ella mientras se limpiaba la mejilla- solo recordé una comida en familia- sonrió.

Su papá rió un poco y le alborotó el cabello.

-Extraño esos días papá- dijo mientras tomaba del vaso.

-Yo igual hija, últimamente me sentía algo solo, pero tenerte aquí es muy agradable, eres el vivo retrato de tu madre.

Petra sonrió.

-Papá, ¿tú crees que yo sería una buena madre?.

Eso lo tomó por sorpresa.

-¿Porqué? ¿Acaso lo serás?.

Ella guardó silencio.

-¿Petra estás embarazada?- dijo él con un tono serio.

-Probablemente...

-Pero, si tienes apenas diecinueve años, estas a muy pocos días de cumplir veinte, ¿En que estabas pensando?, ¿No tu plan era entrar al ejercito y dejar la familia para después?, eso fue lo que me dijiste cuando te fuiste de aquí, ¿Quién es el padre?.

-Un soldado de mi legión.

-Ese maldito...

-Papá, tranquilo, solo, es una suposición.

-Petra...

-Aparte vine porque me pelee con él.

-¿Como se llama?, ¿Quien es?.

Petra se levantó y le dio la espalda.

-Es un capitán de escuadrón, Levi.

Su padre se levantó.

-Levi, ¿Levi Ackerman?.

-Sí, ¿lo conoces?

-Ese hombre es llamado "el soldado más fuerte de la humanidad", dicen que es más frio que el mismo hielo.

-Vaya, realmente sabes de él.

-¿Es el padre de tu hijo?.

-Sí, papá, es él.

-Vaya, y ¿como?.

-Eramos novios, fuimos novios durante cuatro años.

-Pero Petra, él te lleva más de diez años.

-Papá, yo lo amo, lo amo demasiado, es al único que he querido, es un frió, maniático por la limpieza, gritón y gruñón, pero es una de las personas en las confió más que nada o bueno, lo hacía.

-¿Porqué te peleaste con él?.

Petra suspiró y se volvió a sentar.

-A raíz de que supe del embarazo, me aleje un poco de él, no le hablaba, no pasaba tiempo con él, tenía miedo de que él no aceptará la nueva vida que esta creciendo en mi, él me lo reclamó pero no tuve el valor suficiente como para decírselo, entonces...

Las lagrimas comenzaron a caer.

-Ayer, en la noche fue a mi habitación a hablar conmigo, pero discutimos, él me dijo que no me amaba, que yo solo era una pieza que lo ayudaba saciar sus necesidades, que jamás había sentido nada más por mi que un vago deseo carnal- la voz se le quebraba.

Su padre la miró.

-Petra...

-Papá fui una tonta, me entregue a él sin condiciones, lo amo y realmente no sé que hacer, soy capitana de un escuadrón, tengo una vida allá, pero no quiero volver, no pienso regresar, no quiero verlo, no quiero sufrir y no quiero que mi hijo sufra.

Su padre la abrazó.

-Serás una excelente madre, eres una persona increíblemente noble, tienes un corazón de oro, y ese sujeto no lo supo valorar, sabes perfectamente que mi más grande sueño es que me des un nieto y eso se cumplió, aunque tenga los genes de ese infeliz, te amo hija, y puedes quedarte aquí, todo el tiempo que quieras, no es necesario que vuelvas si tú no quieres.

-¡Papá!- ella lo abrazó.

-Vamos, tienes que descansar.

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Habían pasado alrededor de dos semanas, aún no se le notaba el vientre a Petra, pero sabía que su hijo estaba ahí, a veces lloraba antes de dormir, extrañaba recargarse en el torso de Levi, era cálido, era imposible tratar de olvidarle, lo amaba demasiado, pero había aprendido a esconder sus sentimientos.

Mientras Petra estaba cocinando y su padre estaba cortando la leña, se pudo escuchar el galope de un caballo a toda velocidad. 

La castaña sintió un escalofrió.

El relinchido de el animal se hizo presente, estaba fuera de su casa.

El toque de la puerta fue brusco.

-Abran, maldita sea.

Esa voz; era de Levi sin duda.