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- La camiseta. Fuera.

- ¿ Qué ?

- Quítate la camiseta - repetí sacando el material sanitario.

- Es demasiado pronto, cariño- bromeó divertido y yo rodé los ojos exasperada.

- ¿¡ Quieres que te cure o no ?!

- Vale, vale - accedió suspirando y alzó sus brazos para sacársela.

Aparté la mirada sintiendo calor en mis mejillas y la fijé en el nombre casi ilegible de los botes de medicamentos.

- Mierda, no hay orificio de salida - me quejé en voz alta tras retirar la venda, ya roja por la sangre acumulada.

- ¿ La sigo teniendo dentro ? - preguntó preocupado. Todas las bromas habían quedado en un segundo plano.

- Sí, voy a tener que sacártela con los dedos - sonreí falsamente, consciente de que no le haría mucha gracia.

- Genial. No me la meterás más , ¿ no ? - frunció el ceño y me llevé la mano al pecho ofendida.

- No me puedo creer que cuestiones mis estudios médicos.

- A propósito, ¿ qué sabes tú de curar heridas ? - dirigió la vista a otro lado para no ver como mis dedos entraban en el agujero.

Puse todo mi empeño en ingnorar sus gritos de dolor y me imaginé que estaba escarbando en la tierra para encontrar algo que había perdido. Ciertamente, era un poco asqueroso.

- Mi padre era cirujano, trabajaba en urgencias, traumatología, del hospital Saint Mary West - expliqué cuando por fin tuve la bala entre mis dedos - Mira, aquí está. ¿ Quieres conservarla como recuerdo ? Así nos conocimos.

- Que tierno - hizo una mueca y le eché un vistazo inquieta por el color más pálido de lo normal de su piel.

- No te ves bien, pero necesito coserte la herida ahora si no quieres desangrarte - advertí hilando la aguja.

- Doy gracias a tu padre por haberte enseñado todo esto- suspira apretando los dientes cuando empiezo -¿ También querías ser medico ?

- Fotógrafa. Aunque su trabajo también me gustaba - me encogí de hombros y eché un poco de agua sobre la herida para limpiar la sangre reseca y poder ver con mayor claridad- De todas formas, qué importa eso después de todo lo que ha pasado. ¿ Te duele algo ? Aparte de la herida, obviamente.

- No - negó moviendo la cabeza.

- Bien, pues ahora que ya estás medio curado, es hora de separarnos- me levanté,guardando todas mis cosas en la mochila, y le tendí la mano- Gusto en conocerte...

- Alex. Alex Crewe.

Estado: FugitivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora