Corazones destinados

Capítulo 49 - Miradas...

- Jane ¡Levántate! - Dijo Ana subiendo las persianas y corriendo las cortinas de par en par.

- Annie, déjame en paz. Quiero dormir.

- Hoy tienes visita

-¿Cómo que visita?

- Ha llamado aquel David, ha dicho que quería verte y le he dado la dirección. Levántate ya vaga - Escuché atentamente lo que decía y después reaccioné dando un salto para salir de la cama e ir corriendo al armario a escoger la ropa.

- ¿Esto combina bien, o mejor me pongo un vestido?

-Tienes ropa muy bonita Jane, ¿ Porqué no te pones esto?

-No, no. Eso no, ya me ha visto con eso. ¿Esto que tal? - Dije mostrándole un mono negro

- Perfecto, y no te angusties Jane.

-Vale vale.

Me sentía nerviosa, no sabía por qué realmente. A David ya le había visto, creo que era la emoción de volver a verle recuperado después del accidente, le echaba de menos. 

Me vestí rápido y me maquille lo justo. Me sentía guapa después de estos días de dormir poco y pasarlo mal. David me dio un chute de energía tremendo, y ni siquiera le había visto aún.

Ding dong, el momento esperado. Habían llamado a la puerta y bajé corriendo casi rompiéndome los tobillos por los tacones. Abrí la puerta y me tiré a sus brazos, hasta que oí un carraspeo a mi derecha. Me aparté un poco y vi a mi lado a David con las manos detrás de la espalda y en frente mio a un repartidor, sorprendido. Me separé inmediatamente del repartidor pidiéndole perdón. Detrás de mi apareció Ana firmando la entrega que venía a dejar.

-¡Bien! Ya han llegado mis zapatos, los pedí ayer. Gracias - Dijo Ana cogiendo el paquete y subiendo a la habitación.

Cuando se fue el repartidor, demasiado contento por cierto, miré a David que sonreía con la cabeza un poco inclinaba hacia un lado. Me tomé un momento para observarle de arriba a abajo, llevaba unos vaqueros negros, camiseta blanca y una chupa de cuero negra, su estilo de siempre. Entonces sí, me abalancé sobre él escondiendo mi cara en la curva de su cuello y rodeándole con mis brazos, sus brazos estaban abrazando mi cintura tiernamente. Tenía muchas ganas de llorar, lo había pasado muy mal en la última semana. Nos separamos un poco mirándonos fijamente.

-Me hubiese gustado haber sido el repartidor. - Dijo guiñándome un ojo.

-Sigues siendo igual de idiota, te he echado mucho de menos. ¿Qué tal vas?

-Mucho mejor, gracias por haber estado acompañándome. - Seguíamos abrazados, yo con los brazos en su cuello y él con los suyos en mi cintura.

- Oh, Que se besen, que se besen, que se besen - Dijo Ana detrás de mí, dando palmadas y saltando. David la miraba extrañado y luego me miró a mi rompiendo el abrazo.

-Hola soy David, ¿Y tú eres...?

-Ana, yo soy Ana.- Dijo un poco nerviosa.

-¿Eres la compañera de piso de Jane?

-No, bueno sí, a ver... temporalmente. Soy la hermana de Javi, me quedaré aquí un tiempo.

-Javi nunca me dijo que tenía una hermana. Bueno de cualquier manera... Encantado Ana. - Ella se ruborizó.

-Javi no te lo dijo porque os odiabais a muerte creo recordar. Pero ahora no es rival.

-Es cierto, aunque la culpa era tuya por ponerme celoso y por utilizarle

-También es cierto.

-He traído cerveza ¿Os apetece?

- Si claro.

-Em... yo no puedo beber- Dijo Ana mirando al suelo- Aún soy menor de edad. - David la miró divertido, y ella subió la cabeza encontrándose con su mirada. En ese momento me sentí una intrusa. Ellos se miraban a los ojos intensamente

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Hola precios@ 

Espero que disfrutes de tus vacaciones, aunque se acaban de dias ( las mías, concretamente en dos) Bueno, preferís a David... Me gustaría tener más opiniones. Mi final ya lo tengo en mente, solo hace falta escribirlo y que quede bonito. Tengo ideas para otra novela... veremos si funciona. 

Besos:Pili