Capítulo 53 - ¿Pero qué coñ...?

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A las nueve y pico llego a casa, abrí la puerta despacio por si seguían durmiendo. Fui a la cocina para dejar unas cosas que compré y vi en el suelo leche, y también sangre. Dejé las llaves en la encimera, al parecer demasiado fuerte. Me quedé quieta y escuche un: Mierda 

No sabía que esperar sinceramente. De repente vi a Ana mirando para atrás como preocupada, aunque se partía de la risa.

Venía envuelta en una toalla blanca, tenía el pelo mojado, bajaba las escaletas para recibirme.

Al instante le echo una mirada, y viene seria hasta donde estaba yo

-¿Tienes a alguien metido en casa?

-No, no es eso.

-¿Es David?

-¡Estás loca! ts ¿como crees?

-Él es muy capaz, y tú... bueno... os veía cercanos

-Ya pero...

Escuché los pasos de David bajando las escaleras, también tenía el pelo mojado y se estaba arreglando la camiseta

-Vale, ya podéis estar soltando todo, que los dos estáis aquí por mí y al igual que os meto os echo.- Los dos se miran con complicidad, pero empieza a hablar David.

-A ver... Yo me desperté cuando te fuiste, me aburrí y me puse a ver la tele en el sofá.

-Yo también me desperté- Dijo Ana- Pero bajé un poco mas tarde. Fui a la cocina para hacerme un café, se me cayó la leche porque me había quemado la mano- Dijo levantándola- y cuando fui a por un trapo me resbalé y me di con la encimera.

-¿Hola? ¡Podrías haber muerto! ¡Qué suerte has tenido! Aún no me creo que sigas viva, buf es que si te hubieras dado un poco mas arriba o... ay madre...

-Bueno ella está perfecta el caso es que yo me levanté y fui a ver que pasaba, la ayudé a levantarse y la curé, fin.

-No no, fin nada, ¿que ha pasado después?

-Pues, la tenía e brazos y... surgió 

-¿Surgió? ¿¡Pero que coñ...?! David, yo tenía esperanza... Para que coño dices nada. Cogí mi bolso de la cocina y grité- ¡Y limpiad todo esto!

Subí las escaleras y me metí en mi habitación. ¿Por qué la gente me traiciona? Quizá se hartan de esperar. A lo mejor Cole también se ha hartado... 

Cogí el teléfono. Ya ni sabía los mensajes que le había mandado. Marqué su teléfono y tras sonar unos dos pitidos empecé a hablar.

-Cole, necesito hablar contigo, escucharte, te echo mucho de menos, no se porqué no contestas, o no se si estás

-¿Jane?

-Ya hasta escucho voces, responde cuando puedas por favor, te quiero.

-Jane, soy yo, Cole

-¿Cole? ¡Cole! ¡Eres tú! ¿Estás bien? ¿Por qué no contestabas? Tienes la voz como... Ronca

-Ya... He estado enfermo, tenía una especie de bacteria, virus que me quitaba los nutrientes o no se qué, y he estado ingresado.

-¿Ya estás mejor?

-Si, ya estoy recuperado. 

-¿Sabes la cantidad de mensajes te he mandado?- El rió

-Si, luego los escucho todos, que me queda para rato. 

-Cole

-Dime princesa

-Te quiero- Dije en tono triste

-Ya lo se princesa, yo también te quiero, quiero que vengas a verme.

-Ojalá pudiese ir... David ya ha despertado, me dijo que quería salir conmigo, y hoy se ha tirado a la hermana de mi mejor amigo, que también era mi amiga. 

-Que gilipo... Bueno, me sigues teniendo a mi, que no te voy a dejar. Bueno me tienen que hacer revisión, luego te llamo princesa.

-Vale Cole, te quiero.

-Y yo princesa.

Colgué el teléfono llena de felicidad, ya lo de David me daba igual, era todo... perfecto.

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Literal, tengo algo en el cuerpo que me quita los nutrientes y a penas como, lo siento. Gracias por todo, ya tengo muchisimas ganas de que lleguemos a los 30k 

Besiuss: Pili

Corazones destinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora